Copia a: PRESIDIUM DEL COMITÉ SUPREMO DE LA RSS DE LITUANIA

(Pérfido silencio de las autoridades soviéticas):

Hasta el presente no hemos recibido ninguna clase de respuesta a nuestro manifiesto colectivo. Lo que nos sorprende, es que las instituciones supremas de la RSS de Lituania no respeten las leyes: el art. 47 de la Constitución obliga dar respuesta a los ofrecimientos y manifiestos.

Solamente el Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos nos ha enviado una breve nota. Se trata solamente de un acuse de recibo — en su nota el Delegado no hace la menor mención a nuestros ofrecimientos, solicitudes, que hemos especificado en los cinco puntos de las conclusiones de nuestro manifiesto. El Delegado aludió solamente a uno de ellos — es decir, que por el momento no se prevé la revocación de las disposiciones de las congregaciones religiosas. Es verdad que los empleados de la repartición del Delegado en diversas oportunidades, y el propio Delegado el 20 de julio del corriente año, habiendo citado en Vilnius a los Obispos y Adminis­tradores, expresó que en nuestro manifiesto había solamente afirmaciones abstractas sin ninguna evi­dencia. A los mencionados funcionarios soviéticos les desagrada especialmente la mención en nuestra exposición del pavoroso terrorizamiento y menoscabo de los niños creyentes, que participan activamente en los oficios religiosos.

Tratando de no dilatar nuestra exposición, noso­tros no expusimos evidencias concretas: el terroriza­miento de los niños en Lituania se desarrolla en una escala tal, que sería posible llenar tomos enteros. Os ofrecemos solamente algunos hechos sobre el terrori­zamiento de los niños la primavera de este año en las escuelas de tres raions:

En la Ill-a Escuela Secundaria de Mažeikiai, los estudiantes fueron obligados a especificar por escrito en planillas especiales todos los nombres de los estudiantes creyentes de su clase y escuela. El mes de enero, la profesora Bučiene de la clase IX d. de la I-a Escuela Secundaria, hasta obligó a la no afiliada comunista Maryte Cesniauskaite a participar en una reunión de jóvenes comunistas, y allí consideró su ,,falta" — la frecuentación de la iglesia. La prof. Grigaliūniene de esa misma Escuela secundaria, como castigo por la asistencia a la iglesia de la alumna Rita Ruzgyte de la clase IV c, la dejaba en penitencia después de clase y exigía que se presentaran sus padres; del mismo modo procedía la prof. Narkiene con la alumna Santa Bučyte.

El 17 de abril, en la IV-a Escuela Secundaria de Teisiai, el prof. Valencius por la fuerza, hasta lastimándoles las manos, arrebató los crucifijos que llevaban bajo sus camisas los alumnos de la clase IV b Saulius Stonkus y Darius Mažeika. Mientras que la prof. Karnišovą, que dictaba historia temporaria­mente, se burlaba de la estudiante de la clase IX Rita Dumbliauskaite, ordenándole que refiriera ya sea sobre los sacerdotes del pasado, ya del presente, ya sobre la situación de la Iglesia. No le bastaron los 45 minutos de la clase — la burla pública se prolongó hasta en el recreo.

Por sus convicciones religiosas sufrió en Teisiai la familia Mockevičius: la señoraMockevičius, que trabaja como enfermera en el hospital, fué amenaza­da por la jefa de sección Cirkova de quitarle la patria potestad si proseguía permitiendo que sus hijos ayudaran en Misa. La enfermera jefe Krupova la amenazó de que su hijo sería expulsado del pensiona­do del Instituto medicinal.

(La persecusión de los alumnos asistentes a la iglesia se incrementa):

El prof. Andriusevicius de la Escuela Secundaria de Luoke, raion de Telsiai, hasta ha organizado toda una serie de medidas para "reeducar" a los alumnos, para que no se atrevan más a servir en la iglesia. Los meses mayo-junio del corriente año los alumnos Valius Ambrozas (clase VI), Gintaras Jankauskas y Saulius Lescianskas (clase VII), así como otros, fueron interrogados por el director de la escuela, Savickas, el director del periódico del raion de Telsiai, Vaseris y dos representantes del Comité del Partido Comunista del raion. Luego, los alumnos y sus padres, fueron derivados para su interrogatorio a la Sección de Asuntos Internos de Telsiai. Los milicia­nos se mostraron más humanitarios que los maestros y los mencionados funcionarios soviéticos, ellos explicaron que el servir en la iglesia no era ningún delito, y hasta los felicitaron: "Estos por lo menos no rompen vidrios . . ."

En la I-a Escuela Secundaria de Plunge, los jóvenes comunistas-activistas de la escuela: Kacer-ginskas, Malakauskas y Sakinis (alumnos de la clase X) hasta golpeándolo trataron de disuadir al alumno Vitalius Semenauskas que no asistiera a la iglesia. Los padres se quejaron ante el director de la escuela, ante la sección educacional, y hasta ante el procura­dor. Pero el director de la escuela, respondiendo a sus quejas, les amenazó con quitarles la patria potestad!

El 15 de mayo del presente año, en la Escuela Secundaria de Telsiai, durante un ensayo del coro, el alumno de la clase VI Egidijus Zelvys se quitó una corbata de pionero que se le había anudado, dado que él no pertenecía los pioneros. La prof. Pilipavičiene le asestó un golpe en la cara del alumno, mientras la prof. Petraityte dióse a injuriarlo con vocablos censurables. En castigo, a Zelvis no le permitieron participar en la presentación del coro. Esto lo vio un gran número de niños.

¿Acaso no son evidencias? ¡Y es solo una parte muy pequeña!

Hasta el presente, en Lituania Soviética no ha sido condenado ni un solo perseguidor de los creyentes. Nosotros exigimos que se castigue severamente a todos aquellos queinfringen el derecho soviético y el más elemental humanismo. Además, llamamos vues­tra atención sobre que no decrecen los hechos de esta coacción ateísta. La mayoría de las confusiones son provocadas por la inconveniente y parcial explicación de las leyes soviéticas por el Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos, P. Anilionis. En sus encuentros con los decanos, los sacerdotes, así como los funciona­rios soviéticos, siempre subraya que, mediante las leyes, se prohibe a los niños la participación en las celebraciones religiosas: coros, procesiones, Misas, etc. Mientras tanto, no existe tal prohibición en ningún documento legal. Por el contrario, el ex Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos,Tumėnas, en febrero de 1978 escribía en todos los periódicos del raion, que "todo aquel que lo desee, puede cumplir el culto religioso" (¡no solamente asistir, sino también cum­plir!). Sobre cualquier excepción de los niños, sobre cualquier limitación de edad, no hace la menor mención. Mientras tanto, la Constitución (art. 50) permite practicar el culto religioso sin excepciones. Por lo tanto permite la práctica (es decir: cantar, participar de las procesiones, etc.), y no ser un abribocas u observador pasivo.

Resulta absolutamente incomprensible el por que, al cambiarse los funcionarios del Soviet de Asuntos Religiosos, se cambie también la explicación de las leyes, ¡aunque estas mismas leyes no cambien! Por esa causa surgen las confusiones, las arbitrariedades y las protestas.

Creemos que, por lo menos en parte, hemos respondido a las imputaciones de los funcionarios soviéticos, de que nuestras acusaciones carecían de evidencias. Solicitamos insistentemente tomar ur­gentes medidas para prohibir la coacción ateísta. 17 de agosto de 1979.

Sacerdotes de la diócesis de Telsiai: (son 27 firmas)

Vincas Velavicius, Julius Miškinis, Jonas Petrauskis, Vincentas Senkus, Adomas Alminas, Tadas Poška, Jonas Bučinskas, Kazimieras Gasciunas, Julijonas Tamašauskas, Petras Bernotas, Jonas Kauneckas, Kazys Prialgauskas, Izidorius Juskis, Antanas Puodžiūnas.

Jonas Ilskis, Jonas Gedvilą, Vaclovas Stirbys, Juozas Jankauskas, Leonas Šapoka, Kazys Žukas, Anupras Žukas, Pranas Daugnora, Tomas Svamerys, Juozas Rutale, Henrikas Šulcas, Juozas Pacinskas, Klemensas Arlauskas,