LOS SUCESOS DE KLAIPEDA

(Construcción de una iglesia y su destino):

En 1945, finalizando ya la guerra, la iglesia católica de material, de Klaipeda, fué minada y dinamitada por el ejército hitlerista. Testimonian el hecho los habitantes del lugar.

Después de la guerra creció prestamente la cantidad de lituanos. En la actual Klaipeda hay 85.000 lituanos, 43.000 rusos (datos estadístidos del año 1970). La mayoría de los católicos son creyentes. P. ej., solamente durante los cultos de Cuaresma unas 8000 personas tomaron la Santa Comunión.

(Permitieron la construcción de la iglesia en tiempos de Malenkov):

Después de la guerra, el gobierno soviético permitió que los católicos lituanos utilizaran una pequeña iglesia de sectantes alemanes en la calle Bokstai. Durante los cultos se producían grandes hacinamientos, la gente se desmayaba; los católicos comenzaron a solicitar permiso para construir una iglesia más grande.

En 1954, el párroco de Klaipeda (actual Obispo Povilonis) obtuvo el permiso para la construcción de una iglesia nueva. En ese entonces el jefe del gobierno de la Unión Soviética era Malenkov: había amainado algo la persecusión de los creyentes en Lituania. Los creyentes eran instados a colaborar para el mantenimiento de la paz en todo el mundo. Indudablemente que el permiso para construir la iglesia en Klaipeda fué otorgado, también con fines de propaganda, puesto que a Klaipeda llegan muchos marineros extranjeros.

— Construyan de tal modo que el campanario pueda ser visto hasta del mar, — decían los represen­tantes gubernamentales.

Aunque en aquel entonces, en la Klaipeda destrui­da por la guerra, escaseaban sumamente los mate­riales de construcción, pero el gobierno permitió que se utilizaran fondos de materiales para la construcción de la iglesia. A principios de la construcción, pareció que, de parte de las autoridades, no existía ninguna mala voluntad para quitar posteriormente la iglesia terminada y utilizarla para fines profanos.

El 30 de junio de 1957, el administrador apostólico de la diócesis de Telsiai, P. Mazelis, bendijo los cimientos de la nueva iglesia de Klaipeda en cons­trucción, en los cuales fué incorporado un acta del siguiente tenor: "Los católicos de Klaipeda y de toda Lituania, confiándose al maternal amparo de María, con sus donaciones construyen la iglesia de la Reina de la Paz en Klaipeda, cuyos cimientos bendijo el 30 de junio de 1957 S.E. el Administrador Apostólico de Telsiai, Obispo Petras Mazelis."

"Construímos la iglesia en honor de la Reina de la Paz, — decía en su llamamiento a los católicos de Lituania, el comité pro templo de la parroquia católica de Klaipeda. — Con ello deseamos acentuar, que sobre las orillas del Báltico no queremos ver más los incendios y las destrucciones de la guerra".

Se recolectaron fondos para la construcción de la iglesia en toda Lituania. Los católicos de Klaipeda se sentían muy contentos y colaboraron entusiasmada-mente para la construcción de la iglesia. Aunque el terreno destinado se encontraba en un lugar muy pantanoso, en pocas semanas la gente rellenó el pantano, transportando la tierra en carretillas y hasta en canastos. A su regreso del trabajo los creyentes se apresuraban a colaborar y trabajaban hasta la noche.

Los transportistas, en sus ratos libres trasladaban los materiales necesarios para la construcción de la iglesia, recogiendo los ladrillos en desuso de entre los escombros. Hasta los inspectores de automotores "no veían" a los transportistas que colaboraban con sus automotores en la construcción de la iglesia. Hasta los funcionarios se sumaban a colaborar con los creyentes. Entre los colaboradores se vieron hasta aquellos que anteriormente nunca concurrían a la iglesia.

Para la construcción de la iglesia los creyentes donaron unos 3 millones de rublos. Hasta los católicos pobres, con alegría donaron sus ahorros para la construcción de la iglesia. Un obrero, que llevó una considerable suma de dinero, expresó: "Junto con los ladrillos, amuren dentro de las paredes de la iglesia, mi propio corazón." Se supo que dicho obrero, que mantenía una familia numerosa, había donado todo un mes de sueldo. Al vender cualquier cosa, la gente destinaba parte del dinero obtenido para la iglesia.

(Despojaron la iglesia en tiempos de Kruschev):

En el verano de 1960 los trabajos de construcción de la iglesia quedaron terminados, y el día de la Asunción de la Virgen debían realizarse los festejos de la bendición de la iglesia. Desgraciadamente, se produjo otra "explosión", similar a la de los hitleris-tas. Al congregarse los creyentes para la celebración de la bendición de la iglesia, hallaron las puertas clausuradas con tablones.

— ¡El gobierno no permite la apertura de la iglesia!

— ¡Los ateos nos quitan la iglesia!

Tales exclamaciones volaban de labios en labios, hiriendo inhumanamente a los creyentes. Todos se sentían pisoteados y engañados.

¿Por qué fué clausurada la iglesia?

Algunos trabajadores partidarios explicaban así: Nikita Kruschev, al saber que en Klaipeda se había construido una iglesia, gritó enfurecido: "¡Prohibo su habilitación!" La prohibición fué trasmitida al gobier­no de la RSSL, y la habilitación de la iglesia quedó suspendida.

Para la clausura de la iglesia, sin duda, se agregaron también las denuncias de los ateístas a Moscú. Ellos temían que ahora se desmoronaría la propaganda ateísta.

Los ateístas procedieron ferozmente con la iglesia. Durante la noche, el ejército con tractores derribó la torre. Los valiosos relieves de yeso del Via Crucis fueron destrozados y arrojados al barrial. El único arma de la gente contra el libre albedrío del ejército y la milicia fueron las lágrimas. Los funcionarios de la milicia los corrieron y trasladaron bajo arresto. A otros los transportaron en camiones unos 40-50 kilómetros fuera de la ciudad y burlándose les ordenaron regresar a pie. Tamaño cruel comporta­miento con la iglesia y los creyentes resulta incom­prensible en cualquier nación que respete los dere­chos humanos. Los creyentes, con cuyas donaciones y sudor fué construida la iglesia, se sintieron inmensa­mente perjudicados.

—       He aquí como es la verdadera faz de un gobierno ateo, — a través de las lágrimas hablaba la gente.

—       Debemos quejarnos más arriba . . .

—       A quién te podrás quejar, cuando los creyentes están marginados de la ley. El gobierno ateo no defenderá nuestros derechos.

Las autoridades, temiendo una rebelión de creyentes, había enviado unos 200 milicianos.

A principios de 1961 fueron arrestados los sacer­dotes de Klaipeda Povilonis y Burneikis, y condena­dos a prisión. El P. Talaisis fué desterrado de Klaipeda.

Actualmente, en la nueva iglesia de Klaipeda se ha establecido una asociación popular de música. Al principio la comunidad creyente, tanto lituanos como rusos, no asistían a los conciertos. Hubo ocasiones, en que participaban en el escenario 50 artistas, y en la sala había 5 espectadores. Los rusos decían: "Nosotros no vamos a la iglesia . . ."

Los católicos siguen sufriendo en la diminuta iglesia. Los domingos y días festivos, en las horas de culto, puede verse continuamente sacar afuera a gente desmayada. A principios del presente año, los católicos, oyendo las incesantes pláticas de los ateístas de que los derechos de los creyentes no son coartados que se debe respetar la gente de cualquier convicción, decidió dirigirse a las autoridades de la Unión Soviética, solicitando la devolución de la iglesia. Con mucha cautela se estuvo recogiendo firmas durante varios meses, pero por la persecusión de la KGB debió interrumpirse dicha recolección.

(Solicitud por la iglesia de los creyentes):

Antes de Pascua fué enviada a Moscú desde el territorio de la RSSR (para que los órganos de la KGB de la RSS de Lituania no la confiscara) una solicitud del siguiente tenor.

Al Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética L. Brezhnev, Moscú

Solicitud

de los católicos de la ciudad de Klaipeda de la RSS de Lituania

Entre 1956 y 1961, con permiso del Soviet de Ministros de Lituania y con fondos de los creyentes, en Klaipeda fué construida y terminada totalmente una iglesia católica. Pero el gobierno no permitió que se la utilizara y la conviritió en salón de conciertos.

El edificio, en el cual ahora se realizan los cultos católicos, no es conveniente, está en mal estado, es pequeño y en ciertas festividades los fieles están obligados a permanecer en la callé. Ya el propio hecho de que fuera permitida la construcción de una iglesia en Klaipeda, demuestra que el actual edificio, en el cual se realizan los cultos, es inconveniente.

Nosotros, los creyentes, nos dirigimos a Usted, solicitando y confiando que habrá de comprender nuestra esperanza y que Usted normalizará dentro de poco la situación—restablecerá el daño producido a los creyentes, devolviéndonos la iglesia construida con nuestros peculios.

Confirmamos el pedido con las siguientes firmas.

RSS de Lituania, Klaipeda

19-111-1972.

Este petitorio fué firmado por 3023 fieles.

Mientras tanto, reaccionaron ante el petitorio de los klaipedianos solamente los órganos de la KGB. Por cuanto el petitorio fué enviado a Moscú bajo la dirección del klaipediano Jonas Saunorius, entonces los órganos de la KGB lo citaron ya tres veces, intentando establecer quienes eran los iniciadores-or­ganizadores del petitorio. Con la misma finalidad K. Saunorius fué llamado a Vilnius por el delegado Rugienis.

Durante los oficios religiosos del primer día de Pascua de 1972, fueron detenidos por los órganos de la KGB dos fotógrafos-aficionados, que deseaban foto­grafiar, a la multitud de fieles que rezaba afuera. Los fotógrafos fueron acusados de sacar fotos para el exterior. "Allí con las manos extendidas esperan tales fotografías", rezongaban los funcionarios de la segu­ridad.

Los klaipedianos se preparan para dirigirse nueva­mente al gobierno de la URSS, solicitando se les devuelva la iglesia.