Al Procurador de la RSSL

El 16 de diciembre de 1980 concurrí al Tribunal Supremo donde se realizaba una sesión pública del juicio a V. Skuodis, G. Iešmantas y P. Pečeliūnas. Al no tener ya cabida en la sala de sesiones, permanecí de pie en el vestíbulo conversando con uno de los testigos (un operador del estudio de televisión) sobre su lugar natal. Entonces se nos acercó un hombre alto vestido de marrón, vociferando airadamente por qué interrogaba yo a la gente, y exigió que me retirara. Respondí que el tribunal era independiente, que todo ciudadano posee el derecho de entrar allí y pregunté quién era él. Sin responderme, el hombre llamó a los milicianos para que me llevaran. Volví a repetir que el tribunal es independiente, y él carecía de todo derecho en vociferarme. El hombre de traje marrón, ordenó severamente al teniente y a tres sargentos que me arrojaran por la puerta. Los milicianos me torcieron los brazos hacia atrás, me golpearon en la espalda y me arrojaron a la calle a través de la puerta tan brutalmente, que me arrancaron la pulsera del reloj. Al exigirles que me compraran una nueva pulsera para el reloj, el teniente primero Stepanovas me amenazó: "Te lo voy a comprar de un modo que no lo querrás más".

Más tarde, regresé al vestíbulo, me senté y me puse a leer el periódico. Se me acercó un hombre presentándose como un empleado del tribunal y comenzó a gritar: "¡Sal de aquí, estás echando a perder el aire, tú le mordiste un dedo al miliciano! Escribe una exposición", — señalando con el dedo se dirigió al sargento de la milicia, y prosiguió gritán­dome: "¡Sal de aquí! ¿Eres o no lituano? Si eres lituano, — vete de aquí". No pudiendo soportar esa vociferación, prometí irme a los quince minutos y lo hice.

Estos incidentes fueron presenciados y escuchados por los que se encontraban en el vestíbulo: Kęstutis Subačius, Danute Kersiute y otros, así como diversos funcionarios.

El 18 de diciembre a eso de las 10 hs., mientras estaba subiendo las escaleras del Tribunal Supremo, se me acercó el teniente primero Stepanovas manifestando: "Queda arrestado por infracción al orden público". Me arrebataron los milicianos, me retorcieron los brazos, me arrojaron en un automotor llevándome a la seccional de la milicia del raion de Lenin de la ciudad de Vilnius, donde me mantuvie­ron hasta las 18 hs. Allí el teniente primero Stepanovas comentó: "Lástima que ya no exista Lenín". A las 18 hs. me condujeron ante el tribunal popular de ese mismo raion, donde el juez Pupkovas en 15 minutos me condenó a 15 días de cárcel dado que yo habría infringido el orden público y mordido a un miliciano en un dedo. Le expresé que nada de ello había ocurrido, pero el juez ordenó al miliciano que me retirara.

En el mes de diciembre un hombre desconocido llamó telefónicamente a mi esposa para manifestarle que si yo seguía metiéndome donde no debía, entonces sería encerrado en un hospital psiquiátrico, tal vez para toda la vida.

Expreso mi protesta por tal ilegal comportamiento conmigo. No he infringido el orden público en las instalaciones del Tribunal Supremo, así hubieran podido y pueden atestiguarlo las personas que allí se hallaban: D. Kersiute, K. Subačius, Zvirgzdis y otros. La acusación de haber mordido el dedo a un miliciano, es pura maquinación.

Solicito se investigue el abuso que han cometido de su condición funcional el teniente primero Stepanovas y otros funcionarios, por cuya causa he sido condenado a 15 días de arresto, aplicarles la pena correspondiente, y, asimismo, revocar por infundada mi acusación de infracción del orden público.

Petras Cidzikas

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Petras Cidzikas nació en 1944 en la familia de un pequeño campesino. En 1955 comenzó a asistir a la escuela secundaria de Šeštokai. Terminadas sus 7 clases, se trasladó a Kaunas para estudiar en la Escuela de Construcciones No. 4. Trabajó en Panevė­žys, y de allí fué tomado para el servicio militar. A su regreso a Kaunas, terminó en calidad de externo la Escuela Secundaria No. 1 de Kaunas. Desde el 16 de febrero de 1971 fué detenido, acusado de actividad antisoviética (les dio a leer a los demás estudiantes el No. 3 de "Crónica de la Iglesia Católica de Lituania", etc. Fué juzgado a ciegas según el art. 68 parte I, interrogaron los agentes de la Seguridad Markevičius, Brilius, dirigió el proceso judicial el procurador Bakucionis). Durante los interrogatorios P. Cidzikas exigía se le demostrara que los hechos de CICL eran fraguados, calumniosos. Los expertos psiquiatras: médica Stanioniene y médico Demikiukas, motivando que los escritos de P. Cidzikas adolecen de algunos signos de puntuación, o de la falta de alguna que otra letra, lo reconocieron como "anormal", "esquizofréni­co".

Durante 4 años P. Cidzikas estuvo siendo "curado" compulsivamente en los psicolagers: Cherniakovsk, el Hospital Psiconeurológico Republicano de Naujoji Vilnia y otros. El psicolager de Cherniakovsk resultó sumamente penoso: los cuidadores se mofaban incesantemente, lo perseguían, lo calumniaban ante su esposa y sus padres, se le prohibía que conversara en lituano con sus allegados que venían a visitarlo, no le permitían escribir cartas en lituano, etc. (Uno de los que por allí pasaron, que anteriormente estuviera alojado en Osvencim, contaba que allí había sido más soportable que en Cherniakovsk).

    La médica Bieliuniene y el médico jefe Glauberzo­ñas, durante su comisión revelaron: "Estás sano, pero si caes una vez más, entonces ya no será aquí sino en la cárcel, donde te pudrirás".

A su regreso, Cidzikas se empleó en un almacén de peón de cargas. La persecusión prosiguió. La milicia y la KGB con diversos pretextos (que alguien habría robado una motocicleta y escondido en su domicilio, etc.) lo despertaba por las noches, chantageaba a sus allegados. El médico Kaunas, que se desempañaba en el Hospital psiconeurológico de Vilnius, lo obligaba a registrarse mensualmente, caso contrario amenazaba con el encierro para siempre en el hospital psiquiátri­co de Naujoji Vilnia.

El 18-XII-1980 por el único motivo de querer participar del proceso judicial público de V. Skuodis, P. Pečeliūnas y G. Iešmantas, fué detenido por la milicia y condenado a 15 días de arresto.

El 9-II-1981 a las 8 hs. Cidzikas fué trasladado por la milicia de su lugar de trabajo a la seccional de Asuntos Internos del raion de Lenin de la ciudad de Vilnius, ante el jefe Adomaitis, desde donde la asistencia pública (con acompañamiento de la milicia) lo condujo al hospital psiconeurológico — calle Vasaros 5, Vilnius, donde se le mantuvo hasta el 2-III-1981.

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El 2-III-1981 la comisión de médicos: Dembinskas, Barzdziokaite, Garalaviciute y la médica Ručinskiene que lo atendía, interrogaron al P. Cidzikas "tratado" compulsivamente en el hospital psichoneurológico de Vilnius: "¿Por qué fuiste procesado?" — "Por la difusión del No. 3 de CICL, por escribir poesías y porque (acusación absolutamente fabricada) yo ha­bría pretendido envenenar a toda la población de Moscú". "Cuando regreses, ¿seguirás en alguna actividad?" Cidzikas respondió: "No responderé a la pregunta, es un asunto absolutamente personal mío." "¿Por qué te condenaron a 15 días de arresto?" — "Me detuvieron frente al palacio del Tribunal Supremo,

 

los milicianos me retorcieron los brazos y me arrojaron en su máquina, acusándome de que, presuntamente, había mordido el dedo a un milicia­no. Esta acusación fabricada, escuchada por la gente que se encontraba frente a las puertas judiciales, provocó la risa hasta del agente de Seguridad Trakimas". "¿Te consideras sano?" — "Sí, como tal me reconocen hasta los psiquiatras, p.ej. el médico Tamošaitis de Kaunas".

Sobrepasada la comisión, ese mismo día se le permitió a P. Cidzikas su retorno al hogar. En el certificado de incapacidad de salud que se le exten­diera (desde el 9-11-1981 hasta el 2-III-1981) se estipula que había sido tratado en la guardia. El diagnóstico: afección del sistema nervioso central. Firmaron: la médica Kovaliovą, la médica Rudzinskiene y el médico jefe Kaunas.

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Al Ministro de Salud Pública de la RSS de Lituania

Al Procurador de la RSS de Lituania

Exposición

El art. 52 de la Constitución de la RSS de Lituania establece que se garantiza la inviolabilidad personal de los ciudadanos de la RSSL. Nadie puede ser detenido de ninguna manera, a no ser por decisión judicial o sanción del Procurador.

Las disposiciones del Acta Final de la Conferencia de Helsinki de 1975 otorgan a toda persona las libertades de conciencia y de religión, y garantizan la inviolabilidad del individuo. Al pie del Acta Final de la Conferencia de Helsinki figura también la firma de L. Brezhnev, dirigente de la Unión Soviética.

Petras Cidzikas, el 9 de febrero del cte. año, sin previa sanción del Procurador fué llevado por la fuerza por los milicianos ante el jefe de la SAI, del raion de Lenin de Vilnius, Adomaitis, desde donde la asistencia pública (con el acompañamiento de la milicia) trasladó a P. Cidzikas a la I-a. sección del Hospital Psiconeurológico (calle Vasaros 5, Vilnius). Sin previo examen médico, la derivación fué firmada por el médico psiquiatra Kaunas. Sólo se dio un motivo del compulsivo "tratamiento": las acciones de P. Cidzikas promoverían "la preocupación de la comunidad". (¿Cual comunidad y en base a qué así lo afirma el médico Kaunas?!).

Petras Cidzikas se hizo pasible del encono de la KGB a causa de sus convicciones religiosas y patrióticas. Por su parte, ciertos psiquiatras soviéti­cos, que por el juramento de Hipócrates se han obligado a conducirse en sus tareas sólo con la conciencia y el humanismo, se ocupan ahora en "curar" un hombre de sus convicciones.

¿Acaso no "curaron" de esa misma manera los médicos nazis, que se hicieran pasibles de la condena y castigo de la comunidad mundial y el derecho internacional?

Nosotros conocemos a Petras Cidzikas como hombre virtuoso y de sana psiquis. Esta compulsión y comportamiento con un hombre sano psíquicamente, es el mayor de los delitos contra la comunidad. Por consiguiente exigimos la inmediata liberación de Petras Cidzikas del hospital psiconeurológico.

Vilnius, 14-11 1981.                     Firmado:

Nijole Sadunaite Leonora Sasnauskaite Kęstutis Subačius Bernadeta Maliskaite Birute Burauskaite Genute Sakaliene Jonas Volungevičius Vytautas Bogušis Jonas Protusevicius Mečislovas Jurevičius Leonas Laurinskas

Jadvyga Petkevičiene Jonas Petkevičius Alfonsas Andriukaitis Sofija Niksiene Ona Kavaliauskaite Zita Vanagaite Elena Terleckiene Rimas Matulis Romualdas Ragaišis Ona Poskiene-Lukauskaite

Comité Católico para la Defensa de los Derechos de los Creyentes 21 de febrero de 1981 No. 45

Al Comité Central del PC de Lituania

Nosotros, miembros del Comité Católico para la Defensa de los Creyentes, nos dirigimos al Comité Central por el destino de Petras Cidzikas (domiciliado en Vilnius, calle Dailidziu No. 7a).

Hace ocho años, Petras Cidzikas fué internado compulsivamente en un hospital psiquiátrico y, a lo largo de cuatro años, siendo totalmente sano, fué agredido con medicamentos.

El 18 de diciembre de 1980, a causa de haber concurrido al proceso judicial público del docente V. Skuodis, se le fabricó una acusación — habría mordido el dedo de un miliciano, por lo cual fué condenado a 15 días de arresto. ¡La justicia soviética lo condenó como a un hombre sano! Cabe observar que una acusación así de banal no logra convencer a nadie. Sabemos perfectamente por que tipo de "delitos" a veces la gente es condenada a arrestos por días. En ese mismo juicio del docente V. Skuodis resultó detenida Danute Kersiute, novia del procesa­do Povilas Peceliunas, y condenada a 7 días de arresto, ¡por el hecho de haberle entregado flores a su novio!

El 9 de febrero del cte. año, Petras Cidzikas volvió a ser internado en el hospital psiquiátrico de Vilnius (calle Vasaros 5), y nuevamente se desconoce cuanto tiempo será maltratado con medicamentos. Todos los que conocen a Petras Cidzikas aseguran solidaria­mente, que se trata de un hombre absolutamente sano, por lo cual su internación en un hospital psiquiátrico la totalidad de los creyentes la explica como un ataque a los creyentes en general, dado que P. Cidzikas es un hombre creyente.

¿Quién se beneficia de ello?

Los miembros del Comité Católico para la Defensa de los Creyentes:

P. Leonas Kalinauskas P. Jonas Kauneckas P. Vaclovas Stakenas P. Sigitas Tamkevicius

P. Algimantas Keina Doc. Vytautas Skuodis

(en el lager) P. Alfonsas Svarinskas P. Vincas Velavicius

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Asimismo el grupo lituano Helsinki, también formuló una protesta por la internación de Petras Cidzikas en el hospital psiquiátrico. Firmaron: Ona Lukauskaite-Poskiene, Padre Br. Laurinavičius, Me­čislovas Jurevičius y Vytautas Vaičiūnas.

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