(La juventud y el Via Crucis):

Žemaičiu Kalvarija. El 9 de julio de 1980 a pesar del mal tiempo en Žemaičiu Kalvarija se congregó una enorme multitud. El santuario no pudo dar cabida a todos los llegados, por lo cual parte de ellos rezaron en el atrio bajo la lluvia. La Santa Misa fué concelebrada por 95 sacerdotes — la mayoría de ellos de la diócesis de Teisiai y algunos de otras diócesis. Se habían congregado allí para hacer sus votos de antialcoholismo. La homilía sobre la importancia del antialcoholismo, sobre las perniciosas consecuencias del alcohol, fué pronunciada por el Administrador de la diócesis de Teisiai, P. Antanas Vaičius. El Adminis­trador convocó a que todos en general se abstuvieran del alcohol o, por lo menos, consumieran con modera­ción.

Después de la homilía los sacerdotes leyeron el compromiso de antialcoholismo-abstinencia. Tras que todos los feligreses hubieran pronunciado sus prome­sas de antialcoholismo-abstinencia, se repartieron las estampitas recordatorias. Fueron 4.100. Los que tomaron la Santa Comunión alcanzaron a 3700.

Terminada la Santa Misa, pronunció una breve pero ardorosa homilía el decano de Mažeikiai P. Kazimieras Gasciunas. Conquistados por las palabras del orador sagrado, innumerables fieles ardieron en el afán de salvar a Lituania de los pantanos del alcoholismo, de la vaciedad espiritual provocada por el ateísmo pernicioso, dado que ese vacío frecuente­mente es llenado con el alcohol. El entusiasmo del gentío era tan pronunciado que, luego de la homilía, a pesar de la gran aglomeración y extremada sofoca­ción, casi la totalidad de la concurrencia se quedó para rezar las extensas ceremonias del Via Crucis (por el mal tiempo reinante no fué posible realizar el Via Crucis en los pasos del monte).

Durante los días de las fiestas patronales (2-9.VII) hubo profusión de peregrinos. El día del Supremo Calvario — domingo (6.VII), los inspectores de tránsito registraron 2.865 automotores livianos (en los que llegaron cerca de 15 mil peregrinos). Por cuanto parte de los peregrinos llegaron en autobuses y otros medios de transporte, y otras parte había llegado con varios días de anticipación, se calcula que dicho día en Žemaičiu Kalvarija (El Calvario de Samogitia) hubieron unas 30.000 personas. Tomaron la Santa Counión 6.700 asistentes. En el transcurso de los días de festejos patronales se repartieron 20,5 miles de Santas Comuniones.

En las fiestas patronales se observa anualmente un acrecentamiento de la asistencia de la juventud. Especialmente se pudo notar muchísimas caras de jóvenes el 5 de julio. El sábado víspera del Supremo Calvario, ya se ha convertido en el día tradicional de la juventud. Una multitud de millares de jóvenes anduvieron por el monte del Via Crucis. Delante de cada estación, pronunciaron homilías el P. Stanislo­vas Krumpliauskas (vicario de Kupiškis) y el P. Jonas Kauneckas (vicario de la catedral de Teisiai). Ambos instaron a que la juventud confesara valientemente su fe, sin renegar jamás del símbolo de las lituanos — la cruz. Antes de la partida al monte, pronunció un sermón el cura párroco de Seduva canónigo Bronius Antanaitis. Con argumentos convincentes demostró a la juventud lo absurdo y falaz del ateísmo-impiedad.

Las fiestas patronales de Žemaičiu Kalvarija, realizadas la primera semana de julio, se tornaron en la fiesta del triunfo de la fe de Lituania.

Šiluva. El 23 de agosto de 1980 tuvo lugar en Tytuvėnai una gran concentración juvenil aprestán­dose a participar en una procesión de desagravio. Tras recorrer la iglesia y después de orar, la mayoría se dirigió hacia el lago. Alguien se interesó en preguntar a la persona de guardia en el local de atención: "¿Qué hace la juventud?" Por lo visto, el ojo "avizor" desde la mañana temprano seguía a los visitantes. Los habitantes de Tytuvėnai recibieron amablemente a los peregrinos, prometiéndoles alber­garlos por la noche, pero los funcionarios locales, aprovechando la salida de los visitantes a los cultos vespertinos, comenzaron a indagar a los habitantes locales. La milicia estuvo interrogándolos quién estaba alojado en sus casas, de donde procedían, con qué fin habían venido, etc. Los funcionarios dijeron que regresarían por la noche para verificar las documentaciones. Por el pueblo circularon profusa­mente los automotores de la milicia, observando atentamente a los que habían llegado. Fueron detenidas personas de Anykščiai.

En el culto vespertino intervinieron numerosos agentes de la Seguridad, quienes, haciéndose pasar por fieles, se persignaban, se arrodillaban, etc. Durante la noche la juventud estuvo orando en la iglesia, mientras que algunos otros esperaban la llegada de la mañana en la sacristía. A medianoche sonó el teléfono en la casa parroquial, — los funcionarios se dieron a reprender al sacerdote por haber establecido un hotel en la iglesia.

El 24 de agosto, tras los cultos de la mañana, los participantes de la procesión comenzaron a formarse para la marcha. Los muchachos, portadores de la cruz y los estandartes, las niñas engalanadas con trajes nacionales, dos sacerdotes, con indumentaria litúrgi­ca, y una kilométrica fila de fieles, quienes, entonan­do "María, María", marcharon por la calles del pueblo. Cuando la cabeza de la columna salía a la calle central, se les enfrentaron los funcionarios de la milicia y de la Seguridad. Uno de ellos gritaba por un altavoz: "¡Organizadores, os pedimos que disperséis a los participantes. La marcha no ha sido coordinada con el Comité Ejecutivo!" Empero, nadie le prestó la menor atención. A la salida del pueblo, en un automotor cubierto había milicianos y agentes de la Seguridad con máquinas fotográficas y cinematográ­ficas, demostrativamente fotografiando a los partici­pantes. Junto a ellos había estacionado otro automo­tor con negras cortinas corridas, desde el cual también se filmaba. Haciendo ulular la sirena pasó un carro de bomberos. La toma de fotos y filmación se prolongó a lo largo de toda la marcha.

Todo el camino hasta la capilla de Siluva (santua­rio milagroso de la Virgen María. El T.) se estuvo orando — rezo del rosario o entonación de cánticos religiosos. Los jóvenes adornaban las cruces que se hallaban al borde del camino, lo que provocaba el enojo de los guardias. Resultaba enternecedor notar que la gente, ante la presencia de la marcha, se ponía de rodillas, los hombres se quitaban las gorras, y más de uno se secaba alguna lágrima. Todos estaban conmovidos a causa de que en la marcha lo que predominaba eran jóvenes y niños.

En la capilla de Siluva los romeros rezaron un rosario. El P. K. Daknevicius pronunció la homilía. De la capilla todos se dirigieron hacia la iglesia. Allí fué ofrecido el Santo Sacrificio de la Misa por el antialcoholismo de Lituania y en tal oportunidad el P. J. Zdebskis pronunció otra homilía.

Posteriormente se evidenció que, apenas salido de la iglesia de Tytuvėnai, fué detenido y llevado a la seccional de la milicia el ingeniero V. Vaičiūnas, quien en la iglesia de Tytuvėnai había pronunciado una breve alocución destacando la intención y la legalidad de la marcha. Los agentes de la Seguridad le quitaron la Constitución de la URSS, basándose en la cual explicaba que los fieles no cometían el menor delito realizando esta procesión de desagravio, y un banderín de regulación del tráfico: "la prueba del delito". Después lo dejaron ir.

Kaunas. Cinco mil seiscientos noventa y ocho fieles de Kaunas se dirigieron en octubre del cte. año al Secretario del PCL Petras Griškevičius, exigiendo la devolución del cuadro milagroso "Santa María de Pažaislis", robado de la Catedral el 29 de agosto de 1979. Condenaron al delincuente Igor Chistiakov, pero prolongan la devolución del cuadro. "Esta prolongada tardanza, — escriben los kaunenses, — en la devolución de ese tesoro de los fieles — el mencionado cuadro — a la Arquicatedral-Basílica, nos ha promovido mucha inquietud y provocado una nueva oleada de rumores. Algunos dicen que el cuadro no será devuelto en absoluto, otros manifies­tan que el delito había sido preparado con el objeto de apoderarse del cuadro, y los terceros fraguan diver­sidad de conjeturas con respecto a las autoridades".

*   *    *

Vilnius. Nijole Sadunaite se encuentra en libertad, pero su persecusión continúa. Encontrándose en el destierro no recibía gran cantidad de cartas del exterior, aunque buena cantidad las obtenía. A su regreso a la libertad, escribió numerosas cartas a sus amigos del extranjero, pero al cabo de 4 meses no recibió la menor respuesta — los censores soviéticos las confiscan. También se le confiscan los regalos enviados a Nijole Sadunaite, p. ej.: Fr. Hieronymus desde Israel envió a Sadunaite tres encomiendas, pero pasaron 8 meses sin que ella haya recibido ni una.

 *    *

(Funcionarios soviéticos ordenan el clero):

Grinkiškis (raion de Radviliškis). El 20 de agosto de 1980 el P. Juozas Vaicekauskas escribió una exposi­ción al Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Kaunas y diócesis de Vilkaviškis, Obispo L. Povilonis. Expresa en él: "El 20 de agosto de 1980 a las 11 hs. en una automóvil de Comité Ejecutivo del raion de Vilkaviškis fui transportado al Comité

Ejecutivo del departamento de Grinkiškis. En el despacho de la presidenta departamental, Norvai­šiene, esperaban el Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos Petras Anilionis, y el sustituto del presi­dente del Comité Ejecutivo del raion de Radviliškis Alfredas Krikstanas.

P. Anilionis me atacó por infringir las leyes soviéticas y

1. Me prohibió terminantemente enseñar de cualquier forma las verdades de la fe a los niños. Me prohibió la explicación del catecismo a los niños durante la homilía, hecerles preguntas a los niños y explicarles al mismo tiempo. Citó un comentario nuevo del Código Penal a este respecto, y amenazó con castigos.

2. Señaló que a veces mi casa era visitada por niños. Anilionis ignoraba qué es lo yo hablo con los niños, pero me advirtió severamente, que en la sucesivo no recibiera visitas de niños.

3. .Advirtió que los niños no ayudaran a las Misas ni participaran de las procesiones.

4. Anilionis me atacó groseramente que a fin de año yo no le suministro datos de cuantos fueron bautizados, casados, etc., y que incito a otros sacer­dotes que no le suministren tales datos.

5. Me prohibió ir a pie o en medio de locomoción en las procesiones fúnebres de entierro. Debo presentarme con anticipación en el cementerio.

P. Anilionis sostuvo que en Lituania de 700 sacerdotes apenas un par de decenas infringen las leyes soviéticas. Indicó que en la parroquia de Grinkiškis cometía menor cantidad de infracciones legales que anteriormente, cuando trabajaba en otras parroquias. Me aconsejó no arruinar mi reputación y no infringir las leyes. Cuando le solicité que indicara a cuales sacerdotes les he incitado a no suministrar los datos estadísticos, A. Krikstanas manifestó conocer­los, pero sin indicar sus nombres. P. Anilionis casi no me permitió hablar, y cuando me reclamó que no levantara el tono de voz, me incorporé para salir. P. Anilionis exclamó: "¡Todavía no está todo!" Mientras salía por la puerta estaba amenazando que sería retornado por la milicia.

Cuando se presentó en Grinkiškis, P. Anilionis le regaló a la presidenta departamental Norvaišiene un presente — el catecismo recientemente editado. Es una lógica rarísima: regalar un manual de catecismo a una atea, mientras se sofoca moralmente al sacer­dote".

Observación de la Redacción: El Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos en el presente verano estuvo visitando a numerosos sacerdotes activos, p. ej.: el cura párroco de Josvainiai P. L. Kalinauskas, el cura párroco de Valkininkai P. Algimantas Keina, el cura párroco de Seduva Canónigo Bronius Antanaitis y otros. Les hacía advertencias sobre los cultos religiosos, exigiendo su cumplimiento.

*    *    *

Telsiai. El 1 de septiembre de 1980 el vicario de la Catedral de Telsiai P. Jonas Kauneckas envió una denuncia al Procurador de la RSSL, en la que se relata como la milicia y los agentes de Seguridad de Joniškis infringen groseramente las leyes soviéticas. Escribe el sacerdote:

"El 21 de agosto del cte. año a eso de las 20,00 hs. los mencionados funcionarios me detuvieron sin el menor motivo, habiendo multado previamente por alta velocidad al conductor que me transportaba, Petras Gražulis (a fin de evitar que salpicaran los vidrios de las ventanillas, no se dejó pasar por un "Moskva" (marca de automóvil soviético. El T.); dichos funcionarios viajaban en el "Moskva" sin señales indicatorias y sin indicación de detención). Sin la menor inculpación me hicieron bajar de nuestro automotor, para conducirme a la oficina del agente de guardia de la SSR de Joniškis, donde se dieron a revisarme los bolsillos en presencia de una veintena de personas — parte de las cuales vestidas de civil (los milicianos informaron posteriormente que se trataba de agentes de la Seguridad), otros milicianos llevaban uniforme, hasta había un Mayor. Yo les expresé que, sin orden del Procurador no tenían derecho a realizar la revisación. Entonces un Sargento de la milicia me golpeó el rostro con el puño, diciendo: "Aquí tienes la orden!" Después el miliciano de guardia me tomó de las solapas tratando de quitarme un crucifijo que llevaba prendido en el ojal. Le mostré que alrededor de cuello tenía otro signo religioso — una medallita, manifestando que las leyes soviéticas no prohibían su ostentación. Además, a Gražulis le quitaron las llaves del baúl del coche, para proceder a su revisación. Por cuanto en el automotor se encontraban objetos personales míos, traté de presenciar la revisación aunque más no fuera a través de una ventana de la milicia, pero me lo impidieron.

Tras de revisar mis bolsillos y los de P. Gražulis, los milicianos se dieron a leer en voz alta las anotaciones de nuestras agendas, y otros escritos; preguntaban para que esto y aquello, etc. Prosiguie­ron mi interrogatorio en el II-o piso, en una oficina de la Seguridad. En la seccional nos entretuvieron casi hora y media. No se me formuló ninguna acusación, no se redactó ningún acta de indagatoria, ninguno de los empleados mostró sus credenciales (¡ni al recla­mar los derechos de conductor!), y tampoco dijeron sus nombres".

*   *    *

Tryškiai (raion de Telsiai). El 13 de mayo de 1980, en horas de la noche, fué violentada la iglesia y robado el último ciborio, 4 candelabros, el relicario, forzado el tabernáculo. Las hostias consagradas fueron desparramadas en el tabernáculo.

 *    *

Ukmerge. El 17 de septiembre de 1980, a fin de recibir la acostumbrada reprimenda, fué citado el vicario de Ukmerge P. Virgilijus Lenkaitis. Fueron participantes de la charla el presidente del raion A.

Bernotas, su sustituto A. Perednis y alguien que no quiso decir su nombre, presumiblemente un agente de la Seguridad. Los funcionarios se mostraban enfadados por las homilías del P. Lenkaitis, amena­zándolo con buscarle otro lugar en una parroquia distinta. En su opinión, por la fuerza nadie inscribe a los niños ni en los pioneros, ni en la juventud comunista, — sino que ingresan por sí mismos libremente. El vicario fué obligado a escribir una aclaración, pero se negó a hacerlo. El sustituto Perednis manifestó que esta conversación había sido coordinada con el Delegado del Soviet de Asuntos Religiosos. También le previno, que al sacerdote no se le ocurriera enseñar a los niños las verdades de la fe.

*   *    *

Josvainiai (raion de Kėdainiai). El 10 de abril de 1980 el periódico del raion de Kėdainiai "Tarybinis kelias" (El Camino Soviético), ofreció a sus lectores un calumnioso artículo "Kreivas žvilgsnis" (Ojeada tortuosa) sobre el cura párroco de la parroquia de Josvainiai, P. Leonas Kalinauskas.

El artículo promovió un enorme enfado entre los fieles. El comité parroquial de la parroquia de Josvainiai (presidente V. Urbonas) envió a la direc­ción del mencionado periódico una réplica titulada "Buscando la ojeada recta", en la que defiende a su párroco y sostiene que él posee derecho de enseñar a los niños las verdades de la fe, a visitar a sus feligreses, a decidir quien debe o no ser sepultado con ceremonias religiosas.

Los fieles están disgustados a causa de que los ateístas durante las exequias fúnebres se comportan inconvenientemente en la iglesia — impiden que los niños estén situados junto al féretro, obligan a los niños a ingresar en los grupos ateístas, disminuyen la calificación en conducta por motivos de fe, etc.

* *    *

Truskava (raion de Kėdainiai). El 27 de mayo de

1980, el cura párroco de la parroquia de Truskava P. Petras Nikstas fue citado por el Comité Ejecutivo del raion de Kėdainiai, donde el sustituto del presidente del raion Juškevičius amonestó severamente al sacerdote, a causa de que durante Pentecostés oró acompañado por una multitud de millares al aire libre junto a la incendiada iglesia. El funcionario intimidó expresando que por tal clase de ceremonias religiosas el sacerdote puede ser condenado (en la actual iglesia de Truskava apenas caben unas 150 personas).

*    *    *

(El tiro por la culata):

Nemakščiai (raion de Raseiniai). Alfonsas Bumbu­lis, domiciliado en Nemakščiai, envió una nota exposición al Procurador de la RSS de Lituania, en la cual protesta contra la grosera arbitrariedad con respecto a Nijole Sadunaite y su propia persona.

En la nota del 17 de julio, especifica que en 1948 fué deportado al país de Krasnoiarsk y durante 11 años habitó en Boguchianny, por lo cual al enterarse que estaba finalizando el lapso de destierro de Nijole Sadunaite, decidió visitar los lugares por él conocidos y ayudarle a regresar a Lituania.

Durante el viaje A. Bumbulis sintió el "diligente" amparo de los de la Seguridad; al recibir el equipaje la empleada dudó inesperadamente, largo rato estuvo manipulando el pasaporte, indagó donde se lo habían registrado, al iniciarse la ocupación de los lugares, nueva sorpresa — fué derivado a una habitación contigua, donde dos funcionarios uniformados lo interrogaron sobre su procedencia y su destino. Todo lo anotaron minuciosamente en una revista y le revisaron el portafolios.

Ya de regreso a Lituania, en el aeropuerto de Jūrmala (RSS de Letonia) fueron recibidos por tres uniformados y varios civiles. Ante la sopresa de los viajeros, había revisación de pasaportes y pasajes. A.

Bumbulis escribe que el examen duró hasta que les llegó el turno a ellos. Tras examinar sus documentos, los hicieron sentar en un automotor, en el que ya estaban instalados varios agentes de la Seguridad procedentes de Vilnius. En tal "amable" compañía les tocó viajar hasta sus casas. "Pero si N. Sadunaite y yo éramos ciudadanos soviéticos libres, entonces ¿para qué todo eso?" — inquiere A. Bumbulis. "¿Acaso los de la Seguridad no hubieran debido presentarse y explicar esta desgraciada operación?" Parece que hubiera sido más fácil decir: "Seguridad no puede soportar que a la prisionera de regreso, sus connacio­nales la reciban con rosas". O sino: "En el cuatrigési-mo aniversario (de la ocupación. El T.) deseamos inspirarles temor a los lituanos".

"Los anónimos agentes de la Seguridad, mediante esta operación que se difundiera ampliamente, no solamente se han comprometido a sí mismos, sino también a todo el orden soviético", — con estas palabras finaliza su exposición A. Bumbulis.

*   *    *

Šiauliai. El 23 de marzo de 1980, el director de la fábrica "Nuklon", Baranauskas, ordenó al antiguo excelentísimo operario Jonas Tamutis que renuncia­ra al trabajo "por su propia voluntad", puesto que así lo exigía la KGB. Tamutis se negó. Entonces el director lo amenazó con provocarle condiciones de trabajo intolerables y disminuirle la categoría.

El motivo de la intervención de la KGB — en 1979 Tamutis participó en las peregrinaciones religiosas a Šiluva y la Colina de las Cruces.

* *    *

(¡Qué delitos pecaminosos):

Girdžiai (raion de Jurbarkas). El Comité Ejecutivo del departamento de Girdžiai, con fecha 27 de agosto del cte. año, envió la siguiente nota al cura párroco de la parroquia de Girdžiai P. V. Šauklys:

"Se conoce que niños menores de edad sirven a Misa en lo de vosotros, cantan en el coro eclesial, participan de otros cultos religiosos; hasta fueron realizadas excursiones, donde también participaron en las celebraciones religiosas. Se ha enseñado religión. Os conminamos que en el futuro esas cosas no se repitan, lo cual está en contradicción a las disposiciones sobre uniones religiosas, ratificadas por decreto No. IX-748 de fecha 28 de julio de 1976 del Presidium del CS de la RSS de Lituania." Firmado por la presidente del Comité D. Bosiene.

*    *    *

(Consejos paternales):

Šiauliai. El 10 de septiembre de 1980 en el Hogar de Maternidad de Šiauliai, en ocasión de una "charla" de rutina, dos agentes de la Seguridad que no se atrevieron a dar sus identificaciones, durante una hora y media se la pasaron "educando" a la empleada de esa institución Dalia Tamutyte y hasta le instaran que les prestara su colaboración.

Les interesaba sobremanera a los chequistas la actividad de los Amigos de la Eucaristía, indagaron si conocía a los siaulenses: M. Jurevičius, J. Petkevi­čiene y cómo los definiría ella.

Los de la Seguridad le aconsejaron examinar su existencia y llegar a conclusiones convenientes. En su opinión, Dalia Tamutyte frecuentaba con personas sumamente malas. Los chequistas le expresaron que había necesidad de conocer a todas aquellas personas que en un futuro podrían dispararles por la espalda. Además, amenazaron con impedir que visitara a los familiares que vivían en el exterior, mientras que en el trabajo se ocuparían de promoverle obstáculos; al mismo tiempo le recordaron que no se atreviera a publicar esta "conversación", que no llegara a saberlo Radio Vaticano . . .

Los días subsiguientes, "charlas" similares las tuvo la ex colaboradora de Dalia, N. Radaviciute.