El 28 de febrero de 1980, el tribunal "popular" de Klaipeda volvió a condenar a Justas Gimbutas, esta vez a un año de privación de la libertad "por infracción a las disposiciones de pasaportes". La acumulación del plazo total de su condena conforma 33 años y medio. Es la mitad de una vida humana, pasada en las condiciones carcelarias más dificultosas e inhumanas. Es un deambular por decenas de cárceles, compamentos de trabajo, sufrimientos y mofas, dentro del tenebroso laberinto de las nostalgi­as de la Patria. A más de uno se le agotarían sus fuerzas morales, y a la par sus fuerzas físicas, para transitar por todo este espinoso camino. Justas lo soportó, no se quebrantó y permaneció fuerte. Es un singular zemaitis de la región de Skuodas.

El 4 de abril de 1979, después de 32 y medio años de encarcelamiento, a la salida de la cárcel subterránea de la KGB de Vilnius, donde fuera llevado al aproximarse el término de su condena desde el campamento de trabajos forzados, para ser sometido a "un lavado de cerebro", se rehusó aceptar el pasaporte soviético, exigiendo el derecho de ausen­tarse del imperio soviético. Las autoridades respon­dieron con represiones. Al radicarse temporaria­mente en Klaipeda, calle Debreceno No. 84-17 en lo de una hermana inválida, le fué impuesta una vigilancia administrativa.

 Se pretendió aislar a Justas en un minúsculo sector determinado de la ciudad, cuyos límites le estaba prohibido trasponer sin permiso especial. Muchísimas veces fué llamado para indaga­torias en la KGB, se le intimidó y chantajeó insistentemente, sobre él se propalaron rumores y calumnias fraguados especialmente. Empero el anti­guo preso no se entregó. Respondió con exposiciones a los ataques de los funcionarios soviéticos, presentando fehacientemente sus motivaciones. Manifestaba al PSS de la URSS: ". . . he dedicado toda mi vida a combatir contra los ocupantes. No me reeducaron en el transcurso de 32 y V2 años. He pronunciado un juramento, que he firmado con mi propia sangre: mientras mi corazón lata en el pecho — no modificaré mis convicciones. No he sido ciudadano de la URSS y jamás lo seré. Jamás seré partidario de la ideología marxista-leninista. No reconozco una Lituania sovié­tica independiente. ¡Ocupantes, fuera de Lituania! Exijo que se me conceda un pasaporte sin ciudadanía y se me permita salir al extranjero . . ."

El 29.VI. 1979 escribía al Enviado de los EEUU de NA en Moscú: "Yo, Justas Gimbutas, hijo de Juozas, clase 1925, hijo de la Lituania Independiente, que estuviera preso en los lager soviéticos durante 32 y V2 años, me dirijo a Vos en solicitud: permitidme llegar a Vuestro glorioso país, en el cual reside mi hermana: B. Vaičiulis, 822088 str. Woodhaven — NY 11421, USA. Comprended mi atormentada alma y permitidme respirar libremente, puesto que en la "libertad" soviética me siento como en la cárcel. Ellos no me han "reeducado" ni alistado, permanecí fiel a Dios, a la Patria Lituania, ocupada por los bolcheviques, quienes me tildan de bandido . . ."

En los presentes momentos, Justas Gimbutas pasa los días de su esclavitud en el lagerKapsukas.

La obligación de todos los hombres de buena voluntad, amantes de la libertad, tanto de Lituania como del exterior, es la de ayudar en lo que les sea posible a este recio žemaitis, luchador por la Verdad!

¡Libertad para Justas Gimbutas!

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