El 6 de mayo de 1980 Nijole recibió un telegrama de Suiza, Zurich, que dice:

"Solidaridad Cristiana Internacional" os envía sus saludos desde la conferencia anual, que se realiza en Zurich. Los delegados y observadores de 14 países expresaron su solidaridad con Vos en vuestra valiente lucha por la libertad de religión y de conciencia. Nosotros seguiremos incorporándoos en nuestras oraciones, y proseguiremos informando sobre Vos a los cristianos. Servios recordar que también nosotros estamos necesitados de vuestras oraciones y apoyo, llamando a la solidaridad de los cristianos en todo el mundo.

Cordialmente Vuestros "Solidaridad Cristiana Internacional"

Zurich, Suiza.

Los delegados:

El 8 de julio de 1980, luego de finalizar su condena de destierro en Siberia, Boguchanny, Nijole Saduna-ite obtuvo su pasaporte y, a través de Ryga, vía aérea viajó a Vilnius. El 9 de julio, apenas hubo aterrizado el avión en Ryga, la azafata ordenó que todos los pasajeros aprestaran sus pasaportes y pasajes, que, al bajar del avión, eran fiscalizados por tres milicianos uniformados. Al revisar los pasaportes de N. Saduna-ite y sus acompañantes, los funcionarios explicaron que presentaban algunas dudas y los introdujeron en un automóvil que aguardaba junto al avión, donde los esperaban tres chequistas procedentes de Vilnius. Tras cinco horas de marcha, el "Volga" (marca de automóvil soviético. El T.) llegó a Vilnius. Dejándola en la puerta de su casa en la calle Architektu, los agentes de la Seguridad le desearon a Nijole "que no hubiera necesidad de otro encuentro" y la dejaron ir.

¿Qué finalidad tuvo este "acompañamiento" de los chequistas? Pues la de que aquellos, que habían concurrido con flores a los aeropuertos de Ryga y Vilnius, no pudieran saludarla ni ofrecerle las flores, para que posteriormente los de la Seguridad tuvieran la posibilidad de manifestar que en Lituania a Nijole nadie la había esperado ni recibido.

La noticia sobre el regreso de Nijole Sadunaite pronto fué anunciada por diversas readioemisoras. La gente se preguntaba una a otra: "¿Cómo se puede ver a Nijole?" Y aquellos, con quienes se encontraba, le decían: "Gracias a tí, Nijole, por tu amor y tu sacrificio. Durante seis años tu estuvistes iluminando la Nación y el mundo, estimulaste a todos a no claudicar frente a la mentira y la coacción, a ser fieles a Dios y a la Patria". Por su parte, N. Sadunaite se apresuraba a respondar: "Gracias, gracias a todos por vuestras oraciones y toda clase de ayuda. Sólo gracias a vuestras oraciones he podido sobrellevarlo to­do . . ."

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