El 28 de enero de 1980, en el Soviet de Asuntos Religiosos de Vilnius, los Obispos y los Administra­dores iniciaron las consabidas clases de instrucción. Esta instrucción — menoscabo tuvo que recordarles a los Ordinarios que ellos son absolutamente depen­dientes de las autoridades ateas. ¡Dificultamos si el Delegado P. Anilionis, cuando era primer secretario del raion de Kupiškis, les haya hablado así a los presidentes de los koljoses!

Dio comienzo a la instrucción A. Cesnavicius, sustituto del presidente del CM de la RSSL. He aquí sus pensamientos fundamentales:

A ellos les promueve preocupación ciertas mani­festaciones en Lituania; p. ej., los sacerdotes clandes­tinos (detalló sus nombres) — codiciosos, delin­cuentes, que anteriormente fueran condenados por hechos delictuosos, ignorantes. Y surge el interro­gante, ¿quién los consagró?

Interfirió el Obispo R. Krikščiūnas aclarando: "Ciertamente yo no los he consagrado, no los consagró el Obispo L. Povilonis, y tampoco los consagró el Obispo V. Sladkevičius".

Tendencias extremistas en el clero: portación de la Cruz a la Colina de las Cruces, celebración religiosa bajo cielo abierto (P. Alg. Mocius), peregrinación a Šiluva (P. P. Krikščiukaitis). Ambos sacerdotes serán llevados ante la Procuraduría.

El Comité Católico aterroriza a los sacerdotes, recoge rimas. Con especial furor se refirieron sobre el documento No. 5, que fuera firmado por dos Obispos y 522 sacerdotes.

¿Qué necesidad había de soliviantar a la gente y recolectar firmas para la reconquista de la iglesia de Klaipėda? Los católicos poseen una iglesia y que recen en ella. Ellos ni piensan en la devolución de la iglesia incautada.

La Iglesia debiera condenar tal extremismo de los sacerdotes. Ellos no lo tolerarían más.

Al finalizar, A. Cesnavicius observó que el Obispo

L. Povilonis tendría que manifestarse más activa­mente, — anteriormente él se encubría con el Obispo J. Labukas.

Al retiro de Cesnavicius, P. Anilionis prosiguió "educando" a los Ordinarios.

El Obispo R. Krikščiūnas dijo: "Los activistas nos tildaron de rojos. Nos chantagean a nosotros y a otros sacerdotes. Es interesante saber quien los financia. Las fotografías en colores del Comité Católico, que cuestan 2 rublos cada una, eran distribuidas gratis entre la multitud".

A ello contestó el Delegado: "Nosotros sabemos de donde vosotros recibís el dinero. Si no trabajáis — os lo quitaremos.

El Canónigo J. Andrikonis se quejó: "Cómo puede trabajar uno, si enseguida corren de otro para acusarlo" (Aparentemente, tenía in mente al Obispo V. Sladkevičius — Obs. de la Red.).

Los pensamientos más importantes del Delegado son los siguientes:

Ellos no tolerarían la transgresión de las leyes: marchas a la Colina de las Cruces, a los cementerios durante el Día de Animas, los oficios religiosos al aire libre.

El Seminario prepara muy mezquinamente a los sacerdotes. Se le debe conferir más derechos al Rector: él es quien debiera determinar la competen­cia del candidato. (Ninguno de los Ordinarios se pronunció contra el atentado de las autoridades a su jurisdicción. Obs. de la Red.).

Sobre los consejos sacerdotales. Para ellos resulta­ba lo mismo si existían o no; pero con esos consejos hay que tener cuidado, puesto que pretenden el gobierno (se mencionaron los nombres de dos sacerdotes vilnenses: M. Savickas y M. Petravičius).

Los sacerdotes no suministran datos sobre los buutizos, el sacramento del matrimonio y otros. Ciertas Curias ofrecen datos fraguados. Las Curias habrán de responder por este desorden.

Se debe luchar por la templanza. ¿Pero qué piensan los abstemios? He aquí que en la circular de los sacerdotes de Vilnius existe esta frase: "Instar a la incorporación en el movimiento de la restauración espiritual de la nación, cuyo primer paso es la templanza". Y cual será el segundo paso, y el tercero, — es lo que promueve la intranquilidad.

Todos los Obispos deben coordinar sus cartas pastorales con el Delegado. (Aquí felicitó al Obispo L. Povilonis). ¡Hete aquí que el Administrador Apostóli­co de Teisiai emitió una carta pastoral, que fué leída por Radio Vaticano!

El Delegado atacó especialmente al raion de Ukmerge y al Decano P. Antanas Danyla, porque hasta el presente no habían formalizado los acuerdos con los comités ejecutivos; empero el hecho de que ellos mismos habían realizado fraudulentamente dichos acuerdos, lo pasó por alto sin mencionarlo.

P. Anilionis amenazó con descubrir por televisión a estos sacerdotes ilegales, pero el Obispo R. Krikščiū­nas aconsejó no hacerlo, puesto que la gente, al conocer a estos sacerdotes por televisión, se acercaría más estrechamente a ellos.

Finalizando el Delegado observó que de parte de los Ordinarios debería haber mayor confianza en las autoridades soviéticas.

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