A mediados de mayo de 1973, los creyentes de Lituania enviaron al Presidium del Soviet Supremo de la URSS una denuncia y dos exposiciones, que fueron firmados por millares de creyentes. Estas exposiciones surgieron a causa de que no cesa la discriminación de los creyentes.

Como fueron recolectadas las firmas

Los textos de las exposiciones se propagaron de mano en mano a través de toda Lituania. En cada hoja, donde debían firmar los creyentes, figuraba el texto completo de la exposición, del cual debía tomar conocimiento el firmante. Se encontraron muchas personas que, estimulados por su profunda fe, sufriendo dolorosamente las restricciones de los derechos de la Patria y de la Iglesia, sacrificaron mucho tiempo y esfuerzos, hasta que recolectaron 30.782 firmas. Es que todo debía hacerse en el tiempo libre de los trabajos, con riesgo constante de caer en manos de la seguridad. Quien no haya recolectado firmas en nuestras condiciones, nunca comprenderá cuanto heroísmo y sacrificio demostraron los recolec­tores de firmas.

¿Cómo reaccionaron los creyentes, al serles solicitada la firma? Muchos firmaban estusiasta-mente, sin hesitar, especialmente, si les resultaba clara la personalidad del recolector. En las ocasiones en que el recolector les era desconocido, muchos dudaban si no sería una provocación del gobierno, o si no se iba a perjudicar la Iglesia y los creyentes. Algunos padres, por miedo, impedían que sus hijos firmaran.

Era muy evidente, que recolectar firmas en las cercanías de las iglesias, resultaba arriesgado, por lo cual casi todas las firmas se obtuvieron en las casas de los creyentes. La recolección de firmas duró alrede­dor de mes y medio. Algunas hojas cayeron en manos de individuos dudosos que, por su inconciencia o mala voluntad las arruinaron y, por consiguiente, hubo que borrar parte de las firmas.

Los órganos de seguridad del Estado supieron pronto sobre la recolección de firmas y comenzaron a cazar a los recolectores de firmas. En Kaunas, en lo de V. Grinceviciute fué hecha una requisa, pues alguien la denunció como recolectando firmas. Varias veces fué citada para interrogarla. A los investiga­dores lo que más les interesaba era quien había organizado la recolección de firmas.

En la parroquia de Kapčiamiestis, raion de Lazdijai, los de la seguridad estuvieron cazando a cierta mujer que, según noticias de los de seguridad, recolectaba firmas. Parece que no tuvieron éxito en cazarla.

La seguridad de Panevėžys le quitó las hojas a la habitante de la aldea de Steponiskis, Rudiene. La mujer fué interrogada de donde había obtenido los textos de las exposiciones, también fué amenazada con la quita de los derechos de patria potestad.

En el raion de Ignalina algunos sacerdotes fueron interrogados, pues alguien le avisó a la seguridad sobre la recolección de firmas.

El delegado del soviet de Asuntos Religiosos, K. Tumenas, le ordenó a los obispos y administradores, influir ante los sacerdotes decanos, para que estos no adhirieran y hasta entorpecieran la recolección de firmas junto a las iglesias.

En muchas localidades de Lituania, p. ej. en Klaipeda, Kapsukas y otras, los funcionarios guberna­mentales advirtieron a los párrocos lugareños para que no fueran recolectadas firmas.

Luego de tal reacción de la seguridad, espontánea­mente surgió el interrogante: ¿qué significado habría de enviar exposiciones con firmas a las instituciones soviéticas? O solamente para que, teniendo las firmas, pudieran interrogar a los firmantes, amenazándolos con despedirlos del trabajo, de la escuela, etc. Además, teniendo en sus manos las firmas, los empleados de la seguridad podrían calumniar a los creyentes de que las firmas eran apócrifas, de que tantos miles no habían firmado, etc.

Algunos creen, si no sería mejor no dirigirse para nada a las instituciones gubernamentales soviéticas, sino intentar pasar a través de "la cortina de hierro" y dirigirse a la conciencia de todo el mundo.

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(La denuncia a Moscú):

Más abajo ofrecemos los textos completos de la denuncia y las dos exposiciones de los creyentes de Lituania.

Al Presidium del Soviet Supremo de la URSS Con copia a: Delegado del soviet de Asuntos Religiosos, K. Tumenas

Denuncia

de los creyentes de Lituania

En el decreto del 12-IV-1968 del Presidium del Soviet Supremo de la URSS "Sobre la reglamenta­ción de la consideración de los ofrecimientos, exposi­ciones y denuncias de los ciudadanos", se dice: "En las condiciones del actual desarrollo de la comunidad soviética, las denuncias son comunmente la forma con la que se reacciona ante los hechos de infracción de los intereses de los derechos ciudadanos, defendi­dos por la ley . . . Ellos demuestran, también, que todavía existen graves faltas en el trabajo de muchos órganos nacionales y comunitarios."

El presidente del soviet de Asuntos Religiosos, V. Kurojedov, escribe: "Hay que reaccionar especial­mente sensiblemente ante las denuncias de los creyentes, de que son lesionados sus derechos. Se deben considerar todas las denuncias y resolverlas manteniéndose estrictamente en el decreto del 12-IV-1968 del Presidium del Soviet Supremo de la URSS." (La Religión y la Ley, 1971, pág. 24).

A principios de marzo de 1973, nosotros, los creyentes de Lituania, resolvimos dirigirnos a las instituciones gubernamentales soviéticas de Lituania, solicitando se pusiera fin a la discriminación de los educandos religiosos, sin obligarlos a hablar y actuar en contra de sus convicciones, enseñar objetivamente la historia en las escuelas y no limitar la publicación de la más elemental literatura religiosa. Para que el gobierno soviético puedaconocer la opinión de los creyentes de Lituania, fueron recolectadas firmas al pie de las denuncias dirigidas al Ministerio de Educación de la RSSL y al delegado del soviet de Asuntos Religiosos K. Tumenas. Si se debe creer en la prensa soviética, entonces todos aquellos que notifi­can a los órganos gubernamentales sobre los males existentes, que exigen se los subsane, — fortalecen la justicia social, participan en el gobierno nacional y son personas morales y dignas de respeto. (Según "Svyturys", 1973, No. 6, pág. 8-10).

Empero, apenas los funcionarios de la seguridad nacional supieron sobre la recolección de firmas, se inició "la caza de brujas": requisas en casas de gente inocente, interrogatorios y amenazas de encarcela­miento. Así se comportaron los de la seguridad de Vilnius, Kaunas, Panevezys, Lazdija, Ignalina, etc. El delegado del soviet de Asuntos Religiosos, K. Tumenas, le ordenó a los obispos y administradores de Lituania, que a través de los decanos y los sacerdotes, se le impidiera a la gente recolectar firmas. Los de seguridad lograron quitar parte de las firmas.

A pesar de esta "sensible reacción ante las denuncias de los creyentes", al pie de la exposición, dirigida al Ministerio de Educación de la RSSL, firmaron 14.284 creyentes, y al pie de la exposición al delegado del soviet de Asuntos Religiosos — 16.498 creyentes.

Por cuanto los funcionarios de la seguridad de Estado, justipreciaron como delito político el dirigirse al gobierno soviético y terrorizan a los recolectores de firmas, entonces nos abstenemos de enviar los originales con todas las firmas a las instituciones antes mencionadas. Ello será realizado en la oportu­nidad, cuando los creyentes confíen en la buena voluntad del gobierno soviético y cuando los funcio­narios de la seguridad de Estado no se entrometan en los asuntos religiosos de los creyentes.

El Presidium del Soviet Supremo de la URSS solicitó se expresara la opinión sobre el proyecto de los fundamentos de la ley de instrucción popular, que a principios del mes de abril del corriente año presentó el Soviet de Ministros de la URSS. El proyecto hace caso omiso total de los derechos de los padres creyentes y de sus hijos. Está en oposición al artículo quinto de la "Convención sobre la lucha con la discriminación en la esfera de la educación", adoptada en París el 14-15 de diciembre de 1960, que exige para los padres: ". . . asegurar la educación religiosa y moral de los niños, correspondientemente a sus convicciones." La exposición nuestra, de los creyentes, al Ministerio de Educación de la RSSL dará a conocer suficientemente, que clase de educa­ción e instrucción para los hijos de los padres creyentes es ahnelado en Lituania.

Adjunto: Texto de la exposición al Ministerio de Educación de la RSSL.

Texto de la exposición al delegado del soviet de Asuntos Religiosos, K. Tumenas.

14 de mayo de 1973.

(Denuncia al gobierno de Lituania):

Al Ministerio de Educación de la RSSL Exposición

de los educandos de Lituania y de sus padres

Nosotros, los educandos y padres, comprendiendo perfectamente los fines y las obligaciones de la escuela para con la joven generación, nos desengaña­mos frecuentemente, pues a los educandos no se les ofrece aquello que en realidad necesitan.

En el manual "Ciencia general" se dice: "El patriotismo es una de las mejores expresiones de la naturaleza del hombre ... Se manifiesta por el amor al país en el cual nacimos y crecimos, en el amor a su historia . . . "¿Cómo pueden conocer los educandos el pasado de Lituania, si la "Historia de la RSS de Lituania", de J. Jurginis, es demasiado breve — apenas 100 páginas — y parcial, mientras la "Historia de la RSS de Lituania" de A. Gaigalaite (148 pág.) relata solamente sobre el movimiento revolucionario y los años de postguerra? Por su parte, la "Historia de la URSS" está formada por cuatro partes — en total 650 páginas. Por lo tanto, los educandos, sabiendo mucho sobre Pugachov, Pedro I, etc., nada conocen sobre el honroso pasado de Lituania.

El mayor de los males es el ateísmo inoculado por la fuerza a los educandos. Se dice que la religión es en la Unión Soviética, una cosa privada, de todo ciudadano, que la Constitución de la URSS les garantiza a todos la libertad de conciencia, pero la práctica de la existencia indica algo distinto.

Los educandos religiosos más de una vez son objeto de burla, de reconvención por la práctica de la religión; con sus caricaturas "se adornan" los periódi­cos murales de las escuelas. Se les quita a los educandos las medallitas y las cruces. A veces los maestros hasta sacan a los alumnos de las iglesias, p. ej. en los sepelios.

Los educandos religiosos son obligados a hablar y escribir en contra de sus convicciones, dibujar caricaturas antirreligiosas. Los que rechazan ser hipócritas, se les clasifica con dos o con uno.

Los maestros coaccionan a los educandos religiosos a incorporarse a las organizaciones y grupos ateístas, y por esa causa muchos son instados a la hipocresía.

Parte de los maestros utilizan las clases para la propaganda ateísta. El ateísmo es propagado en la escuela y fuera de sus paredes, hasta con la utiliza­ción del engaño, p. ej. mostrando "milagros", burlán­dose ferozmente, así como desvirtuando la fe católica.

A veces en conducta se clasifica hasta suficiente, sólo por concurrir a la iglesia. En las características se anotan las convicciones de los educandos, y de ese modo se les entorpece la incorporación a las escuelas superiores.

Los educandos, frecuentemente deben responder en cuestionarios a las preguntas que aluden a sus convicciones religiosas. Nos resulta incomprensible, ¿por qué ese entrometimiento compulsivo en las conciencias? Parte de los educandos, al no querer descubrir sus convicciones, responden hipócrita­mente a dichas preguntas. ¿A quién beneficia eso?

Hemos mencionado solamente algunas circunstan­cias del abuso de la conciencia de los educandos, y aún esos obligan a pensar que a la escuela soviética le interesa mayormente no la educación o la instruc­ción, sino la ateización. Una "educación" así destruye la autoridad de la escuela, y a los educandos les produce un daño irreparable.

Ya estamos hartos de la ateización compulsiva, y eso promueve la reacción—el desapego de las ideas inculcadas por la fuerza. ¿Por qué ese comportamien­to en las escuelas, si la Constitución de la URSS proclama la libertad de conciencia?

Por lo tanto, nosotros solicitamos del Ministerio de Educación poner término a esas perniciosas expresi­ones en la escuela, para que nadie impida a los educandos gozar de la libertad de conciencia.

Marzo de 1973. 14.284 firmas.

N. B. Firmó un 25 por ciento de educandos.

 

(Exposición al delegado del SAR):

Al delegado del soviet de Asuntos Religiosos

K. Tumėnas

Exposición

de los creyentes de Lituania

El 1 de marzo de 1973, en el periódico "Gimtasis kraštas" (País natal), hemos leído una exposición del Obispo R. Krikščiūnas:

"Los católicos de Lituania editan los libros que necesitan. Hace poco hemos impreso "Romos Katali­ku Apeigynas Lietuvos Vyskupijoms" (Manual Cató­lico Romano para las Diócesis de Lituania), "Maldy­nas" (Libro de Oraciones) "II Vatikano Susirinkimo Nutarimai" (Resoluciones del Concilio Vaticano II) y otros libros. He aquí, que todavía huele a tinta de imprenta una obra muy significativa — "Šventojo

Rasto Naujasis Testamentas" (El Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras)".

Nosotros, los creyentes, quisimos adquirir "Las Sagradas Escrituras". Desgraciadamente, los sacer­dotes lugareños nos explicaron que de "Las Sagradas Escrituras" recibieron apenas algunos pocos ejemplares — más o menos a 300 creyentes por 1 libro . . .

Si para los católicos de Lituania se editan libros que les son necesarios, entonces ¿por qué en los años de postguerra no editaron el libro más necesario — el catecismo? ¿Por qué se han editado apenas 10.000 ejemplares de "Las Sagradas Escrituras"? ¿Por qué no vimos con nuestros ojos las "Resoluciones del Concilio Vaticano II", no pudimos conseguir el "Libro de Oraciones", aunque ese libro debería poseerlo todo católico? Y esto no basta, ¿por qué no pudiendo conseguirlo nosotros mismos "Las Sagradas Escritu­ras", hemos oído que alguien las envía en millares de ejemplares a los lituanos del exterior? ¿Acaso tendremos que solicitar a nuestros parientes del exterior, que nos envíen "Las Sagradas Escrituras" impresas en Lituania?

Por cuanto nos fué aclarado que los libros religiosos en reducidos tirajes no los editan los católicos, sino, a solicitud del Obispo y con la intervención Vuestra, Delegado, el gobierno soviético, entonces solicitamos que se ocupe de que sea permitido imprimir repetidamente "Las Sagradas Escrituras" y el "Libro de Oraciones", en cantidad que alcance para que cada una de las familias católicas pueda adquirir por lo menos un ejemplar de cada uno. Además, solicitamos permiso para publicar un amplio catecismo. Caso contrario, nos resultará muy difícil creer en cualesquiera exposiciones sobre la edición de los libros católicos más necesarios en Lituania Soviética.

Marzo de 1973. 16.948 firmas.