Crónica de la Iglesia Católica de Lituania TOMO I![]()
INDICE
Introducción por el vice-presidente de la Universidad de Loyola de Chicago 7
Cuarto centenario de la Universidad de Vilnius 11
Mapa geogràfico de Lituania 16
Lituania: El País y la Nación. Breve reseña histórica . 17
Aclaración de las siglas y denominaciones 39
Crónica No. 1 de la Iglesia Católica de Lituania 42
El juicio del Padre Zdebskis 43
Exposición de los fieles de la parroquia de Prienai . 47
El juicio del sacerdote Prosperas Bubnis 71
La persecusión del párroco de Valkininkai 79
La persecusión del Padre Seskevicius . 83
Solicitud de 134 panevezianos 87
Presentación de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Vilnius 87
El juicio de Kleopa Bicucaite 93
La condena del padre P. Lygnugaris 95
Crónica No. 2 de la Iglesia Católica de Lituania 98
Memorándum de los católicos de Lituania 99
Presentación de los padres de la parroquia de Valkininkai, raion de Varena 115
Raion de Ignalina, año 1971 130
Raion de Zarasai, año 1971 136
Silele. La odisea del padre P. Šeškevičius 140
Raion de Kaunas. En honor del padre Zdebskis 145
La prensa soviètica sobre la situación actual de la Iglesia Católica de Lituania 146
Crònica No. 3 de la Iglesia Católica de Lituania 150
La acción de los órganos de la KGB en el Seminario 151
La persecusión de la maestra O. Briliene 159
Vilnius. (Nota de 110 creyentes a Moscú solicitando libertades para la Iglesia) 174
Klaipėda. (Fué detenida la nota de 2023 creyentes a Brezhnev) 176
Raion de Kapsukas. (El porqué el cura párroco Dumbliauskas se ganó el desfavor) 177
Raion de Jurbarkas. El juicio del padre Viktoras Šauklys, MIC 182
Raion de Alytus. Tamkevičius, vicario de Simnas en el tribunal 188
Kaunas. (Interrogatorios, requisas por la prensa ilegal y por las firmas del memorándum 193
Šilale. El padre A. Šeškevičius continúa siendo discriminado 196
Crónica No. 4 de la Iglesia Católica de Lituania 200
La verdadera situación de la Iglesia Católica de Lituania 201
II Sojuzgamiento de los sacerdotes para el trabajo ateísta 210
III El uncimiento de los creyentes a los antojos ateístas 215
La arquidiócesis de Vilnius. (La nota del padre B. Laurinavičius a Rugienis 217
Arquidiócesis de Kaunas. Fiestas patronales en Šiluva, el destino de la Colina de las Cruces 237
Diócesis de Telšiai. Respuesta por la iglesia de Klaipėda 240
Diócesis de Panevėžys. La lucha contra los feriados religiosos 245
Diócesis de Vilkaviškis. Al salir el padre Zdebskis del campamento 248
Crónica No. 5 de la Iglesia Católica de Lituania 254
Una ojeada desde el umbral del nuevo año 255
Los educandos creyentes son obligados a inscribirse
en las organizaciones de los pioneros y jóvenes comunistas 267
La reacción de los alumnos creyentes contra la discriminación 275
Arquidiócesis de Vilnius. (Exposición a Brezhnev de 1709 creyentes sobre el edificio parroquial 279
Arquidiócesis de Kaunas. El padre Bubnis después de la cárcel 290
Prienai. El padre Zdebskis 296
Diócesis de Kasiadorys. Nemaniunai 296
Crónica No. 6 de la Iglesia Católica de Lituania 300
Las denuncias de los creyentes con 14.284 y 16.498 firmas 301
La ateización y desnacionalización de los educandos religiosos 310
Instrucciones para las instituciones soviéticas 313
Arquidiócesis de Vilnius. (El obispo Krikščiūnas sobre los libros para los católicos) 318
Arquidiócesis de Kaunas. (Cuantos sacerdotes fallecen y cuantos son ordenados) 327
Diócesis de Panevėžys. (Predisponen a los creyentes contra el obispo Slatkevičius) 336
Crónica No. 7 de la Iglesia Católica de Lituania 346
Respuesta a las exposiciones de los creyentes 351
Escriben los católicos de Lituania 357
Arquidiócesis de Kaunas. (El aniversario de R. Kalanta) 370
Diócesis de Panevėžys. (Juicio al padre Liesis por catequizar a los niños) 373
Diócesis de Telsiai. (El representante de Moscú sobre la iglesia) 386
Diócesis de Vilkaviškis. (Multa de 50 rublos por la enseñanza de oraciones) 390
índice alfabético parcial de personas perseguidas por sus convicciones religiosas399



ACONTECIMIENTOS RECOPILADOS Y PUBLICADOS POR LA PRENSA CLANDESTINA DELITUANIA DURANTE 1972-73
Ilustraciones: Sor Mercedes
Editores:
Loyola University Press
Asociación para la publicación de
La Crónica de la Iglesia Católica
de Lituania
P. O. Box 29105,
Chicago, Illinois 60629, USA
Traducida al castellano del
original lituano: "Lietuvos Kataliku Baznycios Kronika"
Derechos de impresión (Copyright ©) reservados por:
Association for the Publication of the
Chronicles of the Catholic Church in Lithuania, Inc.
Impreso en los EE. U.U. — Printed in U.S.A. — 1979 Library of Congress Catalog Card Number 78-59932
Imprenta Morkunas, 3001 West. 59th Street Chicago, Illinois, 60629

Por el vice-presidente de la Universidad de Loyóla de Chicago
Su Santidad, el Papa Pío XII, expresó en una oportunidad que Lituania es la frontera del catolicismo en el extremo norte de Europa. Lituania es la hija más joven de la Iglesia Católica en ese continente, bautizada en los siglos XIII y XIV.
Lituania es actualmente una pequeña nación de no más de tres millones de habitantes. Pero el país en sí es viejo y posee una larga e importante historia. Fue un estado independiente a partir del siglo XIII. Su primer rey, Mindaugas, fue bautizado en 1251 y coronado en 1253. En los siglos XIV y XV las fronteras de Lituania se extendían desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro. En ese momento era uno de los estados más grandes y poderosos de Europa, con amplias relaciones políticas, culturales y comerciales. El idioma lituano es uno de los más antiguos del mundo en uso y es de gran interés para los linguistas.
Lituania, al tener que soportar la expansión germana desde el este, y la eslávica al oeste, fue reduciéndose al correr de los siglos. Pero de todos modos permaneció fuerteculturalmente. Desde 1579, Lituania ha tenido una universidad fundada por los Jesuítas en Vilnius, siendo la universidad más antigua, después de la Universidad de Krakovia, en la Europa Oriental. La primera universidad en Rusia, por ejemplo, fue establecida 200 años más tarde, en 1775. Los lituanos esparcidos por el mundo celebran este año el 400 aniversario del establecimiento de la Universidad de Vilnius. Con la publicación de este volumen, los Jesuítas de la Universidad de Loyola en
Chicago, tienen el agrado de adherirse a esta celebración de la fundación de esta institución hermana de educación superior fundada por los Jesuítas.
Después de 123 años de ocupación zarista, Lituania recuperó su independencia en 1918, lo que le permitió hacer grandes progresos culturales y aconómicos, al ser una vez más un país libre de Europa. Lamentablemente, violando el Tratado de Paz de 1920, en el cual Moscú otorgaba libertad a Lituania, y violando el Pacto de No-Agresión de 1926, la Unión Soviética ocupó Lituania en 1940.
Es esta la cuarta década en que los lituanos, bajo la ocupación soviética, tienen que sufrir deportaciones en masa, el aniquilamiento de sus líderes, la persecu-sión de su Iglesia. Por el amor a su tierra, por la fidelidad a su religión, están siendo exilados, encarcelados, recluidos en campos de concentración y clínicas psiquiátricas. En este país católico, todas las comunidades religiosas están suprimidas, todas las sociedades católicas desbaratadas, toda la prensa católica prohibida. Con gran riesgo de su vida y libertad algunos lituanos están publicando un periódico clandestino, "Crónica de la Iglesia Católica de Lituania". Este documento secreto revela los crueles sufrimientos de esta nación sojuzgada. Estamos orgullosos de tener en los Estados Unidos a La Sociedad para la Publicación de las Crónicas de la Iglesia Católica de Lituania. Esta sociedad está presentando ahora la traducción de las primeras siete Crónicas que componen el primer tomo de la Crónica de la Iglesia Católica de Lituania. La Prensa de la Universidad de Loyola tiene el agrado de recomendar esta impresionante publicación documental a la gente de habla hispana.
Donald J. Hayes, S. J. Vice President—University Ministry Loyola University of Chicago
Los perseguidos creyentes de la Lituania ocupada por los rusos comunistas, al carecer de prensa católica, a partir del año 1972 publican en la clandestinidad las Crónicas de la Iglesia Católica de Lituania, las cuales, mediante hechos concretos, muestran la cruel persecución de la fe.
Tras editar este primer tomo en idioma español de las Crónicas de la Iglesia de Lituania, los editores seguirán publicando también los siguientes tomos, en los cuales los hispano parlantes encontrarán valioso material documental sobre el comunismo. De tal manera podrán evitar la falaz propaganda del comunismo y el peligro que, de su parte, amenaza a todos los países.
Además del presente libro, sus editores en E.E. U.U. de Norte-América publican los primeros tomos de las Crónicas de la Iglesia Católica de Lituania en los idiomas inglés y francés, siguiendo muy pronto la publicación de los tomos subsiguientes, con el afán de alcanzar las nuevas ediciones en idioma lituano (el original) de las Crónicas de la Iglesia Católica de Lituania, ya que este mismo año se edita el tomo V.
Los editores se sentirán complacidos, si los lectores utilizaren el material del presente libro para sus artículos en la prensa, sus audiciones radiales, sus programas de televisión y otros. Empero, si alguien
quisiera reproducirlos enteramente, antes tendría a bien de convenir con los editores, ya que ellos poseen los derechos de autor (copyright).
Expresamos nuestro cordial agradecimiento a Ceferino Iujnevich, residente en Buenos Aires, Argentina, quien tradujera este libro del idioma lituano al idioma español y escribiera la introducción. Nos alegramos y nos sentimos agradecidos a Donald J. Hayes,S. J., vicepresidente de la Universidad Loyola de Chicago, Estados Unidos, por tan magníficas palabras preliminares para este libro.
Esta publicación está dedicada a la recordación del Cuarto Centenario de la Universidad Lituana de Vilnius, y agradecemos al Prof. Dr. Paulus Ribikauskas, S. J., decano de la cátedra de historia de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma por la reseña histórica de la Universidad de Vilnius.
También debemos agradecimiento al redactor por la redacción del libro y a Mykolas Morkūnas por su impresión.
Expresamos nuestro cordialísimo agradecimiento a los patrocinadores, al Fondo Lituano y al Dr. Antanas Matukas, donantes de a 1.000.- dólares, y a todos aquellos que, de uno u otro modo, han colaborado para la publicación del presente libro.
Los editores de este libros son la Sección Prensa de la Universidad de Loyola de Chicago y la Asociación para la Publicación de las Crónicas de la Iglesia Católica de Lituania, adherida a la Federación de Lituanos Católicos de América. Esta Asociación se ha ocupado por la traducción del libro al idioma español, su publicación, su financiación y su propagación en los países de habla castellana.
Los Editores
Cuarto centenario de la Universidad de Vilnius
La primera escuela de estudios superiores, no solamente en Lituania sino, también, en toda la Europa nor-oriental, fué establecida el 1 de abril de 1579. El gran duque de Lituania y rey de Polonia Esteban Bator, expidió en Vilnius un diploma confiriendo el título y los derechos de Universidad al Colegio de los Jesuítas que funcionaba en Vilnius desde el año 1570. El 30 de octubre del mismo año, el papa Gregorio XIII mediante la bula "Dum attenta", con su autoridad elevó este Colegio al rango de Universidad, otorgándole todos los derechos y privilegios que poseían o poseerían en el futuro cualesquier universidades instituidas por los papas, emperadores o reyes. A excepción de la Universidad de Uppsala, instituida en 1477, todas las demás universidades en esta parte de Europa fueron instituidas posteriormente: Tartu (Estonia) en 1632, Turku (Finlandia) en 1640, mientras en Moscú fué recién en 1775.
La nueva universidad fué confiada a los jesuítas. Según la costumbre de aquellos tiempos los estudios fueron distribuidos en menores y superiores; los menores englobaban las clases de gramática, poesía y retórica, mientras que los superiores comprendían las Facultades de filosofía y teología. El real diploma de institución, por lo visto facultando a la universidad de Cracovia, temerosa de una posible competencia, prohibió la instalación de Facultades de Derecho y Medicina (en la bula papal no existía tal prohibición). Racién en 1641 el rey de Polonia y gran duque
de Lituania Vladislao IV permitió que se establecieran estas Facultades. La Facultad de Derecho Civil y Canónico fué inaugurada el año 1644, mientras que la enseñanza de la Medicina comenzó recién en la segunda mitad del siglo XVIII.
La base material de la antigua Universidad de Vilnius, que frecuentemente era llamada por los humanistas con el más preferido nombre de "academia", estaba formada por los edificios, lotes territoriales y sumas de dinero donados por los magnates lituanos. El fundador primordial fué el Obispo de Vilnius Valerijonas Protasevicius (+1579), quien de su propio peculio fundó y mantuvo el Colegio jesuítico de Vilnius y preparó la senda para establecer la Universidad. Entre otros bienhechores, los más destacados fueron Kristupas Radvilas (denominado El Huerfanito, +1616), quien junto con sus hermanos cedieron, en condiciones muy favorables, amplios latifundios para la futura Universidad; Kazimieras Leonas Sapiega (+1656), quien financió el establecimiento y funcionamiento de la Facultad de Derecho.
El número de estudiantes, al establecerse la Universidad (año 1579) alcanzaba a 500, pero se acrecentó con gran rapidez en los decenios siguientes; en 1597 ya había unos 800 estudiantes, mientras que en 1616-1620 sobrepasaban los 1200. Posteriormente, al establecerse en Lituania otros varios colegios de jesuítas, el estudiantado de Vilnius (especialmente en las clases menores) disminuyó algo; empero en tiempos normales oscilaban entre 700-800. Buena cantidad de estudiantes procedía de la nobleza, pero también eran numerosos los ciudadanos que asistían a la Universidad. No faltaban, tampoco, los simples campesinos, para quienes se habían establecido internados para estudiantes no pudientes, así llamados "bursos". Además, asistían a la Universidad educandos del Seminario Pontificio (fundado en 1583), del Seminario Diocesano de Vilnius (fundado en 1582) y durante cierto tiempo (1582-1620) del Seminario Diocesano de Žemaitija (Samogitia), así como clérigos de diversas congregaciones. La nacionalidad de los estudiantes era muy variada: junto a los lituanos, bielorrusos, letones, polacos y ucranianos, también estudiaban en la Universidad los de Prusia, alemanes, suecos, dinamarqueses y otros; junto a los católicos también estaban los cismáticos y los protestantes.
Durante los dos primeros siglos, equivalió como estatuto de la Universidad la común "Ratio studiorum" de las instituciones de enseñanza de los jesuítas. Se imponía la teología escolástica. Además, también se enseñaba teología controversiva, las Sagradas Escrituras, teología moral, y desde mitad del siglo XVII, también Derecho Canónico. Al principio, en la Facultad de Filosofía había solamente un profesor básico, luego en el siglo XVII ya eran cinco: tres dictaban paralelamente el curso de Filosofía, y de los dos restantes uno Matemáticas y otro Etica.
Al cuidado de la Universidad había una gran biblioteca, a la cual el propio rey Segismundo Augusto (+1572) había dejado por testamento buena cantidad de libros raros y valiosos; la imprenta más importante de toda Lithuania y una valiosa farmacia. Por la mitad del siglo XVIII, al inclinarse la enseñanza hacia las ciencias exactas y naturales, también en la Universidad de Vilnius comenzó a dictarse geometría, física experimental, mecánica, astronomía (desde el año 1753 funcionaba un observatorio astronómico), así como geografía, historia, idiomas francés y alemán, y a partir del año 1760 se dictaron algunas conferencias sobre medicina.
La eliminación de la orden de los jesuítas en 1773, también resultó un doloroso golpe para la Universidad de Vilnius. Para su administración y de otros colegios jesuítas, fué formada una Comisión de Educación estatal, la cual, al reformar el sistema educacional del país, en 1781 a la Universidad de Vilnius la denominó Escuela Superior del Gran Ducado de Lituania y le encomendó la supervisión de todas las escuelas de educación del distrito de Lituania (unas 30 de educación media y alrededor de 200 escuelas primarias). Ese mismo año de la Universidad fueron excluidas las clases de estudios menores, con las que se formó una escuela autónoma departamental de Vilnius. Al caer en 1795 la totalidad de Lituania con su capital Vilnius bajo el dominio de la Rusia zarista, también fué modificada (desde el año 1797) la denominación de la Universidad de Vilnius por Escuela Superior de Vilnius. Posteriormente, por orden de Alejandro I, en 1803 se le confirió el nombre de Universidad Imperial de Vilnius.
En este periodo, se desarrollaron aún más los estudios de las ciencias de Medicina y Naturales, Matemáticas, Astronomía, Geografía, Arquitectura y Artes. Solamente que en 1797, el idioma oficial latín de enseñanza resultó cambiado por el idioma polaco, empero los profesores extranjeros siguieron dictando en latín cierta cantidad de asignaturas.
En la Universidad Imperial comenzaron a funcionar diversas organizaciones estudiantiles, que en principio actuaban en las cuestiones de la ayuda mutua en los estudios, aunque a la larga comenzaron a interesarse también en la realidad política. Fué famosa la Sociedad Filomática, fundada en 1817. A partir de 1823, el gobierno zarista comenzó a sofocar esta clase de sociedades y, por lo visto, se dio a rusificar toda la Universidad. Por cuanto gran cantidad de estudiantes se unieron al levantamiento de
1831el gobierno ruso clausuró la Universidad de Vilnius en
1832dejando en funcionamiento solamente el Instituto de Medicina con 100 estudiantes y el Seminario Eclesiástico Superior con 80 estudiantes. Pero en 1842 también clausuró estas dos instituciones.
Recién a la finalización de la Primera Guerra Mundial y al recobrar Lituania su independencia en 1918, hubo posibilidad de volver a rehabilitar la Universidad de Vilnius. Pero ya en 1920 los polacos ocuparon traidoramente a Vilnius e instituyeron su Universidad polaca Esteban Bator, que estuvo funcionando hasta la iniciación de la Segunda Guerra Mundial.
En octubre de 1939 Lituania recuperó su capital Vilnius e inmediatamente restauró la Universidad lituana. Empero, su normal actividad, no tardó en ser entorpecida por las ocupaciones: soviética (desde el VI-1940) alemana (desde el
VI-1941) y nuevamente soviética (desde el VII-1944). En marzo de 1943 el gobierno alemán de ocupación hasta la había clausurado totalmente.
Después de la guerra, la Universidad de Vilnius comenzó a recuperarse lentamente. En 1955 se le impuso el nombre de V. Kapsukas, activista comunista. Alcanzaron un alto nivel las investigaciones en matemáticas, física, cibernética, idioma lituano. Empero la ideología leninista-materialista que trata de imponerse a la fuerza, dificulta su pleno desarrollo. Por ello se perjudican seriamente los estudios de las ciencias de filosofía, historia y literatura, mientras que la teología ha sido desalojada totalmente de la Universidad. El estudiantado de la Lituania católica está siendo violado brutalmente, al imponérsele una cosmovisión ateísta extranjera.
Empero, aún la ocupada Lituania, en la espera de días más luminosos, puede alegrarse, por la honrosa fecha del Cuarto Centenario de su Universidad. Ella fué el primero y, durante largo tiempo, el centro cultural y educacional de Lituania. Su actividad ayudó en mucho para que Lituania permaneciera fiel al catolicismo y abierta a la cultura occidental.
Paulus Rabikauskas, S. J. Profésseur á la Faculté de l'Histoire ecclésiastique de la Université Pontificale Grégorianne á Rome.

Breve reseña istórica
Datos etnográficos
Por el oeste Lituania se recuesta en el Mar Báltico y ocupa la ría del Nemunas (Niemen), con su desembocadura. Cuando en 1939 recobró la ciudad de Vilnius (Vilna) con parte de su territorio, que, hasta entonces estuvo bajo el dominio de Polonia, la República de Lituania abarcaba 65.200 kilómetros cuadrados con 3.200.000 habitantes. Empero, ello todavía no conformaba toda la extensión etnográfica de la nación lituana, puesto que, al restablecerse la Lituania independiente luego de la primera guerra mundial, no se pudo lograr la incorporación de todas sus regiones etnográficas. Según datos de las investigaciones del profesor K. Pakstas, la Lituania etnográfica abarca 99.350 kilómetros cuadrados, donde en 1941 vivían 5.100.000 habitantes, o sea 52 habitantes por kilómetro cuadrado. A causa del genocidio soviético en esa zona, actualmente han quedado solamente 32 habitantes por kilómetro cuadrado.
La superficie de Lituania es una llanura, matizada con colinas, que se levantan apenas unos 300 metros sobre el nivel del mar. Con respecto al clima, el país pertenece a la zona media, con 6 a 7 grados centígrados de temperatura media anual. Tomando la superficie total de Lituania, unos 41.000 km2 se dedicaban a la agricultura, unos 11.000 km2 se destinaban para bosques y unos 10.000 km2 quedaban para aguas, pantanos y zonas de otro carácter.
Raza e idioma
Los lituanos pertenecen al grupo de los pueblos indoeuropeos. Su idioma es totalmente distinto a los idiomas eslavos y germanos de sus vecinos. El lenguaje de los lituanos, letones y los desaparecidos antiguos prusianos y curlandios, forma un grupo idiomático completamente distinto, el de los aestii o balta. El idioma lituano ha conservado muchas formas antiguas, ya desaparecidas en los otros idiomas indoeuropeos, y posee maravillosa similitud con las lenguas ya muertas del sánscrito, latín y griego antiguo.
Cultura y folklore nacionales
La cultura nacional lituana contiene seculares tradiciones. En primer término son de mencionar sus canciones populares o "dainos", de las cuales se han anotado bastante más de 100.000, y se cree que existe otro tanto sin fijar. Las "dainos"—canciones han maravillado hasta a poetas de talla mundial, que las utilizaron en sus obras, tales como el alemán J. W. Goethe y muchos otros. También las otras ramas del folklore nacional lituano: cuentos, leyendas y otros, se destacan no sólo por su profusión sino por su originalidad.
Paralelamente con el folklore, no poca fama han alcanzado los tejidos y las tallas populares lituanas y el estilo arquitectónico asaz peculiar, desarrollado por la construcción campesina y otras ramas del arte visual.
Párrafo aparte merecen las cruces de madera, donde el tallador rústico puso toda su alma de creyente y su fervor místico, para hacerlas verdaderas joyas artísticas. Por los millares y millares de cruces y ermitas que tachonan todo lo ancho y lo largo de su país en forma de corazón, en las que el pueblo ha querido manifestar su fe y sus propias desventuras, Lituania ha merecido el nombre de "Tierra de las Cruces".
Educación y Leyes
Sobresalientes triunfos de la cultura lituana creada por la clase ilustrada, pueden ser hallados en el pasado bastante lejano. Ya en 1529 fué editado un compendio del Derecho que imperaba en el Gran Ducado de Lituania, que se destacara por su gran adelanto, conocido con el nombre de Estatuto de Lituania.
Ya en 1528 fué establecida por los jesuítas una Academia en Vilnius, la cual a la larga se desarrolló en la Universidad de Vilnius, famosa por el alto nivel de sus estudios. En 1773, para ordenar el funcionamiento de las escuelas de Lituania, fué creada la Comisión Nacional de Educación, que, en realidad, fué el primer Ministerio de Educación de todo el continente europeo.
El libro lituano ya conmemoró hace tres decenios, su 400 aniversario, puesto que el primer libro lituano impreso apareció en el año 1547. En cuanto a la literatura lituana manuscrita, se remonta a tiempos mucho más remotos.
Empero, el progreso cultural de Lituania se aceleró especialmente en el siglo XIX. En este aspecto jugó un importantísimo papel la Universidad de Vilnius, fundada en 1803. Aunque los rusos la clausuraron en 1832, durante el período de su actuación alcanzó a contribuir sobremanera en la elevación de la cultura nacional. La abolición de la servidumbre en 1861, también tuvo grandísima importancia. Del seno del pueblo, que había obtenido una mayor libertad personal y económica, surgió una nueva clase ilustrada patriótica, que suplantó a la burguesía que se retiraba de la conducción nacional y dioorigen a la moderna cultura de la nación lituana.
Recobrada la independencia el 16 de febrero de 1918, el progreso cultural lituano fué especialmente rápido. Ello puede comprobarse por el hecho de que, de 26.000 libros lituanos que fueron editados entre 1547 a 1939, 16.721 fueron editados entre 1919 y 1939. Por lo tanto, durante 20 años de vida independiente, se editaron destacadamente muchos más libros lituanos, que en el transcurso de 400 años. Similarmente resulta en otros renglones. Habiendo iniciado la vida independiente careciendo de escuelas de nivel superior, a través de 20 años de existencia libre, Lituania fundó su Academia de Ciencias, las Universidades de Vilnius y Kaunas, las Academias de Agricultura, Veterinaria y de Arte, el Conservatorio Musical, y los Institutos Pedagógico, de Artes Aplicadas, Comercial y de Cultura Física. Conjuntamente había una amplia red de escuelas superiores de instrucción general y especial, mientras que la instrucción primaria era gratuita y obligatoria para todos. Todo ello estaba complementado por Teatros, Operas, Museos, Galerías de Arte y otras instituciones culturales más.
Industria
La industria principal de la población de Lituania es la agropecuaria. En 1940, el 76,9%de sus habitantes vivía en aldeas y, salvo mínima excepción, se desenvolvía en la rama agropecuaria. Junto a esta industria, también poseía gran importancia la industria forestal. Antes de la primera guerra mundial Lituania era un país muy poco industrializado. La industria comenzó a crecer notablemente en tiempos de la Lituania independiente. En 1924 el número total de fábricas alcanzaba a 1.224, sin contar los establecimientos de pequeña artesanía. Incluyendo los establecimientos de artesanía que ocupaban por lo menos un obrero, había en el país 16.131 establecimientos fabriles. Tomando en cuenta solamente los establecimientos de las fábricas más grandes, su mayor parte — 431 establecimientos — correspondían a la industria alimenticia, seguida por la forestal con 158 establecimientos. Pero ya había llegado a formarse una muy importante industria de otras ramas de la economía: la metalúrgica con 101 establecimientos; la textil con 87; la del acero con 58; la química con 52, etc. El progreso de la economía lituana en este período está claramente demostrado por el hecho que, desde 1920 a 1938, su exportación aumento en un 500%.
El destino histórico de Lituania
Lituania hizo su entrada en el siglo XIX ocupada por los extranjeros: la mayor parte del país había caído bajo la férula rusa, mientras que una provincia occidental lo estaba bajo la alemana. En el pasado los lituanos habían demostrado grandes dotes militares y nacionales. Ya en la primera mitad del siglo XIII habían creado su nación unificada, cuyo gobernante Mindaugas fué coronado primer rey de Lituania en 1253. Unos años antes se había convertido al cristianismo, con gran número de sus allegados y un gran sector de la clase dirigente. En la época del dominio de Vytautas el Grande (1392-1430) sus fronteras se extendían del Mar Báltico al Negro y desde las cercanías de Moscú hasta los límites de Varsovia. Empero, las prolongadas luchas con los agresivos tártaros y luego los suecos, los turcos y los fortalecientes moscovitas rusos y, además, la que resultara perjudicial unión personal con Polonia, debilitaron de tal manera a Lituania que, finalmente, careció de fuerzas para defenderse y, junto con su vecina y aliada Polonia, resultó ocupada por los rusos y los alemanes entre 1772 y 1795.
Lituania jamás se avino con tal destino e incesantemente buscó la liberación. Con tal finalidad se rebeló contra los rusos en 1794, en oportunidad de la invasión napoleónica de Rusia, así como volvió a hacerlo en 1831 y 1863. Sin embargo, a pesar de los heroicos esfuerzos de los rebeldes, en razón de la gran desigualdad con el enemigo en número y armamento y la carencia de otros elementos militares, esas rebeliones no resultaron exitosas.
Represiones zaristas rusas
Procurando debilitar a los lituanos, y también asegurarse de futuras rebeliones, luego de cada una de ellas los rusos practicaron dolorosas represiones. Los rebeldes caídos en su poder eran cruelmente torturados y asesinados. Se confiscaron los bienes y propiedades de los participantes en las rebeliones, o de sus auxiliares. Se clausuraron todas las asociaciones con finalidades de mejoramiento del país y se prohibió la fundación de sociedades de cualquier índole. Se clausuró la Universidad de Vilnius y otros establecimientos educacionales lituanos. Se derogó el Estatuto de Lituania y se impusieron en el país las leyes rusas, totalmente extrañas. Fueron clausurados muchos conventos e iglesias, gran cantidad de otras fueron convertidas en templos ortodoxos y entregadas a los rusos de dicha religión, mientras que en las restantes se prohibió su mantenimiento para que se eliminaran por averías, así como no se permitió la erección de templos nuevos. El idioma ruso se implantó en toda la vida pública del país. Finalmente les fué prohibido a los lituanos imprimir sus libros en caracteres latinos, ordenándose que, para tal efecto, se utilizaran los caracteres bizantinos o cirílicos. Haciendo caso omiso de cualquier exigencia humana, los rusos intentaron de esa manera rusificar a los lituanos, así como convertirlos al cismatismo ortodoxo y unificar a Lituania con Rusia para todos los tiempos.
Sacrificios por la libertad y la fe
Los lituanos se opusieron decididamente a esta política rusa y se dieron a defender su nacionalidad y su fe, sin perder al mismo tiempo la esperanza de obtener a la larga la libertad del país. Cuando los rusos clausuraban sus iglesias, más de una vez las defendieron aún a costa de su sangre y sus vidas. Boicoteaban las escuelas rusas y para educar a sus hijos fundaban escuelas lituanas clandestinas. Imprimían libros y periódicos lituanos en la región ocupada por los alemanes y en los Estados Unidos de Norte América, introduciéndolos secretamente en Lituania a través de la frontera, aunque para ello sufrieron muchos centenares de personas, condenadas a prisión y al destierro en Siberia y regiones polares.
Esta lucha se prolongó hasta la guerra ruso-japonesa de 1904. Esta guerra resultó desastrosa para los rusos, lo que promovió, no solamente un enorme descontento contra el gobierno zarista, sino también un movimiento revolucionario. Ello originó una oportunidad propicia para las naciones sojuzgadas por los rusos, a fin de presentar sus exigencias y hasta intentar deshacerse de su dominio. Por lo tanto se soliviantaron vivamente todas las nacionalidades ocupadas, haciéndolo los lituanos con gran decisión. Estos no solamente exigieron mayor libertad, sino que asumieron en sus manos los asuntos nacionales: clausuraron escuelas rusas, eliminaron funcionarios del gobierno zarista, no abonaron impuestos y se negaron a cumplir el servicio militar obligatorio en el ejército ruso. Finalmente, representantes de todo el país se reunieron en 1905 en Vilnius en un Congreso, el que exigió la autonomía para Lituania etnográfica con un congreso elegido en comicios populares, y el empleo del idioma lituano en las escuelas, así como en las oficinas públicas. La prohibición de la prensa lituana, que había durado 40 años, ya había sido levantada en 1904.
Al cabo de cierto tiempo el gobierno zarista logró reponerse de este sacudimiento. Muchos de los que lucharon en su contra, sufrieron o tuvieron que refugiarse en el extranjero. Empero, tanto en la totalidad del imperio zarista ruso, como en Lituania, el gobierno se vio obligado a otorgar una serie de concesiones.
Aliviada la situación, los lituanos desarrollaron en corto tiempo una vasta acción cultural, económica y política. Desgraciadamente, fué quebrada repentinamente en 1914, cuando estalló la primera guerra mundial, pues desde los primeros días Lituania se convirtió en campo de batalla, por cuanto justo a su través pasaba la frontera ruso—alemana. En 1915, Lituania fué totalmente ocupada por los alemanes, que permanecieron hasta el fin de la contienda.
Luchas por el restablecimiento de la libertad
Al debilitarse rusos y alemanes en el recurso de la guerra, los lituanos volvieron a moverse, esperanzados en que, luego de ella, podrían formarse posibilidades de restablecer la libertad. En primer término, realizaron actuaciones vitales concernientes a los asuntos de la libertad de Lituania, los connacionales residentes en los Estados Unidos. Su ejemplo fué seguido por los que se habían refugiado en Escandinavia y Suiza. Millares de lituanos, arrojados por las contingencias bélicas al interior de Rusia, iniciaron una acción similar en la propia Rusia, donde el 27 de mayo de 1917, se reunieron sus representantes democráticamente elegidos en un Congreso en Petrogrado y exigieron la independencia de Lituania. Y, finalmente, hasta el gobierno alemán de ocupación, que sofocaba toda actividad organizada lituana, fué obligado a permitir que entre el 18 y el 22 de agosto de 1917, se reuniera en Vilnius la Conferencia Nacional Lituana, que consideró los más actuales asuntos de la Nación Lituana y, para ocuparse permanentemente de ellos, eligió él Consejo Nacional. Este Consejo debió actuar en medio de las más difíciles condiciones, puesto que los alemanes no querían abandonar en esos momentos sus planes de anexión, y hasta procuraron obligar al propio Consejo Nacional que se pronunciara por lazos íntimos de unión con Alemania. Sin embargo, el 16 de febrero de 1918, el Consejo Nacional aprobó y firmó una declaración, por la cual Lituania rompía con otros países cualquier clase de lazos estaduales y restablecía su Estado independiente.
Aunque el gobierno alemán de ocupación trató de interferir el establecimiento de la Lituania independiente, en el otoño de ese mismo año se adoptó la Constitución Nacional provisoria y se formó el primer gobierno provisional.
Consolidación nacional
Restablecer la Lituania independiente resultó un problema difícil. No solamente porque el país estaba destruido por la guerra, y buena parte de sus habitantes desparramados por todos los confines rusos, sino porque hubo que defenderse con las armas de los bolcheviques rusos que irrumpían en Lituania, de los "bermontianos", compuestos por elementos disgregados del ejército alemán que no deseaban retirarse del territorio lituano y, finalmente, de los polacos, que mantuvieron ocupado hasta 1939 parte del territorio de Lituania, arrebatado en 1920.
Sin embargo, hasta en tales condiciones, los lituanos prosiguieron creando su Estado independiente. El 15 de mayo de 1920 se reunió, elegido en forma democrática, el Congreso Constituyente, que en 1922 adoptó y proclamó la Constitución de la República de Lituania y una serie de leyes fundamentales para dirigir diversidad de cuestiones: la reforma agraria, la educación y otras. Los dos Congresos posteriores continuaron la labor iniciada por aquel, ordenando muchos otros asuntos del país.
El 17 de diciembre de 1926 se produjo un golpe de Estado, obligando a que se retirara la coalición gobernante instaurándose un gobierno de carácter autoritario. Cuando en 1939 los hitleristas arrebataron a Lituania el territorio de Klaipeda (Memel), que formado otro gobierno de coalición nacional, con la participación de todos los partidos políticos, que llevaba al pleno restablecimiento del orden democrático en Lituania, el que fué impedido en 1939 por el estallido de la segunda guerra mundial y la consiguiente ocupación soviética de Lituania en 1940.
Ocupación tras ocupación
Al iniciarse en 1941 la guerra soviético-germana, los lituanos se sublevaron, arrojaron a las fuerzas militares soviéticas de la mayor parte de Lituania y el gobierno provisional, formado por el levantamiento, proclamó la restauración de la independencia de Lituania. Pero en ese mismo entonces irrumpía en Lituania el ejército alemán. Los alemanes marchaban hacia el Este no para liberar a las naciones sojuzgadas, sino para tomar esas regiones bajo su dominio. Por lo tanto, enseguida interrumpieron la actividad del gobierno provisional lituano e instauraron un régimen de ocupación militar.
Lucha de guerrillas
Al ser derrotados los alemanes en la guerra, la Unión Soviética volvió a ocupar Lituania en 1944. Pero esta vez sus tropas fueron recibidas con las armas. Por cuanto la única salida para los guerrilleros (partisanos) lituanos era vencer o morir, esta guerra fué extraordinariamente penosa y provocó grandes pérdidas para los soviéticos. Empero el gran número de soldados y la abundancia de sus armas, decidió esa lucha a su favor. Al perecer en los combates una cantidad no precisada exactamente de guerrilleros, pero que oscila entre los 30 y los 40 mil, la oposición armada contra el ocupante debió cesar. Quedó para seguir solamente en forma de oposición silenciosa.
Voceros lituanos en el mundo libre
Empero, mientras el pueblo puede oponerse solamente silenciosamente en su propio territorio, llegando al supremo sacrificio de inmolarse por el fuego clamando al Cielo y a los hombres, su voz en el extranjero no está sofocada. En su nombre habla al mundo El Comité Supremo de Liberación de Lituania (VLIK). Este Comité fué constituido en Lituania durante la ocupación alemana, por todos los grupos que estaban representados en el Congreso y organizaciones de combate formadas en ocasión de la ocupación. Al volver a reocupar la URSS a Lituania, prosigue su actividad en el extranjero. También en los países que no reconocen la ocupación soviética siguen funcionando las Legaciones y Consulados de Lituania, que representan los intereses de la Lituania ocupada, en los países de su residencia.
En estos esfuerzos por la liberación lituana, colaboran las numerosas colectividades de connacionales de muchos países. La más numerosa es la de los Estados Unidos de Norte América pero bastante numerosas y activas existen en diversas naciones de América del Sur (Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Colombia), Canadá, Australia, Nueva Zelandia, Europa y otras partes. En la República Argentina, desde el año 1940, actúa el Centro Pro Liberación de Lituania en la Argentina.
Para muchos observadores de afuera, la lucha de los lituanos por su liberación, puede parecerles sin la menor esperanza. Mas, los lituanos, acostumbrados desde hace siglos a luchar hasta en las condiciones más desesperadas y a sobrellevar grandes pérdidas de vida y de sangre, continúan la presente lucha sin el menor desánimo, como lo demuestra la circulación clandestina de "Lietuvos Kataliku Baznycios Kronika" (Crónica de la Iglesia Católica de Lituania), que aperece regularmente, y se ha difundido ya en buena parte de otras naciones del imperio soviético, no pudiendo ser destruida hasta el presente a pesar de todos los esfuerzos de los esbirros y agentes secretos soviéticos.
Es que todos los lituanos confían que, con la ayuda de Dios y de los hombres de buena voluntad, sus trabajos y sacrificios obtendrán el merecido y justo premio de la libertad nacional.
C. I.
Crónica de la Iglesia Católica de Lituania inició su aparición en la clandestinidad a principios de 1972, desde el 19 de marzo, tal como se indica en el No. 5.
Los dos primeros números carecen de fecha, el No. 3 está fechado el 20 de agosto de 1972, pero el No. 6 ya lo es en mayo de 1973, y el séptimo, tal como puede estimarse por las cosas relatadas, alcanza al otoño (europeo) de 1973. Vale decir, que los siete primeros números — que forman el presente tomo — aparecieron en el periodo de un año y medio, a razón de un promedio de un número cada 2-3 meses.
(Posteriormente se publicaron diez y seis números más, o sea hasta el No. 23, hasta la fecha de la edición de la presente traducción del tomo 1. En idioma lituano se han editado ya otros dos tomos más: el II — del No. 8 al No. 15; y el III — del No. 16 al No. 21).
Crónica de la ICL es de pequeño formato tamaño esquela, con unas 40 líneas por página, de 35 a 40 letras de máquina de escribir por línea; cada número está compuesto, término medio, de 40 páginas (el No. 1 — 43, el No. 2 — 45, el No. 3 —38, el No. 4 — 42, el No. 5 — 41, el No. 6 —40, el No. 7 — 46). Los siete primeros números tienen en total 295 páginas. Es una cantidad bastante elevada para un período de 18 meses.
En los primeros seis números, las palabras del título ,,Lietuvos Kataliku, Baznycios" están impresas con mayúscula de máquina de escribir; la palabra "Kronika", con
grandes letras de imprenta. La tapa del séptimo número está dibujada una mujer con traje nacional, arrodillada frente a una cruz, con la leyenda de una oración: "Gelbek mus, Viespatie ..." (Sálvanos, Señor . . .).
* * *
La aparición de la prensa clandestina significa, (a) que no existe libertad para expresarse públicamente; (b) que continúa viva una fuerza, cuya naturaleza le obliga a expresarse.
En el sistema soviético no hubo ni hay libertad de expresión. Luego de la muerte de Stalin (1953), en la XX asamblea del Partido Comunista (1956), en la cual fué reprobado Stalin, hubo un breve período de deshielo. Pero muy breve. Aunque ello bastó para que en la totalidad de la Unión Soviética se fortificara el anhelo del espíritu vivo de manifestarse. Y cuando Krushchev fué depuesto (1964); cuando volvió a hacerse más severa la línea del stalinismo, ese anhelo no desapareció. Surgió el llamado grupo de disidentes, con cuyos esfuerzos en 1965 comenzaron a mostrarse las ediciones clandestinas — "samizdat". La publicación "samizdat" más popular fué "Kronika tekush-chij sobitii" (Crónica de los hechos corrientes). Comenzó a aparecer, desde abril de 1968, cada dos meses. Pero se apagó en 1971 cuando fueron detenidos Piotr Iakir y Krasin.
El "samizdat" ruso pudo ser un estímulo para la clandestina "Crónica" lituana. Empero, los editores de la "Crónica" lituana también tuvieron en evidencia las tradiciones de la prensa clandestina, que se había enraizado profundamente en Lituania con anterioridad — en la primera ocupación soviética y, especialmente, durante la ocupación alemana nuevamente la tradición de la prensa clandestina guerrillera (partizana).
La Crónica de la ICL es más especial por su contenido — el religioso; el contenido de la vida eclesiástica. Esta clase de contenido fué actualizado por la política soviética. Después del régimen staliniano, del terror físico sobre los sacerdotes y los creyentes, de las manifestaciones de destrucción en masa de la vida religiosa, en 1954 fué publicado el decreto del comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética, en cuyo preámbulo se condenan los ataques antirreligiosos, el lesionamiento de los creyentes. En el decreto se expresa, que, en el futuro, la lucha contra la religión será realizada con medios ideológicos. Entonces el "Tiesa" (La Verdad) del Partido Comunista se pronunció que, con los creyentes, había que "comportarse delicadamente". Dicho órgano del Partido anunciaba: "La Constitución soviética asegura a todos los ciudadanos la libertad de conciencia." Pero ya en 1958 la prensa volvió a expresarse abiertamente sobre la necesidad de robustecer la lucha contra la religión, a la cual "algunos compañeros pretenden justificar con los argumentos de la libertad de conciencia."
Desde entonces, la lucha contra la religión y la Iglesia muestra la tendencia de solamente vigorizarse, aunque en los folletos y, a veces, también en la prensa vuelve a publicarse la indicación de mantenerse en el convencimiento propagandístico. Pero ello no es más que la táctica del engaño en la guerra.
En la lucha contra la religión, la Iglesia estuvo junto con la lucha contra la conciencia nacional. La conciencia religiosa y nacional siempre estuvieron íntimamente ligadas en Lituania, y, especialmente, en las épocas del peligro externo. Moscú sabía eso. Esa preocupación lo manifestaba públicamente también la prensa occidental. Y cuando la política de Brezhnev, desde 1965 vigorizó los esfuerzos de la asimilación de las naciones, vigorizó, también juntamente, la lucha contra la fe, ahora ya con medios netamente policiales. El XXIV Congreso del Partido Comunista de 1971, se comprometió para esta común lucha contra la concienciq. nacional y religiosa.
La activación de la lucha, activó también el enfrenta-miento. El enfrentamiento hasta la desesperación. Hasta una desesperación tal, de la cual emanó la decisión de huir del régimen soviético (los Brazinskas, Simas Kudirka, los Simokaitis y toda una serie de aquellos que lograron hacerlo). Surgió la decisión desesperada de sacrificar la propia vida en protesta contra la persecusión nacional y religiosa (la autoinmolación por el fuego de Romas Kalanta y otros).
En esta predisposición de ánimo es que nació La Crónica de la Iglesia Católica de Lituania.
Crónica de la ICL es una expresión de la vida nacional y religiosa, así como de su lucha. Es, también, un medio de lucha por la supervivencia nacional, así como religiosa.
* * *
En la lucha, ya sea armada o de palabra, hay un bando que ataca y otro que se defiende.
El bando ateísta atacante posee un poderoso aparato. En su disposición se encuentra el Partido, las instituciones gubernamentales, las de la seguridad, los tribunales, la escuela, la editora de propaganda con docenas de miles de propagandistas entrenados. En el Soviet de ministros, Moscú ha incorporado el "Soviet de Asuntos Religiosos", cuyo presidente en la actualidad es Kurojedovas. El brazo ejecutivo de ese Soviet en Lituania se llama "Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos". En estas funciones estuvo Justinas Rugienis, y desde principios de 1973 se encuentra Kazimieras Tumenas. El primero era de profesión y procedencia empleado de la seguridad, el segundo — propagandista. Pero ambos actuaron y actúan de acuerdo a las directivas de Moscú, por lo cual su agresión contra la fe y la Iglesia permanece siendo la misma.
"El delegado" es, de hecho, el ordenador-controlador de los asuntos eclesiásticos. El controla la admisión de los postulantes al Seminario Eclesiástico, la designación y separación de los sacerdotes, las cartas pastorales de los obispos, el envío de sacerdotes para estudiar en Roma, y, finalmente, hasta los propios candidates a obispo.
Después del delegado, otros círculos del aparato ateísta son los presidentes o subrogantes de los comités ejecutivos regionales, los directores de escuelas o colegios, los maestros, los inspectores de educación, y, en caso necesario, los funcionarios de la KGB, los tribunales, la editora propagandística y, tal como fuera mencionado, las decenas de miles de propagandistas entrenados.
Es un aparato que puede controlar toda la existencia desde arriba hasta abajo, llevar el terror a los propagadores y manifestadores de la fe, destruir las manifestaciones y símbolos religiosos y difundir el ateísmo.
Los puntos de mira del aparato ateísta no son solamente las ideas religiosas, vale decir, la polémica contra ellas o por ellas. Aquí resulta insignificante cualquier diálogo, en el cual se debatieran argumentos contra la fe o por la fe. Domina la imposición, la agresión, la mofa. Estos medios están dirigidos:
(a) Contra los signos de la existencia religiosa: las iglesias, los edificios eclesiásticos, las cruces, las crucecitas que se llevan en el cuello, las medallitas, los rosarios. Crónica de la ICL presenta muchos hechos de como no solamente no se permite la construcción de iglesias, sino tampoco repararlas: ordenan derribar o ellos mismos derriban las cruces erigidas, los monumentos en los cementerios, les quitan a los alumnos las crucecitas en las escuelas y colegios, etc.
(b)Contra los actos religiosos o eclesiales: ceremonias de sepelio, procesiones religiosas, la visita al santuario de la Virgen de Šiluva u otras festividades patronales de parroquias, la imposición del Sacramento de la Confirmación, la atención religiosa de los enfermos, y, por sobre todo, la catequización de los niños. Estos últimos hechos son los más numerosos en Crónica de la ICL
(c)Contra los religiosos: obispos, sacerdotes, seminaristas. Los obispos, que se han negado a realizar la voluntad del delegado, son separados de sus funciones y desterrados de sus diócesis (J. Steponavičius y V. Sladkevičius). A los obispos, que cumplen sus funciones, o a los administradores apostólicos de las diócesis, se les dictan las cartas pastorales; se les dictan las separaciones o traslados de los sacerdotes. De. este modo, los obispos quedan desligados de una significativa oposición al proceso ateísta, para que a ellos mismos no les acaezca similar destino que a los obispos Steponavičius y Sladkevičius. Con ello se obtiene otra ventaja: se destruye la autoridad de los obispos a los ojos de los sacerdotes. En las crónicas se mencionan hechos de como los sacerdotes se niegan a aceptar las decisiones del obispo, sabiendo que no es un acto de libre voluntad de los obispos y que no está en regla con los dictados de los cánones.
(d) Contra los sacerdotes. Por cuanto la iniciativa ateísta no logró organizar "la iglesia nacional", separada de Roma, la acción se desvió individualmente contra los sacerdotes: a unos los hicieron "neutrales", a otros los hicieron favorables al gobierno: "cooperadores", a los terceros, que no pudieron seducir o atemorizar, los persiguen: los trasladan les aplican sanciones administrativas, los condenan en los tribunales.
No solamente a estos, sino a todos los sacerdotes, tratan de alejarlos del pueblo, especialmente de la juventud.
(e)Contra los seminaristas. Permiten que se incorporen al Seminario no solamente una cantidad limitada, sino que cada candidato debe ser aprobado por el delegado, es decir, no borrado de una lista que se le debe presentar. A los que ya se aceptan en el Seminario intentan incorporarlos como espías o delatores. Si no lo consiguen, a veces le interrumpen los estudios eclesiásticos con la movilización para el servicio militar.
(f) Contra los creyentes. Contra aquellas o aquellos que enseñan religión a los niños. Los sancionan con una multa administrativa — de 50 rublos. Contra aquellas ó aquellos empleados, que descubren que asisten a la iglesia: los despiden de su empleo. Contra aquellas o aquellos alumnos, que creen, que concurren a la iglesia: los terrorizan con interrogatorios, se mofan de ellos en los periódicos murales, les ordenan escribir composiciones sobre temas ateístas; les obligan a ingresar en los pioneros, la Juventud Comunista, los grupos ateístas; les amenazan con inscribirles en el certificado de terminación de estudios la "característica" de que "no se han desprendido de los prejuicios religiosos", y asi no serán admitidos en los estudios superiores.
Las informaciones de esta índole son las más profusas en Crónica de la ICL. La pretensión es obvia, si no es posible "reeducar" a la gente de la vieja generación, entonces la meta fundamental es la juventud, que no solamente es desligada de la influencia de los sacerdotes, de la Iglesia, sino también de la de sus propios padres.
La lucha por la fe en Lituania, en realidad es la lucha por los hijos, por el alma de los hijos.
* * *
El otro bando de la lucha, el defensivo, no puede compararse con la ofensiva ateísta ni en caudales materiales, ni en medios de fuerza física. Es solamente poderoso por su fuerza moral. Entre las filas de los exponentes de esta fuerza moral, poseen el papel más importante —
(a)Los sacerdotes — aquellos activos, que no temen ser enjuiciados, que no temen ser encarcelados, que no se dejan seducir por las promesas de bienestar y a quienes ni la seducción ni la amenaza les arredra de la catequización de los niños. Eso lo consideran ellos como deber fundamental de su sacerdocio: enseñar la palabra de Dios a la gente.
(b)Los comités parroquiales, que formalmente son los que ordenan las comunidades religiosas. En su mayoría son gente anciana, a quienes no les afecta que los despidan del trabajo. Les queda solamente el riesgo de que pueden ser sometidos a interrogatorios una y otra vez.
Entre esos ancianos servidores de Dios, deben ser mencionadas especialmente las mujeres, que se arriesgan a enseñar las verdades de la fe a los niños, aunque descubiertas, son sancionadas con una multa en dinero o condenadas a la cárcel.
(c) Los padres creyentes, el pueblo creyente — son la fuerza esencial de la defensiva. Los padres y el pueblo, a veces con sus propios cuerpos se oponen cuando el gobierno pretende derribar los edificios eclesiales o parroquiales, detener a las vendedoras o vendedores de objetos devocionales; aS veces, por la fuerza física arrojan de las iglesias a los alborotadores, milicianos y agentes enviados por los ateístas.
El arma más popular de los creyentes son las peticiones, llamadas por ellos "exposiciones". Son dirigidas a los gobiernos regionales, al delegado del soviet de Asuntos Religiosos; se le escribe al Procurador, a Brezhnev. Obtuvo la mayor difusión su escrito a principios de 1972, dirigido a
L. Brezhnev a través del secretario general de las Naciones Unidas Kurt Waldheim, con más de 17.000 firmas.
Esas exposiciones no obtienen ninguna otra respuesta más que el silencio, nuevos interrogatorios y muy raramente alguna breve respuesta, de que deben cumplir aquello que había sido ordenado por el funcionario de menor jerarquía. Las acciones de los órganos gubernamentales también son denunciadas al Procurador, denunciadas a los tribunales. Pero el cuervo no le pica los ojos al cuervo. Los tribunales dependen de las órdenes de más arriba. La práctica de los tribunales, relatada en Crónica, confirma la aseveración de Solzhenitsin, de que resulta imposible buscar justicia en los tribunales soviéticos.
Empero estos tribunales y peticiones, no quedan sin significación para el bando que se defiende. Los acusados tienen oportunidad, durante su defensa o la exposición de su asunto, de dar vuelta la otra punta del bastón: demostrar que los sacerdotes y los creyentes cumplen solamente aquello, que es permitido por la Constitución y las leyes, mientras que la Constitución y las leyes son infringidas por los funcionarios gubernamentales. En la Constitución se ha previsto la libertad de conciencia, los iguales derechos de los creyentes y los no creyentes, mientras que los funcionarios gubernamentales discriminan a los creyentes; en la Constitución se ha previsto que la Iglesia está separada del Estado, mientras que los funcionarios gubernamentales asumen el ordenamiento de las cuestiones de la Iglesia . . .
No criticando el ordenamiento jurídico del régimen, sino demostrando que son los funcionarios gubernamentales los que arruinan el ordenamiento jurídico del régimen — este método de lucha lo habíanempleado ya en 1965 dos jóvenes religiosos ortodoxos rusos N. 1. Eshlimar y G. P. Iakunin, escribiendo el 15 de diciembre de 1965 una declaración al presidente del Presidium del Soviet Supremo de la Unión Soviética, N. V. Podgorny y al fiscal de la Nación, Rudenko.
Esos mismos argumentos son utilizados también en las peticiones de los católicos de Lituania, así como en los discursos de defensa de los sacerdotes enjuiciados. Con qué precisión jurídica se hace eso, puede ser ejemplo en las
Crónicas la exposición del P. Liesis. Aunque no fué permitido hacerlo público durante el juicio, pero al publicarse en Crónica esa exposición pone al descubierto ya no solamente a funcionarios individualmente. Pone al descubierto el propio sistema. El sistema inscribió los derechos humanos en las Constitución, mientras en la práctica no permite el goce de esos derechos y condena a aquellos que intentan gozarlos. Los funcionarios impiden al ciudadano el goce de los derechos, pues tienen de alguien unas instrucciones no publicadas para castigar a aquellos que intentan disfrutar los derechos de las leyes. (Acerca de esas instrucciones no publicadas, se refirieron aquellos dos religiosos ortodoxos).
Si estas negociaciones pueden ser beneficiosas para la Iglesia y los creyentes, no resulta fácil decirlo. Crónica de la ICL ve en ello un gran perjuicio. Surgieron voces en Occidente, de que tampoco el Vaticano estaría satisfecho con los frutos de los esfuerzos de su diálogo. También dice mucho de que, ante los ojos del mundo, la autoridad moral del momento actual no se haya convertido un filósofo, un teólogo o un sociólogo, sino el mártir Solzhenitsyn. En Lituania, los autoridades morales no son los administradores apostólicos, a quienes se les ha permitido instalarse chalets de veraneo, sino los obispos desterrados: Steponavičius y Sladkevičius; mientras que el pueblo creyente se orienta según los sacerdotes luchadores: Šeškevičius, Zdebskis, Bubnys; mientras que Kalanta es la autoridad moral a los ojos de la juventud.
Voces de decepción por el pragmatismo (detente) se perciben también en el campo político. La situación se torna trágica cuando, por un lado, en el silencio por las persecusiones se mantiene el gobierno soviético, se mantienen las Naciones Unidas, se mantiene el gobierno de los Estados Unidos, se mantiene la diplomacia del Vaticano. Es una poderosa coalición convencional, pero no natural. Por el otro lado, las voces por los derechos humanos son manifestadas por los perseguidos, en cuyo nombre habla Crónica; las voces de la jerarquía católica de los Estados Unidos, los cardenales Mindszenty, Slipyi, y también
Solzhenitsyn, Sakharov; y levanta su voz una parte destacable de la opinión pública occidental.
Esta trágica situación podrían expresarla esas mismas palabras populares: negociación con los enemigos, confrontación con los amigos.
* * *
Crónica de la ICL se destaca por su información tranquila, concreta — con datos, lugares y nombres —, casi una información protocolar. Esa información objetiva es un valioso material documental sobre el panorama de la situación religiosa, eclesiástica y nacional de Lituania, sobre la situación en el período de la decena del setenta al ochenta del presente siglo, cuando se desarrolla una gran lucha por el Hombre.
La importancia documental de Crónica para este período histórico, resulta igual a la de los 'Partisanos" (guerrilleros) de J. Daumantas de años anteriores: el decenio del cincuenta al sesenta, cuando se desarrolló la lucha por la libertad del país y por el sistema de vida lituano.
El período de Crónica surgió orgánicamente del período de los guerrilleros y lo prolongó.
Los "Partisanos" de Daumantas se limitaron mayormente en influenciar entre la emigración lituana, creando en su seno un vital culto guerrillero.
Crónica de la ICL va mucho más ampliamente — su información se convierte en un instrumento de lucha en la común lucha por los derechos del Hombre.
Y todo aquel que lee seriamente las Crónicas y las medita; quien toma sus informaciones para propagarlas, indirectamente se convierte en participante de esa lucha.
P.S.
Crónica de la Iglesia Católica de Lituania ha sido reimpresa en lituano en el exterior, manteniéndose para ello dos principios:
(a) Que el documento permaneciera auténtico, es decir, indemne. Y así fué copiado, corrigiéndose apenas algunas pocas palabras que pudieron considerarse errores de máquina o corrección;
(b) Para facilitar al lector la lectura del material documental, y encontrar más rápidamente las cuestiones esenciales, antes de cada número de Crónica se ofrece en página aparte, un resumen de los temas más importantes, mientras que en el propio texto se ofrecen subtítulos. Para dejar en claro que estos subtítulos son obra de la redacción de este tomo, se los ha colocado entre paréntesis.
Al principio de la obra, hemos agragado una explicación de los términos específicos soviéticos así como de sus abreviaturas o siglas.
Z. V.
14 de mayo de 1974.
Nota del Traductor
Tal como lo manifiesta precedentemente el Redactor de la edición en lituano de los primeros siete números de Crónica de la Iglesia Católica de Lituania, y a requerimiento especial de los editores, en la presente traducción al castellano se ha tratado de volcar lo más fielmente posible el texto original de las Crónicas. Por consiguiente, no se ha buscado un pulido trabajo literario, sino que se ha guardado el espíritu que prima en Crónica, con una versión lo más literal que se pudo conseguir, ofreciendo — naturalmente — el mejor lenguaje castellano posible ■ Creemos haber logrado esa difícil misión traductora. Difícil sobremanera, porque el lenguaje castellano difiere, en toda su construcción gramatical, del lenguaje lituano, cuyo origen es asaz remoto, ya que — según los estudiosos en la materia — provendría del antiguo sánscrito, — conservando en la actualidad casi una total pureza y, considerándose por lo tanto, el lenguaje vivo más antiguo del mundo.
El lector avisado será indulgente con alguna que otra pequeña trasgresión gramatical o forzada construcción de la frase, cometidas en aras de no restar fidelidad al material documental de las Crónicas, como quedara estipulado más arriba.
Lo valedero, para los seres humanos del mundo en que hoy habitamos, es conocer por medio de testimonios fehacientes e incontrovertibles, de gente que ha sufrido y sufre en carne propia las persecusiones por sus convicciones religiosas y nacionales, la lucha que se lleva a cabo por la efectivización de los derechos humanos en esa pequeña Lituania — pequeña en extensión geográfica y demográfica — pero grande por su glorioso pasado y su actual posición irreductible ante el imperialismo comunista y ateo, que pretende imponer el dominio de Satanás sobre todas las naciones de la Tierra. La demostración de que el espíritu del Mal no prevalecerá por siempre, es la denodada lucha del pueble creyente lituano que se patentiza a través de las páginas de Crónica, que no ha podido ser silenciada desde que apareciera hace más de 4 años, a pesar de los desesperados esfuerzos de los esbirros y espías de la KGB ruso-soviética.
C. I.
26 de diciembre de 1976.
ACLARACIÓN DE LAS SIGLAS Y DENOMINACIONES
CC Comité Central.
CCL Comité Colectivo Central.
CDL Código del Derecho Laboral.
CE Comité Ejecutivo.
CIC Codex Iuris Canonicus: Código del Derecho Canónico.
CICL Crónica de la Iglesia Católica de Lituania.
CP Código Penal.
CPP Código de Prodecimientos en lo Penal.
Kapsukas Es considerado el máximo dirigente comunista lituano (fallecido).
KGB Komitet Gosudarstvennoi Bezopasnosti: Comité de Seguridad del Estado.
Máquina Vehículo automotor.
PC Partido Comunista.
PCL Partido Comunista de Lituania.
PCUS Partido Comunista de la Unión Soviética.
PSS Presidium del Soviet Supremo.
Raion Departamento administrativo.
RSS de República Socialista Soviética de Lituania.
Lituania
RSSL República Socialista Soviética de Lituania.
RSSR República Socialista Soviética de Rusia.
SAR Soviet de Asuntos Religiosos.
SDT Soviet de Diputados de los Trabajadores.
US Unión Soviética.
Koljós Chacra colectiva con administración local.
Sovjós Chacra colectiva con administración estatal.
ÍNDICE ALFABÉTICO PARCIAL DE PERSONAS PERSEGUIDAS POR SUS CONVICCIONES RELIGIOSAS
Adomaitis, J., sacerdote. Plokščiai 394
Andriuškevičius, A., cura párroco. Ratnyčia 365
Antanaitis, Br., cura párroco. Alksnine 206
Bakšys, P., administrador de las diócesis de Panevėžys y Kaišiadorys, canónigo 245, 248
Balaisis, cura párroco. Saločiai 294
Biciucaite, Kleopą, N. Akmene 94, 138
Briliene, Ona, maestra. Vilkaviškis 102, 159-164, 167, 170-171
Bubnys, Prósperas, cura párroco. Girkalnis 71-72, 75, 78, 90, 99, 101, 143, 202, 221, 231, 254-256, 275, 290
Buliauskas, sacerdote 247-248
Burneikis, vicario. Klaipėda 112
Deltuva, Albinas, cura párroco. Veisiejai 391
Dovydaitis, Gvidonas, vicario. Sakiai 393, 397
Dumbliauskas, Petras, cura párroco. Garliava, Šunskai 177-179, 208
Grigaitis, J., decano. Alytus 141, 189
Grinceviciute, V. Kaunas 302, 355-356
Gudanavicius, Viktoras, cura párroco. Vadžgirys 185-186, 188
Jakubauskas, A., vicario. Kėdainiai 209
Kalanta, Romas. Kaunas 203, 254, 331, 370-371
Kavaliauskas, C, sacerdote, traductor del Nuevo Testamento 261
Keina, Algimantas, cura párroco. Valkininkai 79, 81-82, 196
Krikščiūnas, R., obispo. 291, 300, 318, 334, 362
Krivaitis, Česlovas, administrador de la diócesis de Vilnius 202, 205, 214
Kunevičius, L., cura párroco. Gerdašiai 367
Labukas, J., obispo de Vilkaviškis y administrador de la arquidiócesis de Kaunas 140, 151, 205-207, 256, 290-292, 328, 333-334, 341, 372
Laurinavičius, Br., cura párroco. Adutiškis 142, 217-219, 228-230, 232-233
Lygnugaris, Petras, cura párroco. Akmene 95
Lydis, St., cura párroco. Vilnius 214
Liesis, A., sacerdote. Utena 373-374, 380
Lukošaitis, A., cura párroco. Valaklendis 214
Masiokas, cura párroco. Miežiškiai 385
Masilionis, P., cura párroco. Krikliniai 246-248
Matulaitis, J., cura párroco. Nemaniunai 296
Matulevičius, cura párroco. Simnas 141, 189
Maželis, Petras, obispo. Teisiai 110
Mazonavicius, sacerdote. Šiauliai 240
Merkys, Vytautas, ordenado sacerdote secretamente. Vilnius 142
Močius, Algirdas, sacerdote. Lauksodis 240
Montvila, cura párroco. Lukšiai 197
Nykstus, sacerdote, considerado por las autoridades como "desviacionista" 248
Orlickas, Petras, cura párroco. Margininkai 84-86
Paltarokas, K., obispo. Panevėžys, 261
Paškevičiūte, Ona. 90
Pavilonis, Liudas, obispo 190, 391, 393
Pesliakas, V., cura párroco de Juodaičiai, después vicario y altarista de Viduokles 207, 254, 291-292, 333
Pilypaitis, cura párroco. Kaunas 208
Pletkus, obispo 205-206
Razanskas, Juozas, cura párroco. Pakruojis. Decano en Seduva 245
Slatkevicius, Vincas, obispo 66, 81, 91, 101, 179-180, 261, 333
Stankevičius, Juozas, sacerdote, fué administrador de la diócesis de Vilkaviškis y de la arquidiócesis de Kaunas 211
Steponavičius, Julijonas, obispo 87, 89, 91, 101, 142, 222-223, 261, 282, 291
Strimuliene, Ona. Veiviržėnai 388
Sakius, Juozas, altarista. Aleksotas 141
Šauklys, Viktoras, MIC, cura párroco de Gidziai 139, 182-183
Šeškevičius, Antanas, cura párroco. Dubingiai 61, 83-84, 90-91, 135-136, 140, 193, 196, 231, 255-256, 334, 375
Talaisis, vicario. Klaipėda 112
Tamkevičius, Sigitas, vicario. Simnas 141, 191, 206
Turčinskas, decano. Dangiai 189
Zakariza, sacerdote. Prienai 56, 58
Zdebskis, Juozas, sacerdote. Prienai, Silele 43-45, 47-50, 52, 54-59, 70-71, 90-91, 99, 101, 145, 179, 191, 202, 212, 221, 231, 248-249, 254-256, 262, 296, 334, 338-341, 375
Zubrus, J., sacerdote. Dubingiai, Širvintai 192-193
Zinkelis, canónigo, decano de Pasvalys 248
Žemaitis, J., decano. Sakiai 394
Zemenas, K., sacerdote 142
