En 1979 en la totalidad de Lituania se recolectaron firmas reclamando que fuera devuelta la iglesia católica Reina de la Paz de Klaipeda, arrebatada por los impíos.

Se reunieron 148.149 firmas, que fueron encuader­nadas en un tomo conformado por 1.589 páginas y enviado al Presidente del PSS de la URSS, L. Brezhnev. Se incluyeron en el tomo 56 fotografías.

Ofrecemos el texto de la exposición inserta al principio del libro y la copia del manifiesto bajo el cual firmaron 148.149 fieles de Lituania.

Al Presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS L. Brezhnev Copias a:

1)Consejo de Ministros de la RSSL,

2)Al Delegado en la RSS de Lituania del Soviet de Asuntos Religiosos adjunto al CM de la URSS, Anilionis,

3)A todos los Obispos y Administradores Diocesanos de Lituania,

4) Al Comité Católico para la Defensa de los Derechos de los Creyentes

EXPOSICIÓN

De los Católicos de Klaipėda y la totalidad de Lituania (Dirección: Klaipėda, cód. 235800, c. Tarybines Amrijos 41-5, presidente del Comité Parroquial Saunorius Jonas, Petro (hijo de — El T.)

Nosotros, católicos de Klaipėda y de la totalidad de Lituania, nos dirigimos respetuosamente a Vos, Presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, solicitando que nos ayudes para poder utilizar el edificio de la iglesia, que se encuentra en la calle Rumpsiskes No. 6. Esta iglesia, tras la obtención del permiso por escrito en 1956,firmado por el Presidente del CM de la RSSL M. Sumauskas, nosotros mismos la contruímos en 4 años con nuestras propias manos y nuestro propio peculio, adquiriendo los materiales de acuerdo a los cuotas gubernamentales.

Nos dirigimos en reiteración, dado que estimamos que nuestra primera exposición, firmada por más de tres mil creyentes, y la segunda, firmada por 10.241 representantes de los creyentes, enviada el 6.III.1979, no Os ha llegado, pues caso contrario ya hubiéramos recibido una resolución favorable.

Durante la guerra, las iglesias católicas fueron destruidas en nuestra ciudad, por lo cual, apenas hubo terminado, el Gobierno Soviético permitió la utilización por los católicos de una pequeña iglesia Bautista, la cual es utilizada hasta el presente, aunque la ciudad cuenta ya con más de 170.000 habitantes. Cuando en 1956 Klaipėda contaba con 80.000 habitantes, los creyentes, tratando de cumplir con sus obligacionees religiosas, rebasaban la capaci­dad de este pequeño templo. Por lo tanto, las autori­dades soviéticas es que dieron a los creyentes un permiso escrito para que construyeran una nueva y amplia iglesia. Elproyecto preparado por el arquitec­to Baltrenas y el ingeniero Zdanavičius, fué aprobado por el ingeniero superior de Klaipeda y otras reparticiones inherentes; se obtuvieron las cuotas para la adquisición legal de los materiales de construcción. En las iglesias de Klaipeda y otras ciudades, la gente donaba dinero para esta contruc-ción, que era depositado en el Banco Estatal, de donde se transfería para el pago de los materiales adquiri­dos. El 30 de junio de 1957, con la asistencia de varias decenas de miles de creyentes, el Obispo P. Mazelis bendijo solemnemente la piedra fundamental, bajo la cual se colocó un pergamino con el acta de fundación firmada. La construcción duró 4 años, a través de los cuales llegamos a recolectar 3 millones de rublos, valor de esa época. Nosotros mismo concurríamos a descargar los ladrillos, el cemento, el hierro. Para que no hubiera demora en la estadía de los vagones, hasta en horas de la noche cavábamos las zanjas para los cimientos con nuestras propias manos, los propios oficiales albañiles creyentes levantaban los muros, realizaban los trabajos de embellecimiento. En el verano de 1960 la iglesia ya estaba totalmente construida: poseía un sistema de calefacción, electrifi­cación, pisos de parquet, se habían construido 3 altares, se colocaron 14 cuadros de alabastro con el Via Crucis de Cristo. Para el mes de agosto de dicho año se había previsto la solemne bendición de esa iglesia. La habíamos denominado con el nombre de Reina de la Paz. Todos aquellos que trabajábamos o donábamos dinero para su construcción, pensábamos que levantando el Santuario de la Paz, en alguna medida nos sumaríamos a la paz, que en aquel entonces era tan anhelada.

Desgraciadamente, justo antes de que comenzára­mos a utilizarla para los asuntos del culto, las autoridades locales se dieron a la búsqueda de diversidad de pretextos con el fin de impedir la utilización de esta iglesia. Al principio, una comisión designada al efecto encabezada por el arquitecto de la ciudad de Klaipeda, Stumbras, dióse a motivar que no se podía utilizar la iglesia hasta tanto no hubiera sido probado el techo, pues corría peligro de desplomarse sobre los creyentes congregados en oración. Entonces, bajo la dirección del arquitecto Baltrenas, sobre el techo fué colocada la cantidad exigida de bloques de cemento. El techado resistió. Empero surgió otro pretexto. No resultaba posible la utilización de la iglesia sin otro cable eléctrico (auxiliar). Este cable, tras de recibida la provisión de la Dirección Suprema de Aprovisionamiento de Vilnius, quedó extendido. Entonces se exigió una escalinata de cemento armado hasta la punta de la torre para su desinfección, pintado, prevención de incendio, etc. Todo lo requeri­do fué cumplido, pero igualmente se impidió la utilización de la iglesia. Por cuanto las medidas administrativas no bastaron, recurrieron a las medi­das judiciales. Fueron arrestados y condenados los sacerdotes L. Povilonis y B. Burneikis.

(Los fieles son los únicos perjudicados):

Hasta el presente, a toda persona pensante le resulta incomprensible por qué son consideradas culpables las personas que con sus fondos y sus manos construyeron la iglesia, la que no pueden utilizar para las cuestiones del culto, aunque los sacerdotes que dirigieron su contrucción hubieran cometido algún delito. El Estado tiene la obligación de defender a la gente y a sus asuntos.

Al ser arrestados los sacerdotes, las autoridades locales cerraron con llave la iglesia, impidiendo la entrada de los fieles. Derribaron las torres, elimina­ron la estatua de María Reina de la Paz, que estaba colocada en el frente, removieron el mosaico graníti­co de Cristo Jesús, desarmaron todos los altares, destruyeron el fresco del altar mayor (la Reina de la Paz), destruyeron los bajorrelieves del Via Crucis, el friso adornado con cabezas de angelitos, desmantela­ron los vitrales de las ventanas y establecieron una sala de conciertos. Las personas que se oponían a este libre albedrío de las autoridades y exigían que no se destruyera la iglesia, fueron cargadas en camiones, transportadas muy lejos de la ciudad y dejadas allí.

Sobre el perjuicio cometido a los creyentes, se escribieron notas al Presidente del CM de la URSS, N. Khrushchev, empero él no defendió los derechos humanos, y así alrededor de 17 años estuvimos obligados a soportar el daño que se nos había inflingido, pisoteándose nuestras ansias de paz.

Vos, Presidente del Presidium del Soviet Supre­mo, habéis preparado la nueva Constitución, que fundamentalmente sin la menor discriminación defiende los derechos detodos los ciudadanos soviéti­cos. Nosotros estamos convencidos que, al enteraros del daño que se ha causado a los creyentes de la ciudad de Klaipeda y de la totalidad de la RSS de Lituania, con la mayor urgencia habréis de ordenar que se nos permita el uso de la iglesia contruída por nosotros mismos y orar en ella a María la Reina de la Paz por la paz de todo el mundo. Nosotros no dudamos de ello, dado que sabemos que Vos apreciáis la paz y de cuantos esfuerzos habéis dispensado en luchar por ella.

Adjunto:

1)Un libro de 1434 pág. con 143.869 firmas,

2)56 fotografías documentales.

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Al Presidente del Presidium del Soviet Supremo de la Unión Soviética, L. Brezhnev Copias:

1)Al Consejo de Ministros de la RSS de Lituania,

2)A todos los Obispos y Administradores de Diócesis de Lituania,

3)Al Comité Católico para la Defensa de los Derechos de los Creyentes

EXPOSICIÓN

de los católicos de la ciudad de Klaipeda y de toda la RSS de Lituania

Nosotros, los católicos de la ciudad de Klaipeda y de la totalidad de Lituania, nos dirigimos en reitera­ción a Vos, Presidente del Presidium del Soviet Supremo de la Unión Soviética, solicitando Vuestra ayuda para que nos sea devuelta la iglesia, que fuera construida con el permiso del Gobierno soviético en 1961, en Klaipeda en base a las donaciones y el empeño de todos los creyentes de Lituania. Poco después, esta iglesia fué quitada a los creyentes y convertida en sala de conciertos. Devolviéndonos la iglesia, Vos, Presidente, repararéis el daño causado a los creyentes y restauraréis la ilícita conducta de los dirigentes de ese entonces, y, además, demostraréis evidentemente que sois partidario de la paz, dado que este santuario fué construido como símbolo de la paz y denominado con el nombre de Reina de la Paz.

(El permiso para la construcción de la iglesia católica de Klaipeda fué obtenido el año 1956 del Soviet Supremo de la URSS y el CM de la URSS a través del CM de la RSSL. El permiso estaba firmado por Sumauskas, Presidente del CM de la RSSL. El 15.VIII.1960 se notificó que la iglesia era clausurada y se prohibía realizar oficios religiosos en ella. Los sacerdotes que dirigieron la construcción de la iglesia P. L. Povilonis (actualmente Obispo) y el P. P. Burneikis, el 26.11.1961 fueron llamados a responder judicialmente por ello. Antes de la detención de los sacerdotes, por decreto del CM de la RSSL el permiso de construcción fué derogado. Por un decreto del Presidente del Presidium del Soviet Supremo, N. Khrushchev, la iglesia fué clausurada en 1961).

Luego de la confiscación de esta iglesia nos dirigimos al Gobierno de la URSS, solicitando su devolución, pero nuestra solicitud no fué satisfecha. Los delegados católicos de la ciudad de Klaipeda y de toda Lituania, con fecha 6.III.1979, dirigieron por este motivo a Vos, Presidente y al Presidente del Soviet de Asuntos Religiosos, V. A. Kurojedov, una exposición que fué firmada por 10.241 creyentes. Al no recibir una respuesta afirmativa, nos dirigimos en reitera­ción a Vos, dirigente de la Unión Soviética, solicitan­do y sabiendo que si Vos nos apoyáis, ciertamente que nos será devuelta la iglesia en cuestión.

En Klaipeda existe solamente una iglesia católica pequeña (220 m2.), baja, miserable, en la cual la gente frecuentemente pierde el conocimiento por la aglome­ración y el ambiente irrespirable. Al no tener cabida en el interior, debe quedarse estacionada en la calle, pues el atrio también es diminuto. En la ciudad hay más de 170.000 habitantes y su número aumenta rápidamente todos los años, por lo cual numerosos fieles, procurando cumplir con sus obligaciones religiosas, deben viajar a las iglesias de otras parro­quias.

Además, Klaipeda, en su calidad de ciudad portuaria, es visitada por gran cantidad de marinos así como ciudadanos de muchas otras naciones. Algunos de ellos llegan también hasta la iglesia católica, y al penetrar resultan sorprendidos por esta única y tan miserable iglesia en toda la ciudad de Klaipeda. Ante su inquirimiento si esta es la única iglesia católica de Klaipeda, reciben la explicación que un amplio y bello santuario de la Reina de la Paz que fuera construido, resultó confiscado y convertido en sala de conciertos.

La devolución de este santuario redundaría en la promoción de la autoridad del Gobierno soviético no solamente en nuestro país, sino también en escala internacional, y su devolución saludada por toda la gente de buena voluntad del mundo.

Nosotros, los creyentes de toda Lituania, confia­mos en Vuestro apoyo, y esperamos Vuestra afirmati­va decisión. Caso contrario, Os seguiremos solicitando incesantemente hasta que nos sea devuelta la iglesia — santuario que nos pertenece.

Respetuosamente — los creyentes de la ciudad de Klaipeda y de la totalidad de la RSS de Lituania.

Los representantes de los creyentes de Klaipeda y de la totalidad de la RSS de Lituania — 148.149 firmas Klaipeda, 1.VII.1979.

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