(El delegado lee Crónica de la ICL):
El 8-V-1973, el nuevo delegado del Soviet de Asuntos Religiosos K. Tumenas, convocó a todos los obispos y administradores en funciones para el primer conocimiento. Estuvo muy amable, les prometió diversa ayuda, dar permiso para editar el catecismo, para imprimir devocionarios. Después les mostró a los asistentes el quinto número de "Crónica de la ICL", y se lamentó que esta publicación "calumniaba" la realidad soviética, está dirigida para el exterior, que los sacerdotes han metido sus uñas en ella, y que alguien tendría que pagar por eso. Otro gran "mal" en la vida de la Iglesia Católica de Lituania es la recolección de firmas al pie de diversas exposiciones.
Ideas similares, el delegado K. Tumenas desarrolló a los sacerdotes de los decanatos de Siauliai y Joniskis, que por primera vez se reunieron en postguerra en una conferencia decanal.
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