RAION DE KAPSUKAS
(El por qué el cura párroco Dumbliauskas se ganó el desfavor):
El 19 de junio de 1972, hallándose los niños reunidos para el catecismo, a la iglesia deŠunskai llegaron varias personas del raion de Kapsukas para escuchar lo que el párroco les hablaba a los padres y a los hijos.
El 22 de junio llegaron del raion cuatro funcionarios: el subrogante del presidente del raion, Markevičius, el director de finanzas, Karbockas, la secretaria de la Juventud Comunista de Sunskas y, parece ser, un funcionario de la KGB. El cura párroco P. Petras Dumbliauskas recibió a los funcionarios en la puerta de la iglesia, pero la intención de estos no era la de conversar con el párroco, sino de verificar como eran catequizados los niños.
Los funcionarios contaron en el interior de la iglesia 58 niños y 18 padres. Allí mismo formularon un acta, que firmó el párroco.
Al día siguiente, el cura párroco fué citado por el comité ejecutivo, y el subroganteMarkevičius le ordenó escribir una aclaración. El P. P. Dumbliauskas escribió que, cumpliendo sus obligaciones sacerdotales, enseñaba las verdades de la fe a los padres, a las madres y a los hijos, que habían sido traídos por los padres. Observado por los representantes del gobierno, les recordaría a los padres que por sí mismos prepararan sus hijos para la Primer Comunión.
— ¿Los podré examinar? — preguntó el cura párroco al subrogante del presidente del raion.
No se les puede examinar.
Esto lo permite hasta Rugienis.
Ni Rugienis, ni el Obispo son la ley, — retrucó categóricamente Markevičius.
Durante una semana entera concurrieron los niños de la parroquia de Sunskas a la casa parroquial para el examen de las verdades de la fe. Diariamente estaban de guardia junto a la iglesia funcionarios de la KGB, observando lo que hacía el párroco. Ellos fotografiaron a la gente que entraba y salía de la iglesia, a las máquinas que llegaban.
El procurador del raion de Kapsukas y secretario del partido del koljose I. Laukaitis,visitaba a la gente y la interrogaba sobre como los niños eran enseñandos en las verdades de la fe. La gente reaccionó diversamente: unos se asustaron, mientras que otros dijeron: "No se meta en asuntos ajenos. Nosotros somos católicos y deseamos educar a nuestros hijos católicamente".
También los funcionarios de la KGB interrogaban a la gente.
Estos hechos demostraron a la gente cuan débil es el ateísmo, dado que necesita el apoyo de hasta los funcionarios del raion y de la seguridad estatal.
— Ahora realmente concurriremos a la iglesia, si el gobierno se comporta así, — decían los sunskianos, que nunca se habían destacado por su gran devoción.
El cura párroco de Sunskas, P. P. Dumbliauskas, por orden de Rugienis, en el mes de julio fué trasladado a la parroquia de Liubavas, en la zona fronteriza.
Trabajando en la parroquia de Sunskas, el P. Dumbliauskas cometió otro "delito" más, que conmoviera a los funcionarios del raion. Poniendo orden en los alrededores de la iglesia, encontró una piedra bastante grande en la puerta del atrio, y, para que no molestara el tránsito de la gente, la enterró en el lugar. Parece ser que alguna vez, parado sobre dicha piedra pronunció Kapsukas un discurso. El gobierno regional ordenó desenterrar inmediatamente la piedra y colocarla en su lugar.
El P. P. Dumbliauskas se ganó el desfavor del gobierno soviético ya en 1969, cuando en enero de ese año, junto con el P. J. Zdebskis envió una exposición a Moscú, en la cual puntualizaba que los funcionarios del gobierno lo habían interrogado y amenazado con la justicia.
Trabajando en las obligaciones de cura párroco de la parroquia de Garliava, continuamente era advertido por los funcionarios gubernamentales, para que se atuviera en las leyes soviéticas. En 1970 el subrogante del presidente del raion de Kaunas, Bezdzinskas, advirtió groseramente al P. Dumbliauskas por el quebrantamiento de las leyes, dado que durante el tiempo de verano enseñó las verdades de la fe a unos 200niños.
El verano de 1971, el P. P. Dumbliauskas fué trasladado por disposición de Rugienis, a la parroquia de Šunskai, pero no pudo trabajar mucho en ella.