A Su Excelencia el Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Kaunas y la Diócesis de Vilkaviškis Obispo Liudas Povilonis,

Comunicación

 

del R. P. Alfonsas Svarinskas, Cura Párroco de Vidukle.

Los días 16 al 23 de julio del cte. año (fecha del Congreso de Lourdes), los feligreses de la parroquia de Vidukle se reunían por las noches en su santuario y en la verdad y el amor se mancomunaban con todos los participantes del Congreso. Ante la mesa de Dios se hincaban unos 100 fieles — no solamente ancianos, sino también jóvenes. En el primer semes­tre del corriente año se repartieron 26.200 Santas Comuniones.

Para los ateos, Vidukle hace mucho que les resulta un cuerpo extraño en sus ojos. En cualquier oportu­nidad procuran zaherir al párroco y a los feligreses.

El día 24 de julio de 1981 se reveló trágicamente para la parroquia de Vidukle: ¡los ateos profanaron el Santísimo Sacramento!

Cuando a las 8 de la mañana el sacristán Petras Kaciusis abrió las puertas de la iglesia, notó que el tabernáculo se encontraba abierto. La puertecilla había sido destrozada a hachazos, arrebatándose el copón. Al la izquierda del altar, sobre la mesa, se hallaba el hacha (los trabajadores que reparaban la iglesia la habían dejado sobre el andamio) y el cubre copón. La tablilla dada vuelta. Sobre la derecha — la tapa del copón, la custodia y una tacita dorada. Las comuniones estaban volcadas en el tabernáculo y sobre el corporal. Según parece, no faltaban comunio­nes. No existían huellas de otros delitos. Las alcancías estaban intactas. Se llevaron el copón sin la tapa.

Salieron por una ventana próxima a una puerta lateral. ¿Cómo penetraron? Es posible que el malhe­chor se hubiera ocultado en la iglesia o que con anterioridad se hubiera corrido el pasador.

Llegada la milicia, examinó todo, formuló un acta y prometió buscar el culpable. En muchas iglesias de Lituania ya se ha profanado el Santísimo, pero todavía no se ha encontrado a los malhechores. En Pazerai la propia gente detuvo a los culpables. El gobierno tiene la palabra.

La milicia indagó a cuanto ascendía el daño causado. Les expliqué, que este delito no puede ser justipreciado en rublos. Nadie mide en rublos el amor de una madre, el sacrificio de un soldado o el patriotismo de un ciudadano. Cuando se traiciona a la Patria, no se pregunta cuanto perjuicio en rublos ha ocasionado, sino que se le condena con la mayor severidad de las leyes, hasta con pena de muerte. Por consiguiente, también nosotros, los católicos, no justipreciaremos en unidades monetarias la profana­ción del Santísimo, sino que aseguraremos que se trata de una obra diabólica y la mayor de las ofensas a los fieles.

Los fieles de las parroquias de Vidukle y otras vecinas ha sido lastimados profundamente por este hecho. Por lo tanto, el domingo próximo habrá en la iglesia de Vidukle oficios religiosos en desagravio. Por lo tanto, el 2 de agosto es un día de duelo, contrición y oración. Invitamos a los demás a unirse a los viduklianos. Rogamos a Vuestra Excelencia el permi­so para establecer como fecha de desagravio anual el último domingo del mes de julio. Servirá para recordar a los creyentes sobre el terrible daño ocasionado y para las generaciones futuras — sobre las depredaciones de los ateos en nuestra Patria.

El ateísmo, sembrado a lo largo de varios decenios, está dando horribles frutos. En primer término se manifestó en la perversión física y espiritual, mien­tras que ahora ya degenera en satanismo. Por consiguiente, los dirigentes de la Iglesia Católica de Lituania deben producir las pertinentes conclusiones, protestar de todas las maneras posibles e indicar a sacerdotes y fieles los rumbos de acción dentro de la nueva situación.

(Las profanaciones del Santísimo Sacramento se cometen de acuerdo a indicaciones secretas de la KGB):

Nosotros, los viduklianos, viviremos el lema proclamado por el 42-o Congreso Eucarístico Interna­cional: "¡Cristo es el pan que se parte para el mundo nuevo!" Y haremos todo para renovar en Cristo la faz de Lituania.

Vidukle, 26-VII-1981.

(firmado) R. P. Alf. Svarinskas, Cura Párroco de Vidukle.

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El 26 de agosto del cte. año, como desagravio de la profanación del Santísimo Sacramento, en Vidukle se congregó una multitud de jóvenes y adultos proce­dentes de los más variados rincones de Lituania: de la montuosa Dzukija, de las costas del inquieto Mar Báltico, del anciano Vilnius, Panevezys, Siauliai . . . Se colmó a pleno la iglesia de gente. Magnificaron la celebración la concurrencia de varios sacerdotes visitantes. Durante la homilía, el cura párroco de Vidukle R. P. A. Svarinskas leyó una carta dirigida al primer secretario del CC del PCL:

— Ya el otoño del año pasado circuló a través de Lituania una jubilosa noticia: en Francia, Lourdes, entre el 16 al 23 de julio de 1981 se realizará el 42-o Congreso Eucarístico Internacional, con el lema: "¡Cristo es el Pan que se parte para el mundo nuevo!"

El Consejo Sacerdotal de la arquidiócesis de Kaunas se dirigió al Obispo Liúdas Povilonis, admi­nistrador apostólico de nuestra arquidiócesis, solici­tando se proclamara en Lituania el año 1981 como Año Eucarístico. La solicitud fué aprobada, y el presente año quedó destinado para honra de Cristo Eucarístico. Los días Eucarísticos organizados en la parroquias dieron preciosísimos frutos. Desgraciada­mente, el delegado de Asuntos Religiosos, P. Anilionis, eligió solamente dos obispos y 6 sacerdotes para concurrir a Lourdes. Además, le manifestó al Obispo Liudas Povilonis, que no se realizaran ninguna clase de actos relacionados con el Congreso de Lourdes. Ningún laico pudo llegar al Congreso, aunque solamente en Kaunas unos 300 jóvenes habían formado un listado, que entregaron al Obispo Liudas Povilonis, con ruego de intermediar para obtener el visado exterior. El entusiasta ánimo de los católicos de Lituania desagradó a los ateos. Por lo que comenzaron a presionar a la Iglesia hasta en tres direcciones:

1) comprometer a la jerarquía de todas las maneras imaginables;

2) condenar severamente a los católicos activos, p.ej. los arreglos judiciales de Mečislovas Jurevičius y el ingeniero Vytautas Vaičiūnas;

3) profanación del Santísimo Sacramento en las iglesias.

Y de este modo, a lo largo de los dos últimos meses, el Smo. Sacramento ha sido profanado en:

el 17 de junio en Pazerai (raion de Kaunas) el Santísimo fué arrebatado del tabernáculo y desparra­mado por el suelo;

la noche del 8 al 9 de julio, en Pagramantys (raion de Taurage). Al no poder forzar el tabernáculo metálico, lo desprendieron del altar y se lo llevaron con el Santísimo;

el 24 de julio (por la mañana) fué hallado violado el tabernáculo de la iglesia de Vidukle. El Santísimo desparramado sobre el corporal, y el copón llevado;

el 27 de julio. Al no encontrar el Santísimo en el tabernáculo, trataron de irrumpir en la sacristía, sin lograrlo — al sonar la alarma fugaron los malhe­chores.

Nosotros, los creyentes de las parroquias de Vidukle y otras, reunidos en acto de desagravio en la iglesia de Vidukle el 2 de agosto, nos sentimos profundamente agraviados y expresamos la más severa protesta contra ese albedrío de los ateos.

Solicitamos de usted, en calidad de primer secretario del Partido Comunista de Lituania, se interrumpa la perversa, pesada y primitiva propagan­da ateísta contra la Iglesia y los creyentes. Cualquiera puede percibir palpablemente que el ateísmo, inculcado por la fuerza en Lituania durante varios decenios, ha traído horripilantes frutos. En primer término se manifestó en la perversión física y espiritual, y ahora degenera en satanismo.

Tomad todos los recaudos para que se les corten los caminos a semejantes delitos, que el artículo de la Constitución sobre la plena libertad religiosa no sea letra muerta de la ley.

Nosotros, los católicos, en todas las iglesias profana­das destinaremos un domingo al año en desagravio por la profanación del Santísimo Sacramento. Esta conmemoración recordará a los creyentes el grave agravio que se les ha cometido, y a las generaciones futuras — el albedrío de los ateos en nuestra Patria.

Vidukle, 2-VIII-1981. — Día del desagravio.

Este día, al pie de la presente carta, firmaron 737 creyentes.

En el templo palpitaba un verdadero ánimo de desagravio, pero la procesión de la juventud rogando por el perdón fué la que más conmovió a todos. 45 minutos antes de la Misa Mayor, desde la puerta principal del exterior comenzaron a aproximarse de rodillas hacia el altar, niños pequeños llevando flores en sus manos, detrás suyo, lo hizo la juventud vestida con trajes típicos nacionales y otros surgidos de entre la multitud, y al final un grupito de adultos. Aunque la distancia a transitar de rodillas era bastante, pero tal vez a nadie se le hizo muy larga. Varios días atrás, quizá en ese mismo lugar acechaba un hombre empuñando un hacha ... Se acercó al altar ... y asestó un hachazo al tabernáculo. Ese golpe repercu­tió en los corazones de todos los creyentes y es por eso que ahora la gente derramaba lágrimas, viendo como niñas y niños, vestidos de blanco, se acercaban de rodillas hasta el profanado altar y desparramaba flores sobre él. La montaña de flores crecía más y más, pareciendo que no se pondría fin a esta conmovedora procesión. Ya es hora de iniciar la Misa

Mayor, pero la juventud sigue y sigue viniendo. Finalmente todo el altar quedó tapado por las flores. Terminada la procesión, se acercó el sacerdote cura párroco, separó un poco las flores del dolor en el altar, haciendo lugar para celebrar la Santa Misa.

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A LA CURIA DE LA DIÓCESIS DE TELŠIAI

Comunicación (Suplementaria)

del cura párroco de Pagramantis.

Con profundísimo pesar comunico que en la noche del 8 al 9 de julio de 1981, malhechores desconocidos irrumpieron violentamente en la iglesia de Pagra­mantis. Primeramente intentaron penetrar a través de una puerta lateral. Presenta averías alrededor de la cerradura. Al fracasar la intentona quitaron una ventana de un local adjunto a la iglesia, se metieron a su través, arrancaron el candado y abrieron el pasador. Luego se introdujeron en la iglesia. Intenta­ron irrumpir en la sacristía: golpearon la cerradura y con un hacha u otro hierro asestaron golpes contra un candado, empero no lograron violentarlo.

El Trono de madera del altar mayor fué derrum­bado, serruchado, volteado con palanca; el tabernácu­lo metálico con el copón y el Santísimo Sacramento fué desprendido. El tabernáculo, el copón y el Smo. Sacramento fueron llevados. Dejaron la puerta sin cerrar con llave.

Fueron averiadas unas 15 lámparas eléctricas del altar, cortados algunos cables eléctricos, desparrama­das las flores, roto el brazo de una estatua de ángel. La cerradura del tabernáculo del altar de la Santa Cruz fué arrancada y tirada sobre el altar. Des­trozaron dos alcancías, de las cuales sacaron unos 12 rublos.

Comuniqué el delito a la seccional de la milicia de Taurage a las 8 hs. del 9 de julio de 1981. Llegados los funcionarios a las 9 hs. examinaron la iglesia. En el vidrio que fuera quitado de la ventana hallaron 4 impresiones digitales, y sobre dos cruces, también otras impresiones digitales.

Las pérdidas materiales ocasionadas alcanzan unos 1400 rublos, mientras que las espirituales son incalcu­lables.

Solemnes actos religiosos de desagravio tendrán lugar el 17 de agosto a las 17 hs. Pagramantis, 19-VII-1981.

(Firmado) R. P. Pr. Ruze, Cura párroco de la parroquia de Pagramantis.

 

Los actos de desagravio en Pagramantis.

La noche del 9 de julio de 1981, malhechores irrumpidos en la iglesita de Pagramantis, profanaron el Santísimo Sacramento. Al no lograr forzar el tabernáculo, lo arrancaron y se lo llevaron. Cierto tiempo después, la gente encontró el tabernáculo profanado y destrozado en un costado de la pradería. Ya no se encontraba el Santísimo Sacramento.

El 15 de agosto de 1981, grandes multitudes fluían a Pagramantis para los oficios religiosos de desagravio.

El altar había sido preparado frente a la puerta principal de la iglesia, sobre la escalera. A la derecha del altar — una vista penosísima: el tabernáculo profanado, destrozado. A las 17 hs. se inició el oficio religioso de desagravio. Desde el portón principal de acceso al atrio la juventud iba de rodillas hasta el profanado tabernáculo, portando flores.

La Santa Misa fué concelebrada por los sacerdotes: Jonas Gedvilą, Jonas Kauneckas, Alfonsas Svarins­kas, Vincas Velavicius, Adolfas Pudzemis, Vytautas Skiparis, Valentinas Šikšnys, Vytautas Kadys, Stanis­lovas Racevicius y Pranciškus Ruze.

Los oradores sagrados: R. P. A. Svarinskas y R. P. J. Kauneckas convocaron a que todos recapacitaran y regresaran hacia aquello que "fuera lo más preciado para el lituano". A la Misa siguió una procesión alrededor del templo. Tomaron la Santa Comunión unos 1000 asistentes.

El R. P. J. Gedvila con breves palabras se dirigió a los creyentes, agradeciéndoles por su numerosa asistencia. Dicho día hubo unas 2000 personas en la iglesia, entre ellas muchísima juventud. El orador destacó la singularísima gravedad del pecado cometi­do la noche del 9 de julio, que es penado con la excomunión, reservada de modo especial para el Santo Padre. (Código del Derecho Eclesial, canon 2320).

Finalmente, la procesión — los jóvenes portando la cruz y las banderas, los sacerdotes con vestiduras litúrgicas, — seguida por una gran muchedumbre, se encaminó a ese lugar de la pradería donde fuera descubierto el tabernáculo destrozado. El R. P. A. Svarinskas se dirigió a la concurrencia, destacando que "actualmente Lituania está marchando por el camino del Gólgota, tras de lo cual vendrá inevitable­mente la esplendente aurora de la resurrección". Ante una cruz, conformada rápidamente de tablas sin cepillar, se rezó la letanía del Sagrado Corazón de Jesús y se cantó "María, María" (el más popular cántico lituano a la Virgen. El T.), tras lo cual el gentío su fué desconcentrando con la firme decisión de ser buenos hijos de la Iglesia y de la Patria.

Se anunció también, que el día de la profanación del Santísimo Sacramento sería recordado todos los años, para que dicho día la gente tenga la posibilidad de expresar su amor a Jesús Eucaristía y que dicho día rememore los dolorosos tiempos cuando los creyentes eran perseguidos y escarnecido el Santísi­mo Sacramento.

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