Šlavantai.

A la Procuraduría de la URSS Exposición

de los creyentes de la parroquia de Šlavantai

Nosotros, los creyentes de la parroquia de Šlavan­tai, nos encontramos profundamente conmovidos por todos esos hechos cuya victima resultó nuestro párroco el P. Juozas Zdebskis. A principios de octubre del corriente año numerosos automotores circulaban por el pueblo de Šlavantai. La gente los notaba detenerse aquí y allá, donde ciertos individuos sospechosos hasta modificaban la numeración de las máquinas. Estos vehículos seguían continuamente al cura párroco. En esos días, empleando un método no aclarado-radiación, materias químicas u otro procedi­miento — resultó quemado nuestro párroco, junto con el Ing. Vytautas Vaičiūnas que viajaba en su compañía. En el Hospital Republicano de Kaunas, al P. J. Zdebskis le fué diagnosticado quemaduras de II grado.

Últimamente, quien sabe por qué, se está persi­guiendo a los sacerdotes de Lituania: en Luoke fué salvajemente martirizado a muerte el P. Sapoka, en

Griskabudys, Kulautuva, Karmelava los sacerdotes resultaron cruelmente martirizados.

Solicitamos del Procurador la aclaración de estos hechos y la adopción de medidas para que no se repitan en el futuro.

Slavantai,              Firmaron 684 personas

Octubre de 1980.

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Kapsukas (ex Marijampole). En noviembre de 1980, la estatua de la Virgen María fué profanada de manera asaz inculta.

¿Hasta donde habrá de llegar el odio de los ateístas?

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Kapsukas. Este último tiempo los fieles lituanos fueron conmovidos por feroces hechos que se suce­dieron uno tras otro: el asesinato del P. Sapoka, la agresión al P. J. Zdebskis, la profanación del Santísi­mo Sacramento en una serie de iglesias, etc. Ante la evidencia de estos hechos, en una serie de parroquias los fieles se dirigieron a la Procuraduría de la RSSL con una presentación, solicitando que se adoptaran medidas a fin de poner término a las actividades de los exacerbados delincuentes no reprimidos por nadie. Una presentación similar fué enviada también por los fieles de la parroquia de Kapsukas.

El profesor de ateísmo de la Escuela Pedagógica de la ciudad de Kapsukas, Pangonis, ordenó a las alumnas de dicha escuela que vigilaran las personas que recolectaban firmas para las presentaciones, en defensa de los intereses de los creyentes, y trasmitir con urgencia lo averiguado al Comité Ejecutivo de la ciudad.

Surge la impresión, que los ateístas apoyan esta clase de delitos.

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Prienai. El 7 de noviembre de 1980 se halló en Prienai proclamas arrojadas en la calle, y también pegadas sobre las puertas de algunas viviendas de personajes del Partido.

En estos volantes de agitación se cuenta sobre los últimos dolorosos acontecimientos en nuestra nación: el asesinato del P. Sapoka, el lesionamiento del P. J. Zdebskis, las profanaciones del Santísimo Sacramen­to, etc.

El 17 de noviembre llegóse hasta el cura párroco de Prienai P. Juozas Uzupis un agente de la Seguridad, que dijo llamarse Algis. El chequista manifestó haber sido enviado por el jefe de la Seguridad de la RSSL y dio a conocer el citado volante al cura párroco. El visitante ordenó al párroco que advirtiera a su vicario, el P. Antanas Grazulis, sobre el posible surgimiento de imprevistos. "Noso­tros conjeturamos que este trabajo ha sido organizado por el P. A. Grazulis. Nos basamos en que, desde el pulpito, se ha referido sobre estos hechos a los fieles", — manifestó el de la Seguridad.

Esta ya es la tercera visita de la Seguridad a la parroquia de Prienai llevando similar mensaje.

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Kaunas. Los feligreses de Kaunas enviaron una denuncia al Procurador de la RSSL, porque los funcionarios estatales se entrometen en los asuntos internos del Seminario Eclesiástico, y por cuya orden fué expulsado el seminarista Aloyzas Volskis.

En noviembre de 1980, Saulius Kelpsa fué citado por la Procuraduría de la ciudad de Kaunas, donde se le aclaró que:

1. El seminarista A. Volskis no reverenció el himno soviético durante una conmemoración.

2.Se portó singularmente durante el sumario de instrucción del juicio de Anastazas Janulis, suminis­trando declaraciones falsas.

3.       Saludó a sacerdotes reaccionarios.

4. En el Seminario organizó grupos clandestinos para mantener diálogos.

A raíz de todas estas infracciones, explicó el Procurador, la dirección del Seminario "consultó" con el Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos y expulsó del Seminario al seminarista A. Volskis.

Valkininkai (raion de Varėna). El 12 de agosto de cte. año, el P. Algimantas Keina fué citado por el departamento de Valkininkai. Allí lo estaba esperan­do P. Anilionis, Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos, el sustituto del presidente del raion — Jakavonis y la presidenta del departamento — M. Markevičiene.

(¿Sacerdote ordenado por el Komintern):

En el transcurso de la conversación P. Anilionis acusó al P. A. Keina, porque en ocasión de las fiestas patronales el 6 de julio de 1980 había recibido un sacerdote invitado que pronunció un sermón extre­mista, lesionando a los ateos con las siguientes frases: "los ateos son pompas de jabón", "las escuelas producen tarados".

El Delegado exigió se eliminara a los niños menores de edad del coro parroquial y del altar. Además, advirtió que estaba prohibida la catequiza-ción de los niños (el 1.VII.1980 una mujer había explicado las verdades de la fe a 20 niños); el sacerdote no puede realizar colectas en la iglesia, tampoco colocar altoparlantes fuera del templo, a pesar de que todos los fieles no tienen cabida dentro de la iglesia. Acusó al P. A. Keina por haber pronunciado homilías extremistas, — recordándole la homilía pronunciada durante las fiestas patronales de la Madre de la Misericordia de la Puerta de la Aurora. (Durante esta homilía se promovió con hechos concretos la persecusión en las escuelas de los niños creyentes, y se explicó al mismo tiempo, que el

Procurador de la RSSL había apercibido sin funda­mento al P. S. Tamkevicius y al P. A. Svarinskas).

Además, P. Anilionis se mostró enfadado a causa de que el P. A. Keina, durante la imposición del Sacramento de la Confirmación, explicó a los feli­greses que el Obispo J. Steponavičius hacía ya 20 años que se encontraba desterrado sin el menor funda­mento, sin la menor culpa, por el simple motivo que había permanecido fiel a la Iglesia y no cumplió la exigencia gubernamental — echar a los niños del altar.

En el curso de la conversación, el Delegado "aleccionó" que en las homilías se debía exponer el Evangelio manteniéndose dentro de las resoluciones del Concilio Vaticano II. Resulta raro que un impío enseñe a los sacerdotes como pronunciar una homilía y reprenda por todo aquello que se practique siguiendo el Evangelio y las resoluciones del Concilio Vaticano II.

El Delegado tampoco dejó en el olvido anteriores "delitos" del P. Keina contra los ateos. Mencionó toda una serie de acusaciones: mientras trabajaba en la parroquia de Rieskutenai estuvo catequizando a los niños, en Valkininkai estuvo estimulando a los feligreses para que en las noches de invierno se reunieran en sus aldeas a fin de cantar el rosario en común, así como practicar los cantos de las Lamenta­ciones y los Horas de la Virgen; solicitó que las pensionadas tejieran una corona para adornar la iglesia; en los tiempos de Adviento y Cuaresma estimuló en los feligreses la abstención de mirar programas de televisión alegres e incongruentes, etc.

En las postrimerías de la conversación, el P. Keina preguntó a P. Anilionis si este gozaba el derecho de realizar el trabajo de sacerdote de acuerdo al derecho canónico, a las exigencias de la fe, a la Constitución de la RSSL y al derecho internacional, firmado por la URSS en las convenciones internacionales.

Seguidamente la réplica: "Yo soy el ejecutor de la ley . . . Desconocemos el derecho internacional. Allí ellos se reúnen, discuten ... es su cuestión. Nada se nos ha anunciado de eso a nosotros". He aquí como ve el Delegado al derecho internacional.

Recordó al finalizar: "No dejo nada por escrito, pero recuerda que hemos mantenido un diálogo contigo".

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Šiupyliai (raion de Šiauliai). El 13 de noviembre de 1980 llegaron a lo del cura párroco de Šiupyliai P. Antanas Ylius, el sustituto del presidente del Comité Ejecutivo del raion de Šiauliai Caparas y la presiden­ta del departamento de Gruzdžiai Krikstaniene. Se le leyó al sacerdote un apercibimiento del Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos, porque el 20 de octubre, sin tener el correspondiente permiso de las autoridades, en Joniskelys cumplió ceremonias de culto y pronunció un sermón inconveniente, infrin­giendo de tal manera el artículo 19 de las disposicio­nes sobre comunidades religiosas. El P. A. Ylius anotó de su puño y letra al pie del apercibimiento: "No realicé ceremonia alguna, sino que hice uso de la palabra ante la fosa".

N.B. La mayoría de los sacerdotes proceden muy acertadamente ignorando completamente tales aper­cibimientos (frecuentemente ni los firman).

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Endriejavas (raion de Klaipėda). El 18 de junio de 1980, inducidos por las autoridades del raion, se presentaron en la iglesia de Endriejavas el presidente del departamento Kolcas, la prosecretaria del koljose "Bolševikas" (El Bolchevique) Serniene y la ex secretaria del departamento, con objeto de ahuyentar a los niños que se preparaban para la Primera Comunión. Al no encontrar el sacerdote, atacaron al sacristán Bronius Poškus por enseñar a los niños las verdades de la fe y lo obligaron a concurrir al departamento para firmar el acta. El sacristán se negó a concurrir.

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Molėtai. El 24 de noviembre de 1980 Ona Pumpu­tiene, domiciliada en la ciudad de Molėtai, concurrió al hospital de Molėtai para visitar a la allí internada Banevičiene (de la aldea de Siaudiskiai). La enferma solicitó un sacerdote. El médico jefe Rimas Lideikis permitió la asistencia de un sacerdote. Al regresar Pumputiene a la sala fué enfrentada por la jefa del servicio de Enfermedades Internas Gene Kavaliu-niene. Esta, tras leer el permiso, lo rompió, repren­diendo severamente a Ona Pumputiene por haber osado pedir tal permiso.

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Didvyžiai. Los feligreses de la parroquia de Žalioji el día de los Fieles Difuntos rezaron en el cementerio, puesto que su iglesia ha sido convertida en molino. Las autoridades no lograron impedir la realización de las ceremonias religiosas. El 13 de octubre, el presidente del departamento de Klausučiai Adomas Gudynas trató de obligar al presidente del comité parroquial de Didvyžiai Juozas Matukaitis que eliminara los bancos del cementerio de Žalioji, negándose este a entrometerse en los asuntos de una parroquia ajena.

El P. Antanas Lukosaitis recibió el 13 de octubre una carta anónima diciendo: "No habrá celebración en ese cementerio, — sucederá lo mismo que en Griskabudys". (Este año el párroco de Griskabudys fué lesionado a golpes. Obs. de la Red.).

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(¿Médico ó siervo):

Vilnius. Durante el juicio de A. Terleckas estuvo enfermo el hijo de Sakaliene, y su madre fué licenciada varios días en su empleo. Aprovechando la oportunidad, Sakaliene concurrió al juicio. Finalizado el juicio, la Doctora Niunko, que extendiera el certificado de licencia a Sakaliene, fué presionada para que lo anulara, y cuando se negó a hacerlo, la obligaron a renunciar al empleo.

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(No existe censura . . ):

Vilkaviškis. El 18 de julio de 1980 Danute Kelme-liene pretendió enviar desde el correo de Vilkaviškis un telegrama de felicitación al P. V. Velavicius, miembro del Comité Católico DDC. El jefe de correos exigió se tacharan varias palabras del texto. Se mostró especialmente temeroso ante la sigla CCDDC. Además, inquirió en nombre de qué juventud se lo enviaba, donde estaba esa juventud. D. Kelmeliene no respondió a su interrogatorio, pero cuando trató de retirar el texto, el jefe no se lo entregó alegando que todavía sería necesario.

Adutiškis. El miembro del Grupo Lituano Helsinki P. Bronius Laurinavičius, el 22 de octubre del cte. año envió una nota de protesta al Procurador de la RSSL, a causa de que el 27 de septiembre de 1980 en "Tiesa" (La Verdad) se había publicado un artículo calumnio­so en su contra. B. Laurinavičius expresa que, durante el juicio de Julius Sasnauskas y Antanas Terleckas, fué interrogado si había firmado ciertos documentos (el juez mencionó varios números). El había solicitado se le enterara del contenido de esos documentos para así contestar con certeza, empero el juez no lo enteró de sus contenidos. B. Laurinavičius afirma no haber firmado aquellos documentos que le presentaban los provocadores. No había firmado el Memorándum de los 45 bálticos, a causa de que nadie se lo había solicitado, empero bajo ese memorándum tampoco figura su nombre y apellido. "De ninguna manera llego a entender, — escribe el P. B. Laurina­vičius, — en qué se basaron los autores del artículo de "Tiesa" para incluirme entre los testigos que testimo­niaron que en el manifiesto de los bálticos figuraban nombres y apellidos de personas que nada sabían y nada habían oído sobre el mencionado manifiesto. Sin quererlo surge la idea que los autores del artículo pretendieron comprometerme y calumniarme ante la comunidad". En su exposición, el P. B. Laurinavičius asegura que J. Sasnauskas y A. Terleckas son inocentes, puesto que poseían el derecho de defender a los agraviados y exigir que sea anulado el pacto Stalin-Ribentrop. Por consiguiente "solicito ante el Procurador de la RSSL la apelación de la sentencia del Supremo Tribunal por la que se condena a A. Terleckas y J. Sasnauskas" — finaliza su nota de protesta el P. B. Laurinavičius.

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