(Compra de objetos relacionados con la práctica religiosa):

En 1965, la iglesia de San Casimiro en Vilnius«fué convertida en museo ateísta.

En "Vakarines Naujienos" (Noticias Vespertinas) se anuncia periódicamente que el museo ateísta compra al contado de la gente, todo lo que esté relacionado con la práctica de la religión. Avisos similares son publicados también en los periódicos de los raion. Se subraya que los objetos adquiridos no serán destruidos, ni motivo de burla, sino guardados para el futuro. Se conoce que el museo del ateísmo hasta compra los libros de oraciones, que fueron editados en grandes tirajes. A los estudiantes del Instituto Politécnico de Kaunas, la Academia de Agricultura de Lituania y otras escuelas superiores, por cada entrega de un libro de oraciones se le concede puntaje en ateísmo. Los empleados del museo, hacen expediciones a través de Lituania, haciéndose pasar por lo que quieras — etnógrafos, colaboradores del museo histórico-etnográfico — pero no de ateístas. Al escucharse sus palabras, pareciera que, para ellos, un libro de oraciones o cualquier otro libro religioso, fuera un preciado tesoro. Más de un católico, luego de entregarles un libró religioso con la mejor intención — que también la gente joven los lea y se lo trasmita a otros — ya después de cierto tiempo se da cuenta que los que los visitaron no eran católicos, sino ateístas.

(Las expediciones ateístas adquieren obras de arte religioso):

Llegados al raion, advierten al gobierno que no comente que ha llegado una expedición del Museo Ateísta. Los participantes de estas expediciones están munidos con documentos con los membretes del Museo Histórico-Etnográfico. Para adquirir las obras de arte religioso, no evitan ni los engaños y hasta ni la coacción. Por ejemplo, los colaboradores del Museo del Ateísmo, con ayuda del gobierno, tomaron las llaves de la capilla del cementerio de Mosedis, y pretendieron requisar un cuadro. Ante las protestas de una mujer, los empleados del museo pretendieron llevarse el cuadro por la fuerza.

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(Con espectáculos el público es atraído al Museo del Ateísmo):

Pretendiendo que el Museo del Ateísmo tenga la mayor cantidad de visitantes, se organizan en él espectáculos que nada tienen en común con el ateísmo, p. ej., la velada de los kupiskenai, encuentro con el viajero A. Poska, etc. En esta última reunión se había prometido mostrar una película sobre la India, pero en su lugar se pretendió mostrar una sobre ateísmo. Solamente después de que se hubieron escuchado gritos y silbidos, fué anunciado que, al descomponerse el aparato, la película no sería mos­trada.

Aunque la entrada al Museo es gratis, empero las visitas son muy escasas. Claro está que los maestros, al traer a sus alumnos para enseñarles las notabili­dades de Vilnius, deben llevarlos obligatoriamente al museo ateísta.

Aunque se hayan extremado, empero en las exposiciones no se ha evitado la vulgaridad y el lesionamiento de los sentimientos de los creyentes — se exponen los enseres litúrgicos consagrados, hay colgadas caricaturas antirreligiosas, etc.

Las anotaciones en el libro de visitantes testimoni­an, que la mayoría de la gente está indignada profundamente porque se ha establecido el museo en la iglesia. Napoleón, al haber instalado en 1812 un depósito en esta iglesia, la escarneció menos que los actuales ateístas.

"Estuve, observé, y aquí solamente por vez primera sentí — creo en Dios". A. R. (anotación en el libro de visitantes).