Silale. El 21 de enero de 1981 vino a Silale el delegado del SAR, Petras Anilionis. Convocó a los representantes de los comités parroquiales de todas las parroquias del raion, así como a los diputados de este, para explicarles las leyes soviéticas: no se puede impartir en grupo a los niños las verdades de la fe, a los niños menores de 18 años se les prohibe ayudar a Misa, así como hacer adoración, integrar el coro de la iglesia, etc.

Anunció públicamente que le derogaría el sacer­docio al vicario de Silale P. Vytautas Skiparis.

El maestro Uksas, de la escuela de ocho grados de Nevociai, preguntó: "¿Quién puede reprimir al vicario de Silale?" El delegado aconsejó dirigirse a los órganos judiciales.

*   *    *

Sakiai. El 10 de marzo de 1981 fueron convocados en el Comité Ejecutivo del raion de Sakiai los presidentes seccionales del raion, los directores de las escuelas y los representantes de los comités parroqui­ales. El relator Murnikovas dio lectura a una conferencia acerca de que los sacerdotes no observa­ban las leyes soviéticas, que los comités parroquiales estaban obligados a controlarlos, a fin de que no saquearan los fondos parroquiales, etc., etc. Al término de la conferencia, la gente presentó algunos interrogantes: ¿por qué las iglesias deben abonar por el suministro eléctrico a 25 kop. y no a 4 kp., por qué fué clausurada la iglesia de Klaipeda, por qué no existe la prensa religiosa? ... En sus respuestas el relator echaba de un saco vacío a uno roto.

A los representantes de los comités parroquiales les cabe ya sea no asistir en absoluto, y en caso de participación no callar sino promover públicamente los evidentísimos casos de discriminación.

*   *    *

Radviliškis. A principios de marzo de 1981, los presidentes de todos los comités parroquiales exis­tentes en el raion de Radviliškis recibieron una nota del siguiente tenor: "El 10 de marzo del cte. año a las 12 hs. en la sala del comité ejecutivo del raion (II piso), se realizará un seminario para los órganos ejecutivos de las comunidades y los miembros de sus comisiones revisoras, con el tema: "Los órganos ejecutivos y las comisiones revisoras de las asociaci­ones religiosas, sus derechos y deberes". En la nota se indicaba la cantidad de participantes. Firmaba el subrogante del presidente del comité ejecutivo, A. Krikstanas.

El 10 de marzo de 1981, conjuntamente con los representantes de los comités parroquiales concu­rrieron los siguientes sacerdotes: P. Jonas Babonas — cura párroco de Polekėle, P. Antanas Jokubauskas — cura párroco de Pociūnėliai y Palonai y el P. Juozas Vaicekauskas — cura párroco de Grinkiškis y Pasus-vis. Los miembros de los comités parroquiales eran registrados al hacer su ingreso en la sala de sesiones. Cuando el P. J. Vaicekauskas hubo entrado y tomado asiento junto a los miembros de los comités parroquia­les de Grinkiškis y Pasusvis, presentóse en la sala Alfredas Krikstanas, subrogante del presidente del comité ejecutivo del raion de Radviliškis. Pidió que el P. J. Vaicekauskas lo acompañara. Una vez salidos de la sala, A. Krikstanas y un agente del Delegado de Asuntos Religiosos exigieron que el sacerdote no participara de la reunión. El P. J. Vaicekauskas les explicó haber concurrido en lugar de Antanas Poškus, presidente del comité parroquial de Pasusvis, y con su expresa autorización, manifestando que participa­ría de la reunión conjuntamente con los represen­tantes de su iglesia. Regresó al salón. Algunos minutos después ingresaron en la sala el P. A. Jokubauskas y el P. J. Babonas. También entraron los presidentes de los comités ejecutivos seccionales y otros agentes soviéticos. Se dieron a agraviar a los sacerdotes: "Mirad que hocicos tan rellenos tienen . . . chupasangres . . . aprovechadores, observad las manos de la gente trabajadora . . . etc., etc.". Los creyentes que allí estaban, permanecían en silencio. El presidente del comité ejecutivo de la seccional de Daugelaiciai se destacó especialmente por sus agra­vios a los sacerdotes.

Volvió a aparecer A. Krikstanas en la sala. Severa­mente exigió que los sacerdotes abandonaran la sala. Entonces Vytautas Skardinskas, miembro del comité parroquial de Radviliškis, manifestó: "Si echáis a los sacerdotes, también saldremos todos nosotros". Asi­mismo se manifestaron intrépidamente los miem­bros de los comités parroquiales de Šeduva y Dam-brava.

Petras Anilionis, delegado del Comité de Asuntos Religiosos en esos momentos se hallaba en el gabinete de A. Krikstanas. Este varias veces corrió hasta él para aconsejarse.

Ante la segunda exigencia de A. Krikstanas para que los sacerdotes abandonaran la sala, se incorporó Povilas Liutkus, presidente del comité parroquial de Grinkiškis, para mostrar la invitación diciendo: "En la invitación no se indica la prohibición de participar de los sacerdotes, por lo que nosotros deseamos que se quede nuestro sacerdote". El P. A. Jokubauskas afirmó: "La gente me eligió presidente del comité parroquial de Pociūnėliai, por lo cual poseo el derecho de participar". "¡Nosotros no os reconoce­mos!" — respondió Krikstanas. "Nuestra Iglesia Católica está gobernada por el Papa, los Obispos y los sacerdotes. No necesitamos la iglesia de Petras Anilionis, no necesitamos la iglesia de Krikstanas", — respondió J. Vaicekauskas. Un tipo sentado detrás del sacerdote, por lo visto un agente de la Seguridad, espetó: "¡Yo te voy a aclarar que es la Iglesia Católica. Ya nos encontraremos!"

Los miembros de los comités parroquiales re­prochaban a los ateístas de la sala por el asesinato de los sacerdotes, la persecusión de los niños creyentes, la mala educación de la juventud, la destrucción de los ventanales de los templos, etc. etc. Uno de los ateístas de la sala replicó airadamente, que los culpables de la perversión reinante en la comunidad soviética son los sacerdotes y la Iglesia. Otros se mofaban de los creyentes.

A. Krikstanas amenazó a los representantes de los comités parroquiales, que en caso de que apoyaran a los sacerdotes, serían eliminados de los comités parroquiales, siendo elegidos otros en su lugar. El P. J. Babonas, secretario del comité parroquial de Polekėle, expresó: "El comité parroquial es elegido por los fieles, y no por el comité ejecutivo del raion de Radviliškis".

Las discusiones se prolongaron por más de 30 minutos. Finalmente, A. Krikstanas se presentó nuevamente en la sala y manifestó que si los sacerdotas no se retiraban sería llamada la milicia. Y por cierto que a los 10 minutos volvió a entrar A. Krikstanas, y junto con él dos milicianos uniformados. A. Krikstanas arremetió primeramente contra el P. A. Jokubauskas. En ese instante se incorporaron de sus asientos y, en silencio, iniciaron su retiro del salón los miembros de los comités parroquiales de Radviliškis, Šeduva, Polekėle, Grinkiškis, Pasusvis y otras.

Mientras abandonaban el salón los miembros de los comités de Grinkiškis y Pasusvis, A. Krikstanas los amenazaba: "Si os vais, seréis despedidos del comité parroquial. ¡Os lamentaréis!" El agente de la dependencia de Asuntos Religiosos (rehusó identifi­carse) también trató de retener a los creyentes, pero sin éxito. Quedaron en el salón solamente los presidentes de los comités seccionales y otros agentes ateístas.

*    *    *

Los funcionarios de la dependencia del delegado del Consejo de Asuntos Religiosos llevan a cabo reuniones similares en la totalidad de los raion de Lituania. Su finalidad es la de acostumbrar a los creyentes a cumplir el "Reglamento de las asociacio­nes religiosas", y persuadir que el sacerdote es una nada en la parroquia, mientras que la veintena (comité parroquial compuesto por 20 personas. N. del T.) ideada por los ateístas lo es todo.

*    *    *