(Lucha sin compromisos contra la religión):

El 12 de agosto de 1972, en el periódico "Sovietskaia Litva" (Lituania Soviética. El T.) apareció un artículo de Rimaitis "Los iglesistas se adaptan". Allí se dice, que al luchar contra la religión "pueden provocar daños irreparables las acciones ad­ministrativas, toda clase de lesionamientos de los sentimiento de los creyentes. Los incorrectos métodos de la lucha contra la religión no solamente que no destruyen las bases de la propagación de la fe, sino, por el contrario, llevan a un fortalecimiento del fanatismo religioso, hacia formas secretas de ceremonias y cultos, provoca la desconfianza, la desconformidad de los creyentes y los irrita".

Rimaitis repitió un viejo principio ateísta, exigien­do una lucha sin compromiso contra la religión. Este principio, al surgir una poderosa reacción de los creyentes, permite retroceder, permitiendo que los creyentes se calmen y, encontrando un nuevo medio de lucha, volver a golpear.

Al comenzar el verano de 1968 la reacción de los sacerdotes y creyentes de Lituania contra las restric­ciones de la libertad religiosa, llegó a su culminación a principios de 1972. Al ser arrestados los padres Juozas Zdebskis y Prosperas Bubnys, hubo una inundación de protestas de los creyentes, en las cuales estaban expuestas las persecusiones de los creyentes. El gobierno soviético hizo caso omiso de estas protestas populares y no reaccionó ante ellas, tal como se comportara con las protestas de los sacer­dotes en 1968-1971.

LA ARQUIDIOCESIS DE VILNIUS

(La nota del P. B. Laurinavičius a Rugienis):

Adutiškis. 13-III-1972. El cura párroco de esta parroquia P. B. Laurinavičius fué citado ante el delegado del soviet de Asuntos Religiosos J. Rugienis, quien "respondió" a la exposición enviada a L. Brezhnev, Secretario General del CC del PCUS el 24-XI-1971, por los sacerdotes de la arquidiócesis de Vilnius (ver Crónica de la ICL No. 1).

El delegado acusó al P. B. Laurinavičius de descaro, antisovietismo y le aconsejó "ocuparse más de la pastoración". Por cuanto durante la entrevista no fué posible responder a las acusaciones del delegado gubernamental, entonces el 20-VII-1972 el cura párroco envió una minuciosa respuesta escrita. Más abajo se ofrece una parte de los pensamientos y hechos de la mencionada exposición, que descubre evidentemente decomo es perseguida la Iglesia Católica en Lituania.

(Así era la acusación de Rugienis a Laurinavičius):

"Escribes a los obispos y sacerdotes que trabajan en el marco de las leyes de la Unión Soviética".

Esta acusación de Rugienis no la desmintió el P. B. Laurinavičius, puesto que se les debía escribir. Por ejemplo, el ll-IV-1972 los obispos y administradores en funciones de Lituania, en su carta pastoral condenaron las denuncias colectivas de los creyentes dirigidas a los representantes del gobierno soviético. "En la vida de la iglesia es aceptado aconsejar fraternalmente. Es un signo de la democracia de la Iglesia. Todo cura párroco puede decir su opinión sobre las disposiciones de los obispos", escribe el P. B. Laurinavičius.

El 20-IV-1972, los padres y las madres de la parroquia de Adutiškis se dirigieron al gobierno soviético. Más abajo ofrecemos el texto total de la exposición.

Al Secretario General del PCUS, compañero L. Brezhnev

Al Ministro de Educación de la URSS, com­pañera Furceva

Al Presidente del Soviet de Asuntos Religio­sos, compañero Kurojedov

Exposición — Solicitud

de los padres y madres de la Parroquia

Católico Romana de Adutiškis

Raion de Švenčionis, RSS de Lituania

Nosotros y nuestros hijos frecuentemente experi­mentamos dificultades únicamente por el motivo de que somos creyentes.

En 1971, la dirección del colegio secundario de Adutiškis ahuyentó a nuestros niños del altar. Este año promovieron un gran alboroto porque algunos niños, habiendo subido al coro, cantaban junto a los demás. Últimamente promovieron gran alboroto, a causa de que nuestros niños se ponen unas túnicas blancas.

Los interrogatorios de nuestros niños y nuestra "reeducación" nos exige mucha salud a nosotros y a nuestros hijos. Hasta termina trágicamente. La madre Alesandra Stasiūniene, que vive en Adutiškis, fué llamada a la escuela, pues su hijo Julijus concurre a la iglesia. Después de la conversación en la escuela el 7-IV-1972 resultó tan enervada y conmovi­da, que poco después sufrió un ataque y murió el 9-IV-1972. Que mal aspecto presentaba al salir de la escuela, lo puede atestiguar Birute Jukniene, que vive en Adutiškis, quien conversó con ella.

ARQUIDIOCESIS DE KAUNAS

(Fiestas patronales en Siluva, el destino de la Colina de las Cruces):

Kaunas. En el curso de filosofía del Seminario Eclesiástico de Kaunas, se incorporaron10 seminaris­tas para estudiar. Rugienis rechazó dos candidatos. En el presente año los funcionarios de la KGB atenuaron su accionar con respecto a los que se incorporaban. Empero, todos los que se registraban tuvieron una conversación con los de la seguridad.

Siluva. Del 8 al 15 de septiembre, multitudes de gente afluyen a las festividades de la Natividad de la Ssma. Virgen María. El gobierno apela a medios de acción para disminuir la cantidad de peregrinos. Este año estuvieron de guardia los milicianos en los caminos. He aquí lo que cuenta uno de los peregrinos:

— Viajábamos en autobús 61 personas. La ma­yoría, gente de edad. Unos 8-10 km. antes de Siluva nos paró la milicia, tomó nómina de la gente y se llevó al conductor. Cierto tiempo después regresó con la orden de volver atrás. Pasados varios kilómetros, la gente comenzó a pedir al chofer que los esperara, para que ellos pudieran llegar a las festividades. Un grupo de peregrinos volvió a pasar ante los milicia­nos. Las mujeres les reprochaban: "Sinvergüenzas, ¿resulta lindo hacer fatigar a gente anciana? A través de la radio y los periódicos mentir de que en Lituania la religión es libre, ¿y qué hacéis? Cristo fué torturado. Nosotros también sufriremos por Cristo. No importa que estéis de pie con las gorras rojas, de cualquier modo alcanzaremos a Siluva." Terminadas las festividades, regresamos 11 km. a pie. Recién entonces volvimos con nuestro autobús a casa.

DIÓCESIS DE TELŠIAI

(Respuesta por la iglesia de Klaipėda):

Klaipėda. En febrero de 1972, los creyentes de Klaipėda enviaron una solicitud al Secretario Gene­ral del PCUS, L. Brezhnev, para que el gobierno soviético devolviera la iglesia arrebatada a los creyentes, (ver Crónica de la ICL, No. 2). Solamente los funcionarios de la seguridad reaccionaron ante esta solicitud de los creyentes. En la vivienda de la klaipediana Kudirkiene y en la de su hija, los funcionarios de la seguridad hicieron requisas.

En julio de 1972, los creyentes de Klaipėda insistentemente enviaron otra solicitud al Secretario General (ver Crónica de la ICL, No. 3). La remitente de la solicitud, Gražiene, el 25 de septiembre fué citada por la Comisión Ejecutiva de la ciudad. El delegado de Asuntos Religiosos, Rugienis, venido desde Vilnius, le enseñó a Gražiene la solicitud de los creyentes con 3023 firmas, y le dijo:

— No obtendréis la iglesia, dado que el edificio es necesario tanto para los creyentes, como para los no creyentes. Tenéis una iglesia y rezad. Nadie os lo impide. Vosotros no tenéis tanta necesidad de la iglesia, como os interesa trasmitir noticias al exterior. Si la gente por Pascua no cabe en la iglesia, no es culpa nuestra.

(Terror contra la alumna por tocar el órgano en la iglesia):

Karklėnai. En 1970. en el colegio secundario de Karklėnai, la estudiante J. J. durante el oficio religioso tocaba el órgano en la iglesia de Pasile. Hubo paz durante un par de años, pero luego comenzaron a afluir quejas al colegio. Luego de la primer queja, la maestra Irena Saunoriene durante la clase de instrucción histórica, expresó: "Entre nosotros hay degenerados, que no debieran tener cabida en la escuela soviética". Después de otra queja, el director citó a J. J. y le ordenó cesara de tocar en la iglesia, mientras que la jefa de la parte didáctica, Irena Saunoriene, habiendo llevado a la chica con otros alumnos de la clase al gabinete de química, manifestó que ellos serían los ateístas del colegio. Como presidente fué elegida Aldona Butkute, su subrogante: J.J. Empero ambas alumnas protestaron enérgica­mente que no integrarían tal grupo. Jadvyga fué citada al gabinete del director, donde la esperaba el presidente del Comité Ejecutivo de Kelme, Tlycenas y cierto desconocido de Vilnius. Este ciudadano, seguramente un funcionario de la seguridad, comen­zó a decir que había oído de que J. J. tocaba en la iglesia, que a ella le sería cortado el camino para la escuela superior, que no tendría lugar en la escuela soviética. La alumna comenzó a llorar de indignación, preguntando que malo había cometido. El interroga­dor le dijo que seguramente J. J. no creía en Dios, sino que iba a tocar así no más. "No, yo creo y toco con gusto", manifestó la niña. "Pero piensa un poco, hijita, sobre tu porvenir. . .que sea la última vez", aconsejaba y amenazaba el representante guberna­mental. "Fíjate, que no tenga que despedirte de la escuela". Mientras tanto, la maestra de historia, Irena Saunoriene, amenazaba en la clase de Jadvyga: a quienes sirvan a los sirvientes del culto, se les disminuirá la calificación en conducta, les será cerrado el camino para elegir la profesión, se les aplicarán malas características.

Dios, echa una mirada sobre Lituania, que actualmente transita por un doloroso via crucis.

Que el presente pesado destino no nos acarree la perdición, sino la resurrección nacional.

A través de las nubes del pedaco que Te alcance, Padre Celestial, nuestra voz de arrepentimiento, dado que pesadísimos pecados, cual cadenas, oprimen a nuestra nación.

Muchos de sus hijos ya no Te perciben a Tí, Dios, ni a su eterna finalidad.

Que pase lo más pronto posible ese cáliz de amargura por nuestra nación.

Hasta que Tu, Señor, te inclines junto a tus sufrientes hijos, ayuda a sobrellevar paciente y perseveramente la carga de la opresión, que nos oscurece el sol y acongoja el corazón.

Lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria.