Dios, echa una mirada sobre Lituania, que actualmente transita por un doloroso via crucis.
Que el presente pesado destino no nos acarree la perdición, sino la resurrección nacional.
A través de las nubes del pedaco que Te alcance, Padre Celestial, nuestra voz de arrepentimiento, dado que pesadísimos pecados, cual cadenas, oprimen a nuestra nación.
Muchos de sus hijos ya no Te perciben a Tí, Dios, ni a su eterna finalidad.
Que pase lo más pronto posible ese cáliz de amargura por nuestra nación.
Hasta que Tu, Señor, te inclines junto a tus sufrientes hijos, ayuda a sobrellevar paciente y perseveramente la carga de la opresión, que nos oscurece el sol y acongoja el corazón.
Lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Padre nuestro, Ave María, Gloria.